Las estadounidenses jóvenes y de raza blanca han sido tradicionalmente uno de los sectores del electorado más leales al Partido Republicano, pero eso parece a punto de cambiar en el tercer intento de Donald Trump de ser elegido presidente.
De acuerdo con los datos del Pew Research Center, las blancas jóvenes votaron mayoritariamente por Trump tanto en 2016, cuando derrotó contra pronóstico a Hillary Clinton, y en 2020, cuando perdió frente a Joe Biden, pero el candidato republicano haría mal en dar por sentado que eso volverá a repetirse en la elección de 2024. Y es que recientes investigaciones centradas en este sector de la población lo muestran cada vez más orientado hacia la izquierda y apegado a valores típicos de los demócratas.
Liberales y feministas
“Las jóvenes de color y las blancas son bastante liberales y feministas”, le dijo a ‘The Guardian’ Melissa Deckman, del Public Religion Research Institute y autora de un libro centrado en el comportamiento electoral de la ‘Generación Z’. Deckmann espera una mayor participación de las jóvenes en estas elecciones debido a las restricciones al derecho al aborto impulsadas por los republicanos y un Tribunal Supremo diseñado por Trump, lo que podría espolear a muchas votantes indignadas, y a la sustitución en el bando demócrata de Joe Biden por Kamala Harris, una candidata que suscita mayores identificación y entusiasmo entre ellas.
“La elección de Harris en lugar de Biden las ha animado más a votar”, indica la experta, que sospecha que “las jóvenes blancas van a desafiar la tendencia de años de voto mayoritario a los republicanos”.
Trump ha sido hasta ahora un beneficiario de esta tendencia. En 2016 obtuvo un 47% de los votos de jóvenes blancas, mientras que Hillary Clinton logró solo un 45%. Su ventaja se amplió en 2020, cuando según el Pew Research Center, un 53% de los votos de jóvenes blancas fueron a parar a Trump. El contraste es muy pronunciado, ya que un 95% de las afroamericanas votaron por Biden.
El voto femenino
El voto femenino se ha convertido en un problema potencialmente dañino para Trump, y la pérdida de apoyos entre las jóvenes blancas podría ser el factor que termine por hacerle perder la batalla por el voto femenino, en la que las encuestas ya lo presentan peor posicionado que Harris.
Y si Trump, un político condenado por agresión sexual que llenó el más alto tribunal del país de jueces conservadores que acabaron tumbando el derecho al aborto, no ha logrado atraer de nuevo las simpatías de las votantes pese a que en la campaña ha empezado a mostrarse más flexible sobre el aborto, lo cierto es que no todo parece culpa suya.
Menos conservadoras
Las jóvenes blancas se definen cada vez más como “liberales” y “feministas”, lo que las aleja de los postulados tradicionalmente abrazados por sus madres, que en su mayoría siguen votando por los republicanos y se identifican como conservadoras. Entre 2011 y 2024, el porcentaje de jóvenes blancas que se identifican como “liberales” aumentó un 6%, según un estudio de Gallup.
A lo que se suman cambios sociales en el grupo, cada vez más formado por mujeres con estudios superiores, que eligen casarse y tener hijos más tarde, y con orientaciones distintas a la heterosexual.
El voto por género
Y si se amplia la mirada a las jóvenes en general, no solo las blancas, crece la percepción de que el voto femenino se decantará por Harris. Según un reciente estudio del Survey Center for American Life, una mayoría de las votantes jóvenes apoyará a la vicepresidenta, un apoyo notablemente superior al que se aprecia en los hombres.
La brecha puede deberse a una diferente percepción de la realidad social. La mayoría de los estadounidenses cree que los hombres lo tienen más fácil en Estados Unidos, pero mientras un 68% de los demócratas se dicen convencidos de eso, solo un 6% de los republicanos lo creen, un dato que parece indicar que entre los votantes de Trump predominan esos hombres que nunca han tenido que cambiar un pañal, no han sufrido comentarios procaces no deseados en el trabajo, no ven que sus compañeros del otro sexo cobran sueldos más altos ni han sentido el miedo de volver a casa solas por el mero hecho de ser mujeres.
Pese a todo, hay un grupo de mujeres al que Trump podría tratar de aferrarse. El número de hispanas que se identifican como liberales ha aumentado un 2%. Es quizá el único brote verde para un candidato del que las votantes parecen cada vez más distanciadas y que, sin embargo, mantiene vivas sus opciones de repetir como presidente de Estados Unidos.