Israel y Hamás ultiman un acuerdo de alto el fuego en Gaza. Las negociaciones, que se reanudaron esta semana en Doha, están a punto de llegar “a buen término”, según adelantó el lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La última tregua se alcanzó en noviembre de 2023. Desde entonces han pasado quince meses de guerra ininterrumpida en la Franja. Más de 46.600 palestinos han muerto desde el inicio de la ofensiva, según los datos del Ministerio de Salud gazatí, y el enclave atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes.
“Optimismo”
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Mahed Al-Ansari, confesó este lunes en rueda de prensa que el Emirato tiene un “tipo especial de optimismo esta vez” sobre el acuerdo. “Estamos lo más cerca posible en comparación con cualquier momento anterior de alcanzar un alto el fuego. El más mínimo detalle puede socavar todo el proceso. Las cuestiones subyacentes se han limado… esto no significa que el acuerdo sea una realidad… podríamos perdernos en los detalles, como ocurrió en el pasado”, matizó.
Según Al-Ansari, los equipos de Biden y Donald Trump han trabajado “de forma conjunta” en el proceso. La habilidad negociadora de Estados Unidos, Qatar y Egipto, mediadores entre Israel y Hamás, resultará imprescindible para cerrar el acuerdo, pero la debilidad política y militar del grupo islamista palestino, y, sobre todo, el inminente regreso del republicano a la Casa Blanca terminó de desatascar las negociaciones.
La presión de Trump
En diciembre, Trump amenazó a través de su plataforma Truth Social con desatar “un infierno en Oriente Próximo” en caso de que Hamás no liberara a los rehenes. El presidente electo de Estados Unidos, que ha delegado en su enviado especial, Steve Witkoff, declaró el lunes que las partes estaban “muy cerca” de cerrar un acuerdo de tregua en Gaza. “Si no lo consiguen, va a haber muchos problemas ahí fuera”, insistió Trump durante una entrevista con el canal de televisión Newsmax.
El borrador del acuerdo está inspirado en propuestas anteriores. Propuestas discutidas, sin éxito, en los meses de mayo y julio. Consta de tres etapas. En la primera, que se desarrollará en los primeros 16 días de los 42 de tregua, Hamás liberará 33 rehenes israelíes a cambio de 1.000 presos palestinos. Si ambos cumplen, Israel iniciará una nueva ronda de negociaciones con Hamás de cara a la segunda fase del plan con el objetivo de liberar al resto de secuestrados.
Los que quedan
Quedan aproximadamente 94 rehenes israelíes en Gaza del total de 251 que fueron secuestrados por el grupo islamista palestino el 7 de octubre de 2023. Llevan más de 460 días de cautiverio.
No está claro si todos siguen vivos, sin embargo. La inteligencia israelí estima que alrededor de 60 rehenes permanecen con vida y que 34 han muerto. Al menos 157 han podido dejar atrás la Franja desde que diera inicio la guerra. Hasta 109 fueron liberados por Hamás en el primer —y de momento único— acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2023.
Las Fuerzas de Defensa israelíes han recuperado a ocho con vida y a 37 sin ella, y otros tres murieron por error por fuego israelí cuando habían conseguido huir de sus captores en el norte de Gaza.
En el borrador del acuerdo, Hamás se muestra dispuesto a liberar por razones “humanitarias” a 33 rehenes, de edades comprendidas entre uno y 86 años. En esa lista, a la que ha tenido acceso la BBC, figuran los nombres de las nueve mujeres que permanecen retenidas en la Franja.
Cuatro son civiles y cinco, militares “observadoras”, cuya misión era, precisamente, detectar las amenazas procedentes de Gaza para dar la voz de alarma. Las cinco fueron capturadas en la base del kibutz de Nahal Oz. En mayo del pasado año, el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos difundió las imágenes de su secuestro, obtenidas por el Ejército israelí.
Las “observadoras”
Naama Levy, 20 años. “Ha pasado un año desde que mi hija fue secuestrada y no hemos tenido contacto ni con la Cruz Roja ni con la ONU, tampoco con organizaciones de derechos humanos o que defiendan a las mujeres. No existen organizaciones que griten por el llanto de estas niñas, mujeres, adolescentes, que han sido secuestradas y siguen en manos de Hamás”, denunciaba el pasado octubre Ayelet Levy Shahar, padre de Naama Levy, en conversación con Artículo14 con motivo del primer aniversario del mayor atentado terrorista en suelo israelí. Lo primero que se supo de ella fue la publicación en redes sociales de un vídeo en el que aparecía, maniatada y ensangrentada, siendo introducida a la fuerza en un Jeep.
446 Days. 💔🎗️
10,704 hours. 💔🎗️
642,240 minutes. 💔🎗️
38,534,400 seconds. 💔🎗️Never let Naama Levy be forgotten. pic.twitter.com/u9cLyAbcNR
— Bring Our Daughters🎗️ (@Bring_Daughters) December 25, 2024
Karina Ariev, 20 años. Vista por última vez el pasado mayo a través de un vídeo difundido por Hamás. Aparecía con su pijama de Snoopy mientras la amenazaban con violarla.
Liri Albag, 19 años. La pasada semana, Hamás publicó un vídeo en el que aparece Liri Albag pidiendo al Gobierno israelí que alcance un acuerdo con Hamás. Tras la difusión de las imágenes, similares a otras publicadas por el grupo islamista palestino para elevar la presión sobre las autoridades israelíes, los padres de Liri Albag emitieron un duro comunicado en el que pedían al primer ministro, Benjamin Netanyahu, que tomara decisiones como si fueran sus hijos quienes estuvieran retenidos en Gaza. “Esta no es la hija y hermana que conocemos. No está bien, su grave trastorno psicológico es evidente”, confesaban sus padres.
Daniela Gilboa, 20 años. En julio del pasado año, Hamás publicó un vídeo suyo. Una prueba de vida. “Estoy sometida a constantes bombardeos y disparos las 24 horas del día, y estoy aterrorizada por mi vida”, decía en la grabación. “¿Por qué tengo que sentirme abandonada y olvidada? Poneos las pilas, querido gobierno, y empezad a hacer vuestro trabajo como es debido. Traednos vivos a casa”.
Agam Berger, 20 años. “Lo último que supe de los valientes rehenes que regresaron de las profundidades de Gaza es que estaba en un túnel oscuro y húmedo. Me dijeron que ella también podía ser víctima de violencia sexual”, lamentó la madre de Agam, Meirav Berger, en una entrevista con el diario canadiense National Post.