Las elecciones presidenciales en Estados Unidos de este martes 5 de noviembre se perfilan como intensamente polarizadas, un campo de batalla de fuertes contrastes. Aunque factores como la ideología y las preocupaciones económicas siempre influyen en las decisiones de los votantes, en 2024 surge una dinámica única: una posible divergencia en la forma en que hombres y mujeres ven a los candidatos y los asuntos electorales. Así, una creciente brecha de género desempeñará un papel crucial en la determinación del resultado.
Las elecciones de 2016 vieron un sorprendente aumento del apoyo a Donald Trump entre las mujeres blancas, un grupo demográfico tradicionalmente considerado más alineado con los valores demócratas. Sin embargo, 2024 podría ser testigo de un cambio en esta dinámica. Los analistas predicen que, si bien Trump conserva una base leal, un segmento significativo de mujeres blancas, desilusionadas por sus políticas y su retórica, podría inclinarse por la vicepresidenta Kamala Harris.
Las mujeres votantes están más comprometidas y sintonizadas con la política este 2024. Los datos de la encuesta “Ella vota; de los temas al impacto, el género en la papeleta electoral” de la American University arrojan que casi la mitad de las mujeres dicen que estas serán “las elecciones más importantes de su vida”, y más de ocho de cada 10 piensan que estas elecciones serán más importantes que la mayoría (un aumento significativo desde 2023)”.
La carta del género
Con todo, sorprende que estas elecciones Harris, la primera vicepresidenta de la historia de Estados Unidos, no esté jugando la carta del género durante la campaña a la Casa Blanca. “Creo que la vicepresidenta Harris se está centrando en las cuestiones que son importantes para los votantes más que en su propia identidad, y no cae en las trampas «identitarias» que intenta tender el expresidente Trump”, indica a Artículo14, Jessica L. Waters, directora del Programa de Liderazgo en la American University. Para Waters, que también es directora del Programa de Justicia, Derecho y Criminología, “el hecho de que su presidencia sería histórica es evidente, por lo que se ha centrado en las cuestiones políticas y en su historial“.
Entonces, ¿a qué se debe este cambio y esta brecha cada vez más profunda entre los y las estadounidenses?
Los motivos de la brecha política de género
“Desde 1980 existe una brecha de género: las mujeres apoyan a los demócratas en mayor proporción que los hombres”, explica Artículo14 Justin Whitely Holmes, profesor ce Ciencias Políticas en la Universidad de Northern Iowa. “Hay un montón de mujeres republicanas, la brecha varía según el año, y varía con otros rasgos (una mayoría de mujeres blancas votaron por Trump en ambas ocasiones, pero no tan fuertemente como los hombres blancos), pero en todos los grupos demográficos, las mujeres apoyan a los demócratas más que los hombres”, añade Holmes.
“Parte de esto es el aborto (que solo surgió como una cuestión partidista alrededor de 1980), pero en promedio, las mujeres son más liberales que los hombres en muchos temas (por supuesto, hay mujeres pro vida y mujeres conservadoras en general también). En cuanto a este año, la brecha de género está más cerca de 10 (la encuesta de la CBS tiene a las mujeres a favor de Harris 55-45, con los hombres, Trump está ganando 54-43). Esto está en el extremo superior“, admite el experto.
Los derechos reproductivos
Según Holmes, son tres las posibles causas de este cambio de paradigma. En primer lugar, “las mujeres están cabreadas porque Roe contra Wade fue anulado, y Trump nombró a los jueces que lo hicieron. Además, están preocupadas por la salud reproductiva en general bajo un presidente republicano. Trump afirma que estas no son sus posiciones, pero hay republicanos que están en contra de los métodos anticonceptivos y la FIV, y muchos no confían en que Trump los detenga. 2. Trump es, en general, machista. Ya sea por sus numerosas aventuras amorosas, por la forma en que habla de Harris o, francamente, por la forma en que habla de las mujeres en general, tiende a ser irrespetuoso. Dicho esto, un montón de mujeres todavía han votado por él en el pasado. 3. Nunca ha habido una mujer presidenta, y algunas mujeres pueden ver que ya es hora”.
Todo gira en torno a Trump
Al preguntarle al profesor si es más una cuestión de simpatía por la vicepresidenta Kamala Harris o de antipatía por Donald Trump, Holmes reconoce que probablemente sea un poco de cada. “No he visto ninguna encuesta que realmente aborde esto, pero tengo la fuerte sensación de que 2016, 2020 y 2024 son esencialmente todo sobre Trump. Esta vez, gran parte de la cobertura electoral se centró en Trump, y Harris realmente no ha elaborado una plataforma política de firma (tiene algunas políticas, y se puede esperar que sea una demócrata bastante estándar, pero no es como si hubiera una visión audaz). La mayor parte de la discusión pública parece ser sobre Trump, y para los demócratas, sobre no darle otro mandato“.
Algunos sondeos llegan a dar a la vicepresidenta Harris una ventaja de 15 puntos sobre el expresidente Trump entre las mujeres a nivel nacional, dichas mujeres creen que Harris ganará por el mismo margen. Para ellas, el voto por Harris se debe a sus valores y planes para el futuro, mientras que las mujeres abiertas a votar por Trump piensan que él es más capaz y sería mejor para su situación financiera, uno de los grandes temas en estos comicios.
Clinton perdió en 2016
Para Holmes, el hecho de que Harris evite jugar la carta del género, de lo que supondrá ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos, se debe a “una reacción a 2016, cuando Clinton sí hizo hincapié en esto, y perdió“. El profesor explica que aunque es “imposible afirmar que eso haya marcado la diferencia, a algunas personas no les gusta la «política de identidad» (aunque la mayoría de ellas probablemente ya sean republicanas). Trump y otros la han atacado como la candidata de la DEI (diversidad/equidad/inclusión), y ella parece estar evitando hablar de su raza o género, posiblemente como resultado”.
El legado de Trump
En resumen, el legado del magnate, con el asalto al Capitolio en la memoria colectiva, el impacto persistente de la presidencia de Trump, con sus políticas polarizadoras y su persona, sigue resonando entre los votantes, especialmente entre las mujeres. Aunque sus partidarios se mantienen firmes, muchas mujeres siguen siendo profundamente críticas con sus acciones y su retórica. Lo que exacerba a las votantes.
Asimismo, el papel de Harris, la primera vicepresidenta en la historia de Estados Unidos, representa un momento histórico para las estadounidenses en la política. Mientras que algunas mujeres la consideran inspiradora, otros la ven como un símbolo de la agenda progresista del Partido Demócrata, lo que podría alejar a algunos hombres.
Más allá de Harris y Trump
La brecha de género en los patrones de voto no se debe únicamente a que no les guste Donald Trump o les guste Kamala Harris. Refleja divisiones sociales y políticas más profundas. Esta diferencia de prioridades, combinada con los factores antes mencionados, podría dar lugar a divergencias significativas en el comportamiento de voto este martes.
La brecha de género tendrá importantes implicaciones para el resultado de las elecciones. Todo apunta a que hombres y mujeres votarán de forma significativamente diferente este martes 5, lo que influirá en el resultado de estados y contiendas clave. Comprender esta dinámica será crucial tanto para los estrategas políticos como para los observadores a la hora de navegar por las complejidades de las elecciones de 2024.