La carrera por la presidencia de Estados Unidos ha entrado en un punto clave esta noche con el debate entre Donald Trump y Kamala Harris, el primero desde que la actual vicepresidenta es la candidata demócrata. Fue precisamente en un cara a cara cuando Trump acorraló a Joe Biden demostrando sus carencias, las cuáles acabaron por costarle la nominación, pero esta vez ha sido muy diferente. El republicano, ante un interlocutor de su nivel, o incluso superior, ha visto como sus ideas iban haciéndose cada vez más pequeñas entre la batalla dialéctica, hasta el punto de que sale muy tocado de Filadelfia. Estas han sido las claves del encuentro:
La verdad a prueba en directo
Una vez más la verdad se ha visto en tela de juicio en varias ocasiones, sobre todo por las afirmaciones que no se correspondían del todo con la realidad, ya sea a título histórico o reciente. Solo que esta vez los propios moderadores han ejercido en directo de ‘fact-checkers’ para cerciorarse de que lo que decían uno y otro candidato era verdad.
Una de las esas ‘mentiras’ la ha dicho Donald Trump, cuando ha asegurado que en Springfield los inmigrantes se están comiendo a los perros y los gatos de la gente. Los moderadores han tenido que recordarle que las autoridades de la ciudad han negado el rumor. También ha mentido al hablar la tasa de inflación actual y decir que él no tuvo “nada que ver” con el famoso asalto al Capitolio ocurrido el 6 de enero del 2021, lo cual es muy matizable, ya que fue un instigador en la sombra.
Por otro lado, el bando demócrata no se ha librado, ya que Harris ha dicho que Trump dejó el país con la peor tasa de desempleo desde la Gran Depresión, lo cual no es cierto, y ha inflado la inversión que el gobierno al que pertenece ha destinado a las energías renovables. Pero eso sí, Trump ha mentido o exagerado bastante más que Harris.
Captar indecisos, clave
Los dos saben de la igualdad reinante, lo que hace vital captar los votantes escépticos, aquello que siguen dudando entre una y otra opción. Como suelen vivir en el centro político, los dos candidatos se han presentado como moderados, dejando de lado, al menos hoy, sus ideas más pegadas a los extremos. Trump ha rechazado en repetidas ocasiones saber nada del Proyecto 2025 –una idea ultraconservadora que promueve, entre otras cosas, sustituir a miles de funcionarios federales por gente ideológicamente afín– mientras que Harris ha recalcado las docenas de políticos conservadores que le han declarado su apoyo tras apelar a la unidad de la nación.
El bastión de Pennsivalnia
El debate ha tenido lugar en Pensilvania, uno de los estados clave para ganar las elecciones de noviembre, y los dos lo han aprovechado en gran medida, con muchos guiños a la zona. Trump ha aprovechado un momento del intercambio para asegurar que Harris lleva doce años atacando el ‘fracking’; la extracción de gas en roca que genera mucho empleo en Pensilvania.
Mientras que Harris ha estado rápida, matizando que en 2020 cambió su postura al respecto y que desde entonces defiende el ‘fracking’. Y ha añadido que, de no ser así, hubiese actuado en contra durante sus años en la vicepresidencia. Además, luego al hablar de la guerra en Ucrania ha golpeado con fuerza, forzando a Trump a explicar a los 800.000 estadounidenses de origen polaco que viven en Pensilvania su relación con Vladímir Putin.
Las armas, con Harris como protagonista
Una vez más la política armamentística ha sido clave, con Trump acusando a Harris de querer confiscar “las armas de todo el mundo”, poniendo en tela de juicio el derecho de los estadounidenses a poseer una. Pero la vicepresidenta ha aclarado que no es así, y ha puesto un ejemplo incontestable, al explicar que tanto ella como Tim Walz –su candidato a vicepresidente– tienen armas. Develando algo que pocos sabían sobre ella, que posee un arma en su casa.
Atacando a Kamala Harris
Si algo se esperaba de Harris, dado su estatus de ‘nueva’ en la carrera presidencial, es que explicara de forma más detallada su programa económico. Pero eso no ha ocurrido, ya que apenas ha entrado en esa cuestión. Ha sido la economía una de las líneas de ataque más duras de Trump, que ha sacado a la palestra varias veces la subida de precios registrada en los últimos años y se ha preguntado por qué Harris, que lleva tres años y medio ocupando la vicepresidencia, no ha hecho más al respecto, y por qué si no lo ha hecho en este tiempo lo iba a hacer en el despacho oval.
Trump fuera de sí
Que Donald Trump suele perder los nervios no es ninguna novedad, y Kamala Harris ha conseguido demostrarlo, consiguiendo en varias ocasiones hacerle estallar, por ejemplo, acusándole de algunas cosas que él dijo de Joe Biden: ser un líder débil al que los enemigos de Estados Unidos manipulan con facilidad, al que no respetan. Además de ser aburrido, ya que Harris ha dicho que mucha gente abandona los mítines de Trump antes de tiempo por no aguantar sus discursos, lo que ha enfurecido al empresario.