El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una batería de órdenes ejecutivas para frenar en seco el fenómeno migratorio, entre las que destaca la declaración de una “emergencia nacional” en la divisoria con México. Las medidas de urgencia forman parte de la estrategia de la nueva Administración para poner en marcha las deportaciones masivas, una de las principales promesas de campaña del mandatario republicano.
En la frontera sur, Estados Unidos mantiene desplegados cerca de 2.500 efectivos de la Guardia Nacional. Pero el Pentágono anunció ayer el despliegue de 1.500 tropas adicionales en servicio activo, agentes de inteligencia y fuerzas aéreas en forma de helicópteros para apoyar “los esfuerzos de detección y monitorización” de migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos.
El secretario interino del Departamento de Defensa, Robert Salesses, explicó ayer a través de un comunicado que las acciones buscan restaurar “el control operativo completo” de la frontera sur. “El presidente me ordenó tomar todas las medidas apropiadas para apoyar las actividades del secretario de Seguridad Nacional para obtener el control operativo completo de la frontera sur de los Estados Unidos”, recoge la nota.
Entre esas medidas figura también la de proporcionar “transporte aéreo militar para apoyar los vuelos de deportación del Departamento de Seguridad Nacional de más de cinco mil extranjeros ilegales de los sectores de San Diego, California, y El Paso, Texas, detenidos por Aduanas y Protección Fronteriza”. “Esto es solo el principio”, subrayó Salesses.
Más barreras
Las tropas adicionales trabajarán en las próximas horas en “la colocación de barreras físicas temporales y permanentes para aumentar la seguridad y reducir los cruces fronterizos ilegales y el tráfico ilícito”. En paralelo, el Pentágono pondrá en marcha “en poco tiempo” una serie de “misiones adicionales” en cooperación con Departamento de Seguridad Nacional, agencias federales y otros socios estatales para seguir las órdenes de Trump.
Un vehículo de la Patrulla Fronteriza se desplaza a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en San Diego, California
El Pentágono dice, además, estar en coordinación con el Departamento de Estado para la obtención de visados diplomáticos y la notificación a la nación de acogida de las personas deportadas. Esta es una de las medidas más contundentes que ha adoptado hasta la fecha la Administración Trump.
Otra ha sido la suspensión de la aplicación móvil CBP One, un programa puesto en marcha durante la Administración de Joe Biden que permitía a muchas personas obtener citas para iniciar los trámites de solicitud de asilo en Estados Unidos. Pudieron acceder al país cerca de 1.450 migrantes al día mientras estuvo en vigor la plataforma. En total, fuero casi un millón las personas que aprovecharon del servicio de CBP One.
MSF eleva la voz de alarma
“La ausencia de mecanismos legales, dignos y seguros está generando estrés, desorden y pánico entre la población migrante, poniendo a cientos de miles de personas en México y otros puntos del corredor migratorio latinoamericano en riesgo de tomar rutas aún más peligrosas y dejando a más personas a merced de las redes de trata de personas”, advierte Médicos Sin Fronteras (MSF).
“Es una decisión irresponsable que tendrá repercusiones inmediatas y prolongadas en la vida, la salud y el bienestar de muchísimas personas”, denuncia Adriana Palomares, coordinadora general de MSF en México.
“Es importante comprender no solo el alcance de las órdenes ejecutivas, sino también qué pretenden hacer exactamente y en qué plazos. El aluvión de actividades del primer día fue en sí mismo una señal para las comunidades de inmigrantes de que están siendo atacadas, pero también es un proyecto para acciones futuras”, explica en un informe reciente el American Immigration Council.
Migrantes deportados saludan en el puerto fronterizo de El Chaparral, este miércoles en Tijuana (México)
“La mayoría de los cambios políticos anunciados en estas medidas ejecutivas adoptan la forma de instrucciones a departamentos o agencias federales. Algunas de ellas se ejecutaron en las primeras 48 horas; otras requerirán un mayor escrutinio y orientación en las próximas semanas y meses y serán objeto de demandas que impugnarán su aplicación”, añade.
Lo único claro es que las políticas de la era Biden quedan revocadas de inmediato. “Estamos asistiendo al restablecimiento de algunas de las políticas de inmigración más inhumanas y perjudiciales que Estados Unidos ha impuesto en los últimos años. Estas políticas ponen en peligro a decenas de miles de personas, atrapadas en condiciones desesperadas y expuestas a la violencia, la extorsión y el secuestro. Se trata de un retroceso devastador”, denuncia Avril Benoît, directora ejecutiva de MSF en Estados Unidos.