En el invierno de 1984, Pierre Trudeau decidió durante un paseo bajo la nieve de Ottawa renunciar al cargo de primer ministro. Cuatro décadas después, su hijo y heredero político, Justin Trudeau, recorre la misma senda.
El dirigente progresista renunció el lunes a seguir liderando el Partido Liberal después de que la mayoría de los diputados y cargos orgánicos de la formación le dieran la espalda. “Los canadienses se merecen una verdadera elección en los próximos comicios, y se me ha hecho obvio, con las batallas internas, que no puedo ser yo quien lleve el estandarte liberal a las próximas elecciones”, declaró Trudeau ante la prensa, reunida frente a su residencia de Rideau Cottage en Ottawa.
El fin de una era
Era el final esperado de una era de nueve años. Un Trudeau “políticamente radiactivo”, como le definió semanas atrás un diputado de los nuevos demócratas, abandonará la jefatura del Gobierno en cuanto su formación elija a su sucesor o sucesora. Los liberales, ya sin Trudeau, se reunirán esta semana para definir el calendario con vista a las primarias. El premier en funciones quiere un proceso “sólido, competitivo a nivel nacional”.
La Cámara de los Comunes no reiniciará su actividad legislativa hasta el 24 de marzo, pero los partidos de oposición se han comprometido a derribar el Ejecutivo a las primeras de cambio, lo que significa que los canadienses acudirán a las urnas en primavera, meses antes de lo previsto.
Según el último sondeo de la encuestadora canadiense Research, realizada entre el 3 y el 5 de enero, antes de la dimisión de Trudeau, los conservadores tienen un porcentaje de intención de voto del 47%, mientras los liberales retroceden hasta el 21%, una cifra crítica. La brecha histórica de veinte puntos entre las dos formaciones hegemónicas se acentúa. En tercera posición, con el 15% de intención de voto, se sitúan los progresistas del Nuevo Partido Democrático. Y, en cuarto lugar, el Bloque Quebequés, con el 10%. La crisis de vivienda, la inflación y la crisis migratoria serán los temas que marcarán la inminente campaña electoral.
El conservador Pierre Poilievre, íntimo amigo del vicepresidente electo de Estados Unidos, J.D. Vance, con quien coincidió en la universidad, parte como claro favorito, pero los liberales cuentan con la baza del nuevo liderazgo.
En las quinielas para suceder a Trudeau, entre los nombres del expresidente del Banco Central de Canadá, Mark Carney, y los ministros de Innovación, Ciencia e Industria y Hacienda, François-Philippe Champagne y Dominic LeBlanc, respectivamente, figuran cuatro mujeres con serias opciones de liderar a los liberales. Tres han crecido políticamente a la sombra de Trudeau.
Chrystia Freeland, 56 años. Actual diputada por Toronto. Ex viceprimera ministra, exministra de Comercio, Exteriores y Finanzas
La ex viceprimera ministra canadiense Chrystia Freeland
Formada en Harvard, Freeland fue periodista del Globe and Mail, diario de referencia en Canadá. También pasó por el Financial Times y la agencia Reuters antes de incorporarse como asesora económica al equipo de Trudeau en 2013, dos años antes de su primera victoria electoral, que puso fin a una década de hegemonía conservadora. Está casada con un periodista de la sección de Cultura del New York Times y es autora, entre otros libros, de un bestseller del mismo periódico.
Formó parte del Gobierno hasta el pasado 16 de diciembre como viceprimera ministra (primera mujer en ostentar el cargo) y ministra de Finanzas. Presentó su dimisión cuando Trudeau, con el índice de popularidad por los suelos, quiso recuperar el favor del electorado ofreciendo cheques por valor de 250 dólares canadienses (167 euros) a una franja significativa de la población. Freeland dijo que no, y Trudeau, aunque le ofreció “otro puesto en el Gabinete”, quiso relevarla.
Pero Freeland, uno de los principales activos del Ejecutivo, declinó la oferta. En su carta de dimisión, recordó a Trudeau que Canadá podría sufrir pronto los aranceles del 25% con los que amenaza la próxima Administración de Donald Trump. “Eso significa evitar costosos trucos políticos, que no podemos permitirnos y que hacen dudar a los canadienses de que reconozcamos la gravedad del momento”, advirtió.
El contenido de la misiva, en la que acusó a Trump de imponer un “agresivo nacionalismo económico”, motivó la respuesta del presidente electo de Estados Unidos, que dijo que su “comportamiento era totalmente tóxico y nada propicio para llegar a acuerdos que sean buenos para los muy descontentos ciudadanos de Canadá”.
I thank Justin Trudeau for his years of service to Canada and Canadians. I wish him and his family the very best.
— Chrystia Freeland (@cafreeland) January 6, 2025
A pesar de la ruptura final con Trudeau, el primer ministro en funciones la describió el lunes como “una compañera política increíble a través de casi todo lo que hemos hecho como gobierno y como partido en la última década”.
Y es que la hoja de servicios de Freeland es abultada. Como ministra de Comercio Internacional, impulsó el acuerdo mercantil entre Canadá y la Unión Europea. Como ministra de Asuntos Exteriores, renegoció el Tratado de Libre Comercio con México y Estados Unidos durante la primera administración Trump. Como ministra de Finanzas, lideró el esfuerzo de los aliados occidentales a la hora de imponer sanciones a la Rusia de Vladimir Putin en respuesta a la invasión de Ucrania y, además, supervisó la política económica de Canadá para hacer frente a los estragos de la covid-19.
