Elecciones UE

Los ultras ganan posiciones, pero el europeísmo manda

El Partido Popular Europeo gana 189 escaños, los socialistas se llevan 135, y la alianza de ultraderecha suma 130 eurodiputados

Resultados UE

“Europa ha votado y la democracia está viva”, afirmó Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, antes de anunciar los resultados oficiales de las elecciones europeas de 2024. Efectivamente, el bloque ha votado y lo ha hecho hacia la derecha: aunque el Partido Popular Europeo (EPP), agrupación de derecha próxima al centro, fue el ganador oficial de la noche, el triunfo mayor fue el de la extrema derecha, cuya alianza subió hasta el tercer puesto en la Eurocámara.

Los ciudadanos de la Unión Europea acudieron a las urnas este 9 de junio para votar por los 720 diputados que se sentarán en el hemiciclo del Parlamento Europeo. Elecciones decisivas con efecto dominó: mientras que los miembros del Consejo Europeo son los líderes de cada país del bloque, la presidencia de la Comisión (el organismo con mayor autoridad de los tres) la decide el Parlamento por mayoría. Y con esta victoria oficial del EPP, obtienen la responsabilidad de nominar al candidato principal, que en este caso será, de nuevo, Ursula von der Leyen.

Los resultados, con lupa

El Partido Popular Europeo logró 189 escaños, ganando estas elecciones con una mayoría amplia, repetida y pronosticada por todos los sondeos. Se trata de la agrupación más antigua del Parlamento, situada en la centroderecha y de corte europeísta. Fundado en 1976, el EPP defiende valores como la democracia, la economía de mercado, el Estado de derecho y la integración europea, y es una de las fuerzas políticas más influyentes en el Parlamento Europeo, donde trabaja para promover políticas comunes en áreas como la economía, la seguridad y las relaciones exteriores. Uno de sus miembros es el Partido Popular español, que en Bruselas lidera Dolors Montserrat. Y en el Parlamento, su líder es el alemán Manfred Weber. El suyo es un triunfo comparado a los 176 escaños que ganaron en 2019.

 

La segunda fuerza política, y socio del EPP en muchas de sus iniciativas, ha sido el grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), que ha logrado 135 escaños, cuatro menos que en 2019. Desde el hemiciclo, el S&D defiende valores como la justicia social, la igualdad, los derechos laborales, la sostenibilidad ambiental y una mayor integración europea con un enfoque en la cohesión social. Es uno de los grupos políticos más influyentes en el Parlamento Europeo, donde trabaja para promover políticas comunes en áreas como el bienestar social, la educación, la salud y los derechos humanos. De orientación centro-izquierda, está liderado por la española Iratxe García. De hecho, la mayoría de sus eurodiputados son de nacionalidad española. Junto con el EPP, y como alianza mayoritaria, anclarán el Parlamento en el centro y asegurarán un enfoque equilibrado para intentar alejar Europa de los extremos.

Porque el gran aliado de estos partidos, el grupo Renovar Europa (RE), se ha quedado corto y de capa caída, logrando apenas 83 escaños – lejos de los 102 que obtuvo en las elecciones anteriores. Centrista y liberal, aboga por los valores democráticos, los derechos humanos, el libre mercado, la innovación tecnológica y una mayor integración europea. Desde 2019, se posiciona como un puente entre las diferentes corrientes políticas en el Parlamento Europeo, trabajando para impulsar políticas que fomenten el crecimiento económico sostenible, la protección del medio ambiente, la justicia social y la igualdad de oportunidades. Pero sus miembros más importantes han visto derrotas electorales a lo largo de todo el bloque. La peor, en Francia: el presidente Emmanuel Macron, derrotado por Marine Le Pen, ha disuelto la asamblea nacional y convocado elecciones generales para este verano. Y entre los partidos españoles, Renew contaba con Ciudadanos, que ahora ya se ha extinguido y cuyos votos ha absorbido el PP.

El temido auge de la ultraderecha

Una que sí tiene motivos para celebrar es la italiana Giorgia Meloni, miembro del grupo de Reformistas y Conservadores Europeos (ECR) y prom queen de este periodo electoral. Su grupo, caracterizado como extrema derecha y ultraconservadora, se ha llevado 72 escaños por defender valores como la soberanía nacional, el libre mercado, la reducción de la burocracia de la UE y el respeto por las tradiciones nacionales. Se oponen a una mayor integración europea y promueven un modelo de cooperación flexible entre los estados miembros. Su buenísimo resultado electoral, que ya auguraban las encuestas, lo convirtió en el socio que todos querían: a pesar de que su alianza natural era con el otro partido de ultraderecha, Identidad y Democracia (ID), Ursula von der Leyen trató de ganarse su confianza para sumar el apoyo del ECR a su candidatura a la Comisión. Algo que no gustó nada a sus socios de izquierda. En 2019, sumaban 69 eurodiputados. 

El segundo partido de ultraderecha, y el más radical del Parlamento Europeo, es el ID, al que pertenecen los europeos más cercanos a Vladimir Putin: entre otros, Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini. Pero el ID, lejos de asustar a los votantes tradicionales, se ha llevado 57 escaños y se ha convertido en el quinto grupo del hemiciclo, con ocho escaños más que en la anterior legislatura. Profundamente ultra, defiende desde el populismo la soberanía nacional, la identidad cultural, la restricción de la inmigración y una postura crítica hacia la integración europea y las instituciones de la UE.

El grupo se opone firmemente a una mayor centralización de poderes en Bruselas y promueve políticas que favorecen la seguridad fronteriza, la protección de las industrias nacionales y la preservación de las tradiciones culturales de cada país. Su socio natural es el ECR; solo les separa su actitud hacia Rusia, ya que Le Pen y compañía no están de acuerdo con las sanciones al Kremlin. El peligro es que, fuera del ámbito ucraniano, se espera que ambos grupos voten juntos en la mayoría de las resoluciones. Por eso, el dato preocupante es que la alianza de ultraderecha suma oficialmente 128 escaños, superando con creces a Renovar, y acercándose peligrosamente a las cifras de los socialistas.

El fracaso de la izquierda

En cuanto a la izquierda, los perdedores de la noche, la caída ha sido dolorosa. El partido Verde ha sacado 53 escaños, demostrando que la sostenibilidad ya no es asunto prioritario en una UE afectada por el impacto económico de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis del coste de la vida. La suya ha sido la mayor derrota de la jornada, ya que, en 2019, lograron 71 eurodiputados. Y el grupo de la Izquierda ha logrado apenas 35 puestos, aunque en 2019 solo tenían 37, por lo que tampoco ha sido un cambio drástico.

Finalmente, están los datos de los 50 escaños logrados por miembros de partidos menores o los 45 escaños conseguidos por los No Afiliados. Entre ellos figuran, por ejemplo, el grupo radical alemán Alternativa por Alemania, que ha logrado el 15.90% del voto en su país. Otro de sus miembros es Fidesz, el partido de Viktor Orbán, que es pro-ruso y se opone a la gran mayoría de iniciativas progresistas, de igualdad o medioambientales propuestas en el Parlamento.