La Unión Europea va a jugar sus cartas ante las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles al comercio comunitario. Este lunes, los líderes de los 27 se han reunido en una cumbre informal en Bruselas. El objetivo del encuentro entre los jefes de Estado y de Gobierno, en un primer momento, era ahondar en la Europa de la Defensa, pero las primeras dos semanas de Administración Trump ya han dejado claro que el magnate republicano tiene a la UE en su punto de mira y hay que prepararse bien para las próximas curvas.
El gran asunto a tratar fue la vuelta de Trump a la Casa Blanca y la guerra comercial que ya ha desatado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció al término de la reunión informal que “la UE está preparada para un diálogo sólido pero constructivo con Estados Unidos, aunque también reconocemos los posibles retos en la relación con Washington y estamos preparados para que, cuando se nos ataque injusta o arbitrariamente, la UE responda con firmeza”.
La presidenta de la Comisión recordó que “en primer lugar”, que la relación con Washington “sigue siendo nuestra relación más importante” y es “fundamental para promover la paz, la seguridad y la prosperidad”.
Las posturas de la UE
En general, los líderes europeos mantienen que si Washington aplica aranceles comerciales, su prioridad es cooperar, aunque varios ya apuntan a que reaccionarán. “Si nos atacan en términos comerciales, Europa -como verdadera potencia- tendrá que defenderse y, por tanto, reaccionar”, aseveró el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Por su parte, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, advirtió de que si Trump impone aranceles, Europa necesita “una respuesta colectiva y contundente”. Mientras que el “premier” polaco, Donald Tusk, tachó las guerras comerciales de “innecesarias y estúpidas”.
Las amenazas de Trump
El presidente estadounidense impuso aranceles del 25% contra Canadá y México, sus países vecinos. Una promesa electoral que convirtió en amenaza una vez que llegó al Despacho Oval. Cuando estaban a punto de entrar en vigor, Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum hablaron por teléfono y pactaron una tregua durante un mes a cambio de que México despliegue a 10.000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera. El mandatario estadounidense reconoció que la conversación con su homóloga mexicana fue muy buena. Sin embargo, se mostró muy crítico con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. “Canadá es muy dura” e intenta “aprovecharse” de Estados Unidos, recalcó Trump. Un argumento que suele repetir respecto a la UE. Poco después, el magnate también le congeló los aranceles durante un mes a Trudeau.
Esta madrugada, al preguntarle si Reino Unido y la UE eran los siguientes, el magnate republicano ha manifestado que “podría pasar, pero definitivamente pasará con la Unión Europea. Les puedo decir eso, porque realmente se han aprovechado de lo que dije, ya saben, tenemos más de 300 mil millones de dólares de déficit”.
Para imponer aranceles, necesitaría una justificación (el fentanilo en el caso de México) para utilizar la misma herramienta contra la UE, o para tasar a determinados sectores industriales por motivos de seguridad. Y es que Trump invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional en respuesta a “una amenaza inusual y extraordinaria”. Por lo que en la UE mantienen la calma.
¿Cómo afectará a las economías europea y española?
Javier Molina, analista de mercados de eToro, indica a Artículo14 que “si analizamos el impacto global de un alza de dólar frente al euro y lo aplicamos a la economía europea y española, podemos ver ciertos puntos destacables”. Para el experto, en primer lugar “tenemos una potencial alza de las importaciones, siendo notable el impacto en materias primas y energéticos. Esto supone que aumenta la presión inflacionaria en España, como ocurrió en episodios previos donde un dólar fuerte impulsó los costes y afectó la competitividad”.
Asimismo, sostiene Molina, “al cotizarse el petróleo en dólares, un dólar más alto se traduce en precios más elevados en euros, potencialmente encareciendo la gasolina y afectando tanto al transporte como a la producción industrial. Y eso conlleva efectos inflacionarios de nuevo”.
En cuanto a qué productos se verán más afectados, el analista explica que serán los “productos con cadenas de suministro globales —como electrónica, maquinaria y bienes de consumo—” aquellos que “podrían sufrir alzas de precio al encarecerse los insumos importados”.
“Alta volatilidad”
Molina también ahonda en qué se debe esperar del mercado español. “Vemos un entorno de alta volatilidad, afectando especialmente a empresas sensibles a los costes de insumos importados y fluctuaciones del tipo de cambio”.
Es más, el experto advierte de que “sectores como el energético y el industrial podrían sufrir vía precios del petróleo y la elevación de costes en materias primas. El sector financiero, bancos y aseguradoras, vía su exposición a esos mercados internacionales, por efecto del tipo de cambio y la incertidumbre que se genere. Y otros sectores como el consumo y el turismo, podrían verse afectados indirectamente por la menor confianza del consumidor y un entorno económico global incierto”.
Alemania, el país de la UE que más lo sufrirá
En caso de desatarse finalmente una guerra comercial con Estados Unidos, Alemania será el país que más lo sufrirá si se tienen en cuenta los datos del comercio exterior con Estados Unidos. México fue el principal socio comercial de Washington en 2024, el 15,9% del total del comercio estadounidense. Después es Canadá, con el 14,3%, seguido de China (10,9%) y Alemania, 4,4%.