Freeland es “una idealista fuera de onda o la última esperanza del orden liberal”, como la definieron para un perfil en el que fuera su periódico, el Globe and Mail. Es la alternativa más mediática a Trudeau y cuenta con apoyos en la bancada liberal.
“La señora Freeland, en particular por la habilidad con la que se enfrentó a Donald Trump en Trump 1.0, es claramente la persona que yo elegiría para volver a enfrentarlo. Es inteligente. Sabe cómo actuar con él”, confesó recientemente en la CBC Ken Hardie, veterano diputado liberal.
Mélanie Joly, 45 años. Actual ministra de Asuntos Exteriores. Exministra de Turismo, Lenguas Oficiales y Francofonía, y de Patrimonio Canadiense
La ministra canadiense de Exteriores, Mélanie Joly, durante una visita a Kyiv
Esta abogada francófona, formada en Oxford, se presentó en 2013 a la alcaldía de Montreal avalada por su íntimo amigo Justin Trudeau. No ganó, pero obtuvo un buen resultado.
Popular en Quebec, plaza electoral clave para los liberales, Joly es la jefa de la diplomacia canadiense desde octubre de 2021. Aceptó el cargo a pesar del temor a que la intensa agenda pudiera afectar a sus tratamientos de fertilidad, como reconoció en una entrevista reciente con el New York Times.
Trudeau is so weak. His Foreign Affairs Minister launches her leadership campaign to replace him in the New York Times, complete with a dedicated photo shoot.
You’d think she’d be fighting against tariffs in the U.S. media. Instead, she is fighting for Trudeau’s job. He’s lost… pic.twitter.com/rn3rfpMvMP
— Pierre Poilievre (@PierrePoilievre) December 6, 2024
No esconde sus aspiraciones al liderazgo liberal, o al menos no lo hizo en aquella entrevista, que generó la reacción de Poilievre. “Trudeau es tan débil. Su ministra de Asuntos Exteriores lanza su campaña de liderazgo para sustituirle en el New York Times, con una sesión fotográfica dedicada”, escribió el líder conservador en la red social X. “Uno pensaría que estaría luchando contra los aranceles en los medios estadounidenses. En cambio, está luchando por el puesto de Trudeau. Ha perdido el control de las fronteras, del gasto, de la inmigración y ahora de su Gabinete”.
Después del atentado de Hamás del 7 de octubre y el inicio de la ofensiva israelí en Gaza, Joly viajó a Jordania para coordinar las labores de evacuación de ciudadanos canadienses en Oriente Próximo.
La ministra de Exteriores se convirtió, además, en una de las caras visibles del conflicto diplomático con la India de Narendra Modi, que estalló como consecuencia del asesinato en suelo canadiense de un líder separatista sij a manos de agentes encubiertos indios.
Joly se encargó de expulsar del país a seis diplomáticos indios. Más recientemente, viajó junto al ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, hasta la residencia privada de Trump en Florida, Mar-a-Lago, para convencer al presidente electo de Estados Unidos de no imponer aranceles.
Over the last ten years, the Prime Minister devoted himself to making this country a better place for all Canadians.
Thank you, @JustinTrudeau for your leadership, determination and sacrifice. Sending well wishes to him and his family.
— Mélanie Joly (@melaniejoly) January 6, 2025
“Durante los últimos diez años, el primer ministro se dedicó a hacer de este país un lugar mejor para todos los canadienses. Gracias, Justin Trudeau por su liderazgo, determinación y sacrificio. Enviándole buenos deseos a él y a su familia”, escribió Joly en redes sociales tras conocer la dimisión del primer ministro.
Anita Anand, 57 años. Actual ministra de Transportes y Comercio Exterior. Exministra de Defensa y expresidenta del Consejo del Tesoro
Anita Anand y Justin Trudeau
Destacó su labor desde el Ministerio de Defensa por la ayuda militar prestada a Ucrania y, sobre todo, por la distribución de vacunas contra la covid-19. Anand también emprendió una serie de reformas en el seno de las Fuerzas Armadas, plagadas de denuncias por agresiones sexuales.
Su nombramiento como presidenta del Consejo del Tesoro en 2023 se interpretó, sin embargo, como una degradación por parte de Trudeau. Pero Anand, de origen indio, consiguió volver a los titulares de prensa después de pedir a sus compañeros del Gobierno que recortaran 15.400 millones de dólares del presupuesto en un plazo de cinco años.
Regresó el pasado diciembre al Gabinete como ministra de Transportes tras la dimisión de Pablo Rodríguez, el antiguo titular de la cartera.
Christy Clark, 59 años. Ex primera ministra de la Columbia Británica
Crítica de primera hora de Trudeau, Clark verbalizó el pasado octubre su deseo de “formar parte del debate sobre la futura dirección del Partido Liberal y del país”. Algunas voces defienden su candidatura porque los conservadores no pueden asociarla con la era Trudeau. Uno de los principales obstáculos es, sin embargo, su escaso conocimiento del francés, requisito indispensable para irrumpir en la escena política federal en Canadá.
After a lifetime of public service Justin Trudeau has stepped aside as both Leader of the Liberal Party and Prime Minister of Canada. I want to thank him as a Canadian for his service to the country that he so clearly loves. I wish him and his family well.
As a lifelong Liberal…
— Christy Clark (@christyclarkbc) January 6, 2025
“Espero unirme a decenas de miles de canadienses para elegir a nuestro próximo líder. Esta es la mayor oportunidad en más de una década que hemos tenido para hacer crecer nuestro partido y dar la bienvenida a nuevos liberales, incluidos los canadienses preocupados por el futuro de nuestro país”, escribió Clark en redes sociales después de conocer la dimisión de Trudeau.