Durante años, las altas esferas de la economía han sido la gran asignatura pendiente para las mujeres. Quedaba constancia de que, a pesar de que hubiera más féminas entre los equipos de economistas y expertos en política monetaria, eran ellas las que tenían menos probabilidades de ascender. Como en otras profesiones, las cúpulas del poder quedaban en manos de los hombres.
En los últimos años se ha avanzado y más mujeres han logrado llegar a dirigir bancos centrales. Es más, en este momento estamos en un año de récord. Sin embargo, el porcentaje de gobernadoras sigue muy lejos de la paridad.
El número de gobernadoras aumentó de 23 a 29 este 2024, según un informe elaborado por el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras. El incremento de este año ha sido el mayor en más de una década desde que se hacen encuestas al respecto. Las últimas en sumarse a este exclusivo club han sido Jasmina Selimović, gobernadora del Banco Central de Bosnia y Herzegovina, y Elizabeth Genia, al frente del de Papúa Nueva Guinea, dos ejemplos de cómo las economías más pequeñas impulsan un mayor progreso en el equilibrio de género.
El 16% de los 185 bancos centrales
Con todo, la proporción de mujeres en puestos directivos es sólo del 16% en los 185 bancos centrales del mundo. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -que precisamente está liderado por una mujer-, un mayor equilibrio de género en los altos cargos puede ayudar a aumentar la diversidad de pensamiento y los contrapesos y salvaguardias, lo que contribuye a su vez a una mayor estabilidad económica y financiera y a mejorar los resultados.
Unos beneficios que en España tendrán que esperar tras la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de imponer al ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, como gobernador del Banco de España. Y es que los bancos centrales tienen aún mucho margen para avanzar hacia una mayor paridad en las filas de los máximos responsables políticos que dirigen la economía mundial.
Las reinas de la economía
Paradójicamente, ya hay grandes ejemplos de mujeres poderosas en las más altas esferas de la economía mundial. Christine Lagarde, Kristalina Georgieva y Janet Yellen están en la cima internacional de los organismos de decisión económica. Llevan las riendas de la economía internacional. Lagarde, Georgieva y Yellen se han abierto camino (y lo han abierto a las demás) en la cúpula económica de poder.
BCE, Christine Lagarde
Es una de las mujeres que más techos de cristal ha roto en las altas esferas de la economía. La actual presidenta del BCE estudió en Le Havre y en Maryland. Posteriormente se graduó en Derecho en la Universidad de París X, y obtuvo una Maestría en el Instituto de Ciencias Políticas de Aix-en-Provence. Lagarde fue miembro del equipo nacional francés de natación sincronizada.
Nacida en 1956, ingresó en el Colegio de Abogados de París y después entró en Baker & McKenzie, donde comenzó a escalar hasta llegar a ser la presidenta del Comité Ejecutivo Mundial.
Después comenzó su carrera política. Lagarde ocupó varios cargos importantes en el Gobierno francés, como ministra de Economía, Finanzas e Industria, titular de Agricultura y Pesca y ministra de Comercio. Es conocida por ser la primera mujer en ocupar muchos de estos puestos de alto nivel, entre ellos ser la primera ministra de Economía de un país del G7. Según destacan en el FMI, entre julio y diciembre de 2008, también presidió el Consejo ECOFIN, integrado por los Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, y ayudó a promover políticas internacionales relacionadas con la supervisión y la regulación financiera y el fortalecimiento de la gobernanza económica mundial. Como presidenta del G-20, puso en marcha una amplia agenda de trabajo sobre la reforma del sistema financiero internacional.
En 2011, Christine Lagarde se convirtió en la undécima Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, y en la primera mujer en ocupar ese cargo. El 19 de febrero de 2016, el Directorio Ejecutivo del FMI la eligió para cumplir un segundo mandato como Directora Gerente de la institución.
Después, dejó el FMI para ponerse al frente del Banco Central Europeo. En 2019 asumió la presidencia del BCE, otra vez, se convertía en la primera mujer en lograrlo.
Lagarde ha sido una firme defensora de la igualdad de género en el sector financiero. Ha destacado constantemente la importancia de la capacitación económica de las mujeres y ha impulsado políticas que apoyan la diversidad de género en los puestos de liderazgo.
FMI, Kristalina Georgieva
En 2019, tras la marcha de Lagarde, la economista búlgara Kristalina Georgieva se convirtió en la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Anteriormente había sido presidenta interina del Grupo Banco Mundial.
Georgieva nació en Sofía, Bulgaria, en 1953. Es doctora en Ciencias Económicas y tiene una maestría en Economía Política y Sociología de la Universidad de Economía Nacional y Mundial de Sofía, donde se desempeñó como profesora adjunta entre 1977 y 1991.
La economista búlgara comenzó su carrera internacional en el Banco Mundial en 1993. Fue ascendiendo hasta lograr ser la directora general desde 2017 a 2019.
Georgieva también ha tenido una importante carrera en la Unión Europea. De 2010 a 2014, fue comisaria de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis. Posteriormente, fue vicepresidenta de la Comisión Europea para Presupuesto y Recursos Humanos de 2014 a 2016.
Ahora, al frente del FMI, Georgieva se ha centrado en abordar los desafíos económicos mundiales, incluida la pandemia de COVID-19. Ha hecho hincapié en la importancia de la cooperación internacional y el apoyo a las economías más vulnerables.
Secretaria del Tesoro, Janet Yellen
La respetada economista estadounidense es la actual 78ª secretaria del Tesoro de Estados Unidos, la primera mujer en ocupar este cargo. Yellen ya había roto un techo de cristal, de 2014 a 2018 ocupó la presidencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que la convirtió en la primera mujer en dirigir la importante institución. Yellen se centró entonces en reducir el desempleo y mantener la estabilidad económica.
Con un doctorado en Economía por la Universidad de Yale, ha enseñado en varias instituciones de prestigio, como la Universidad de Harvard, la London School of Economics y la Universidad de Berkeley.
Janet Yellen suele considerarse un icono feminista en el campo de la economía. Su carrera ha estado marcada por varios logros pioneros, que han allanado el camino para una mayor diversidad de género en los puestos de liderazgo económico. Aunque la propia Yellen no se etiquete explícitamente como feminista, sus acciones e hitos profesionales han contribuido significativamente a romper las barreras de género en un campo tradicionalmente dominado por los hombres. Su atención a cuestiones como la desigualdad de ingresos y el empleo también ha puesto de relieve la importancia de las políticas económicas integradoras.