Mientras el mundo entero trata de medir el impacto que tendrán en la economía mundial, los aranceles masivos impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los hogares y calles del país aumentan las dudas sobre ellos.
Las encuestas muestran un rechazo mayoritario a los aranceles del presidente, mientras crece la preocupación porque puedan desencadenar un inmediato aumento de los precios. Cuando el país no había terminado de superar la fiebre inflacionista, que Trump prometió aplacar desde el primer día, el presidente ha echado con su muro arancelario más gasolina al fuego.
Testimonios de los afectados
Los estadounidenses, tradicionalmente más preocupados por lo que pasa en casa que en el exterior, se preguntan ahora cómo les afectará en su día la decisión del presidente y si será cierto que, como promete, los aranceles llevarán a una nueva era dorada tras una dolorosa primera fase inicial.
Tea Harper, activista y creadora afroamericana de la ciudad de Oklahoma, se mostró convencida de que “los aranceles de Trump van a golpear a todo el mundo, pero especialmente a las mujeres”.

Ella no es la única que lo teme. Ed Fletcher, del Instituto de Política Progresista, un centro de análisis, aseguró que las mujeres pagan un 3% que los hombres en aranceles, especialmente los que se aplican a la ropa, una brecha que aumentará con los aranceles generalizados impuestos por Trump.
El último en advertir de que los aranceles probablemente llevarán a un aumento de los precios ha sido el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y Doty Catlin, profesora de yoga de Washington DC, teme que esto golpeará especialmente a trabajadoras como ella. “Ya me cuesta pagar el alquiler con el sueldo que me pagan ahora. ¿Cómo voy a hacer?”, se preguntó.
La angustia se ha adueñado también de Genevieve Collins, una mujer de 68 años que se jubiló hace unos meses tras 48 años de trabajo. “Tenía previsto vivir de mi plan de pensiones, pero puede que eso ya no me alcance. Estoy intentando no estar indignada, pero me cuesta”.

Las pensionistas pueden ser de las más afectadas por el aumento de los precios. Gloria Smith, de 77 años y residente en Washington DC, dice que ya ha empezado a almacenar comida ante una subida de precios que ve inevitable. “Estoy almacenando alimentos porque las cosas se van a poner muy feas y la comida es lo único que no puedo sacar de mi presupuesto”.
Para la señora Smith lo que está sucediendo en su país es extremadamente injusto. “Donald Trump y Elon Musk tienen todo el dinero que necesitan y no se tienen que preocupar por él. Nos dicen que esto será solo un poco doloroso, pero ¿cuánto es un poco para ellos?”
Pero también hay quien cree que las decisiones de Trump tienen sentido y acabarán generando beneficios a medio plazo. Pese a que las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses están en contra de los aranceles, el apoyo a sus medidas es significativamente mayor entre quienes se declaran sus votantes.
Mary Anne Dagata, jubilada de 71 años de Michigan, cree que el esfuerzo temporal merecerá la pena. “Sé que a todos nos van a pellizcar el bolsillo un tiempo, pero a largo plazo esto nos va a sacar del déficit masivo en que estamos”, afirma.
“Me apretaré el cinturón una temporada, pero cuando pase el tiempo esto va a ser bueno para la economía y para la gente”, pronostica. Ella, como Trump, cree que el resto del mundo lleva décadas abusando de su país y es el momento de ponerle fin a eso.
La pregunta es cuánto exigirán las políticas de Trump apretarse el cinturón y por cuánto tiempo. Y si darán resultado.