La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aplaudido la incorporación este domingo de Estonia, Letonia y Lituania a la red eléctrica europea tras desvincularse el pasado sábado del sistema ruso BRELL como un acto de liberación frente a las “amenazas y el chantaje” energético de Moscú.
“Hoy conectamos los países bálticos a la red eléctrica de Europa continental. Estamos cortando los últimos vínculos que nos quedan con Rusia. Esto es una liberación de amenazas y chantajes, por fin. Este es un día histórico”, ha señalado Von der Leyen durante una ceremonia celebrada en la capital de Lituania, Vilna.
“Ahora se desmantelarán las últimas líneas eléctricas que quedan con Rusia y Bielorrusia. Esas cadenas de líneas eléctricas que conectan a los países bálticos con sus vecinos hostiles serán cosa del pasado. Esto es libertad”, ha añadido la presidenta de la Comisión Europea durante una comparecencia acompañada del comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jorgensen, y el comisario europeo de Defensa y Espacio, el ex primer ministro lituano Andrius Kubilius.
Tras 24 horas funcionando en situación de aislamiento energético, los tres países pasan ya a formar parte de la red energética europea, la llamada red síncrona de Europa Continental o UCTE, en una iniciativa para protegerse, coinciden, de cualquier maniobra de presión de Rusia a través del suministro de electricidad.
El proyecto de sincronización con la red europea ha sido factible en parte gracias a la aportación de más de 1.230 millones de euros en subvenciones del Mecanismo Conectar Europa de la UE, que cubren el 75 por ciento de los costes de inversión, así como otras inversiones financiadas en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en Letonia y Lituania para reforzar la infraestructura eléctrica.
De cara al futuro, la coordinadora europea de los proyectos de sincronización del Báltico, Catharina Sikow-Magny, seguirá trabajando en estrecha colaboración con los Estados miembros de la UE en la región del Báltico para implementar los aspectos restantes de este proyecto, que es crucial para la finalización de nuestra Unión Energética. Entre los trabajos futuros se incluye la construcción del interconector Harmony Link de 700 MW entre Lituania y Polonia, cuya finalización está prevista para 2030.

El presidente lituano, Gitanas Nausedas, junto a Von der Leyen
“Adiós, Lenin”
Los dirigentes bálticos, como el primer ministro de Lituania, Gitanas Nauseda –”Goodbye, Lenin”, ha dicho en inglés, en referencia a la conocida película alemana, tras ser informado de la desconexión por teléfono– han aplaudido al unísono la incorporación de sus países a la red europea. El estonio, Kristen Michal ha celebrado lo que describió como “un paso importante para fortalecer nuestra seguridad energética y mitigar aún más la dependencia de Rusia”.
Para la primera ministra letona, Evika Silina, se trata de “un hito histórico para la seguridad energética y la independencia de Letonia” en una “ruptura permanente con la red eléctrica rusa y bielorrusa”.
“Este logro es el resultado de años de dedicación y trabajo duro. Nuestro más sincero agradecimiento a todos los especialistas, profesionales de la energía, instituciones y socios que lo hicieron posible”, ha manifestado.
El presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa, también ha transmitido sus felicitaciones a los países bálticos por su sincronización con la red europea “diez meses antes de lo previsto” en un, insistió, “momento histórico para la independencia y la seguridad energéticas en los países bálticos y en la UE en su conjunto”.

António Costa recibe en Bruselas a la jueza japonesa Tomoko Akane, presidenta de la CPI
Una de las primeras reacciones de los países europeos ha venido de la mano de Alemania, que ha celebrado la incorporación de los países bálticos como “un gran paso hacia la protección de la infraestructura crítica en la UE y una clara señal de cooperación en la región del mar Báltico”, según ha manifestado su ministra de Exteriores, Annalena Baerbock.
Moscú lamentó este pasado sábado la desconexión tras describirla como una “medida adoptada por motivos políticos” con graves repercusiones económicas.
La salida de los países bálticos del sistema BRELL, entiende Moscú, “aumentará los precios de la electricidad en la región, hará que las redes eléctricas sean menos fiables y erosionará aún más la competitividad económica de la UE”, según un comunicado de la representación rusa ante Bruselas.
“Los hogares y las empresas europeas, principalmente en los países bálticos, serán las que cargarán con los costes”, ha añadido Moscú tras avisar que “la constante campaña de la UE para cortar los lazos energéticos con Rusia solo empeorará sus perspectivas económicas”.