Pacto nuclear

Las contradicciones de Estados Unidos en su negociación con Irán para frenar el plan nuclear

Trump considera que “solucionará este problema”, pero el régimen de los ayatolás rechaza la demanda de desmantelar sus capacidades nucleares y militares

Irán
Una mujer iraní pasa junto a un mural anti-EE UU cerca de la antigua embajada en Teherán, Irán
Efe

Donald Trump dejó estupefacto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, cuando en plena rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca, anunció que EE UU estaba negociando directamente con Irán para intentar frenar diplomáticamente el plan nuclear del régimen de los ayatolás. El dirigente hebreo, que siempre mantiene la puerta abierta a golpear militarmente Teherán como medida preventiva, no tuvo más remedio que aceptar la última improvisación geopolítica de su supuesto mejor aliado.

Si bien Trump anunció que existían contactos directos, las conversaciones se están produciendo mediante intermediación de Omán. El primer encuentro lo protagonizaron el enviado especial de EE UU para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el ministro de exteriores iraní, Abbas Araghchi. Este sábado se producirá la segunda reunión entre ambas delegaciones.

Un régimen debilitado

El régimen de los ayatolás, debilitado militarmente tras un ataque israelí que fulminó sus defensas antiaéreas, así como por los duros golpes encajados por sus milicias proxies en Oriente Medio, avanzó que el desmantelamiento total de sus capacidades militares es una línea roja que no pretenden cruzar.

Segundo encuentro

Este sábado, negociadores de Teherán y Washington volverán a reunirse en Roma, en lo que suponen los contactos más significativos entre las partes desde el colapso del acuerdo nuclear firmado en 2015. Con la firma original, la Administración Obama pretendía limitar el desarrollo de energía nuclear iraní para fines civiles, una condición que no fue cumplida por parte del régimen de los ayatolás. El pacto fue finiquitado por Donald Trump durante su primer mandato (2018).

Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sonríe
EFE/EPA/CHRIS KLEPONIS /POOL

En marzo, el presidente estadounidense escribió una carta al líder supremo iraní Ali Jamenei, amenazando con apostar por la vía militar si las negociaciones nucleares no se reprendían de inmediato. Esta semana, Jamenei se mostró satisfecho con los primeros contactos, pero insistió en que “somos pesimistas respecto al otro lado, y muy optimistas respecto a nuestras capacidades”.

Teherán, ¿pactista?

La prensa oficialista persa dio el visto bueno a la reanudación de las charlas, y el régimen busca un resultado positivo para reforzar su cuestionada reputación a nivel doméstico. Por su parte, Trump consideró que “solucionaré este problema, es probablemente el más fácil”. Pero el presidente estadounidense falló en su pronóstico de finiquitar rápidamente la guerra de Gaza, donde Hamás sigue vivo y los rehenes israelíes bajo cautiverio. Para el presidente norteamericano, el régimen iraní está formado por “radicales” que no deberían atesorar armamento atómico.

Irán
El presidente iraní, Masud Pezeshkian observa un dron durante el desfile anual de las Fuerzas Armadas este viernes en Teherán
Efe

En los contactos iniciados en Omán, las partes buscan fórmulas para retirar las sanciones económicas impuestas sobre Irán, a cambio de una limitación efectiva de su programa nuclear. Ambas partes, que no mantienen relaciones diplomáticas desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, consideraron el primer acercamiento como “constructivo”.

Mensajes contradictorios

Como en otros conflictos internacionales que pretende resolver, la Casa Blanca emite mensajes contradictorios. Recientemente, el asesor de seguridad nacional Michael Waltz -conocido por sus duros postulados respecto a Irán-, aclaró que el objetivo de las negociaciones no es solo parar el plan nuclear de Teherán, sino incluso neutralizar sus misiles de largo alcance, como los utilizados para los dos ataques directos contra Israel.

Por otro lado, Witkoff habló en la cadena Fox News en tono más conciliador. Propuso un sistema de “verificación” para las plantas de enriquecimiento de uranio, y en ningún momento mencionó la palabra “desmantelamiento”. Tras la salida de EE.UU. del pacto nuclear, Teherán habría enriquecido uranio a niveles cercanos a los requeridos para producir bombas nucleares. Para el ministro de exteriores iraní, la cuestión del enriquecimiento de uranio “no es negociable”. Para el gobierno de Israel, esta es una realidad inaceptable, pero se da por hecho que Netanyahu no podría lanzar un ataque unilateral sin coordinarse con Washington.

Los giros de Trump

Si bien en 2018 Trump consideró que el pacto nuclear era un “desastre que nunca debería haber ocurrido”, ahora habla de la opción de mejorar el acuerdo original de 2015. En conversaciones internas, Witkoff y el presidente JD Vance reconocen que insistir en el desmantelamiento total del programa iraní es irreal. Para Teherán, dejar abierta la opción de obtener armas nucleares es vital. La incógnita es quien verificará sus instalaciones si se firma un hipotético acuerdo.

“No creo que Irán acepte eliminar todo su plan, incluso si existe la amenaza de una intervención militar”, consideró Gary Samore, quien fue oficial sobre cuestiones nucleares durante las administraciones de Clinton y Obama. Para Samore, lo ideal sería alcanzar un acuerdo que permitía “resetear el reloj nuclear”. Y concluyó: “no creo que Trump ni los iraníes busquen ir a la guerra. Esto sugiere que hay margen para el acuerdo”.