En la reciente cumbre de ayuda a Ucrania, que tuvo lugar en Obbürgen, Suiza, Kamala Harris reafirmó que Estados Unidos respaldaba “una paz justa y duradera” frente a la invasión rusa. Según expresó, esta invasión “no solo representa un ataque contra la seguridad alimentaria mundial y el suministro energético, sino también una agresión contra las normas y reglas internacionales”.
Pero Harris pronunció estas palabras como vicepresidenta; hoy, sin embargo, podría ser la candidata presidencial y enfrentarse a Donald Trump en las elecciones de noviembre. Por eso, y a pesar de que en esa misma cumbre anunció un apoyo de 1.500 millones de dólares para Ucrania, existe incertidumbre sobre si mantendrá la misma firmeza en la defensa del Gobierno de Volodimir Zelenski, especialmente ante un posible escenario con Trump, quien ha manifestado abiertamente su intención de promover un acuerdo de paz y finalizar el costoso apoyo a los ucranianos.
Esta perspectiva preocupa a la Unión Europea, que este lunes celebraba su última cumbre del Consejo de Asuntos Exteriores antes del verano. En su reunión en Bruselas, los ministros europeos debatieron tanto la situación en Oriente Medio como el apoyo continuado a Ucrania. Y con una agenda completa, fue la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, quien subrayó la necesidad de reforzar la defensa aérea ucraniana.
¿Qué hacer con Ucrania?
El último ataque a un hospital infantil en Kiev demuestra que Rusia sigue con su guerra de agresión sin tregua. La posición de la UE es clara: deben asegurar la resiliencia de Ucrania contra Rusia y, por ende, la seguridad de Europa. Pero la situación militar sigue siendo difícil para Ucrania, y la tibieza de Estados Unidos preocupa. Harris aún no ha prometido apoyo, y tanto Trump como su vicepresidente, JD Vance, han dejado claro en varias ocasiones su postura sobre Ucrania. “Tengo que ser honesto, realmente no me importa lo que le pase a Ucrania de una manera u otra”, ha recalcado Vance. Desde el inicio de la invasión, Vance ha hecho de Ucrania uno de sus temas emblemáticos en política exterior y ha dejado claro que es contrario a aumentar la ayuda militar.
Por ello, el Consejo de Asuntos Exteriores volvió a centrarse en el apoyo militar a Ucrania, poniendo especial énfasis en la defensa aérea. Como es habitual, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, participó en la primera parte de la discusión mediante videoconferencia.
Como seguimiento a la conferencia de paz suiza en junio, los ministros de Asuntos Exteriores debatieron cómo los estados europeos pueden promover conjuntamente su posición en conversaciones con terceros países. Es evidente que cualquier discusión sobre planes de paz solo puede tener lugar sobre la base del derecho internacional y con la participación de Ucrania. Por eso, la UE y sus socios -en este caso, Estados Unidos- deben permanecer unidos en este objetivo.
La discordancia de Hungría y Eslovaquia, aliados de Putin
No ha sido así. Tanto Hungría como Eslovaquia han anunciado que no pueden apoyar las sanciones de Ucrania contra Rusia, en particular la reciente decisión de Kiev de bloquear el tránsito de petróleo ruso hacia Europa Central. Hungría, que depende de Rusia para el 70% de sus importaciones de petróleo, argumenta que la medida amenaza su seguridad energética y considera que viola el acuerdo de asociación de 2014 entre la UE y Ucrania.
Eslovaquia, por su parte, también ha expresado su preocupación, ya que su principal refinería recibiría un 40% menos de petróleo, lo que afectaría tanto a su suministro interno como a sus exportaciones de combustible hacia Ucrania.
El problema en Oriente Medio
La situación humanitaria en Gaza también se está deteriorando dramáticamente. El Consejo de Asuntos Exteriores debatió más suministros de ayuda a Gaza, así como el proceso político para un alto el fuego sostenible. Mientras que el plan de Biden proporcionaba una ruta clara hacia un alto el fuego humanitario, la liberación de todos los rehenes y un camino hacia una paz duradera, no es seguro que Harris o Trump tengan la misma perspectiva.
Simultáneamente, la situación en la frontera de Israel con Líbano sigue siendo muy peligrosa. Los ataques con misiles de Hizbulá contra el norte de Israel continúan sin cesar. En este ambiente tenso, una chispa podría desatar un conflicto mayor. Con temor, los ministros de la UE hablaron sobre cómo se puede alentar a todos los actores hacia la moderación.
Invertir en su independencia
Con el Banco Europeo de Inversiones, la UE tiene un fuerte instrumento para la inversión en seguridad y desarrollo sostenible a nivel mundial. Según fuentes del Consejo, los ministros de Asuntos Exteriores aprovecharon la cumbre en Bruselas para intercambiar puntos de vista informalmente con la presidenta del BEI, Nadia Calviño. Frente a este marco, evaluaron la visión estratégica del BEI, que también se centra en el apoyo a Ucrania.
El Consejo de Asuntos Exteriores se ocupa de la acción exterior de la UE, que incluye política exterior, de defensa y seguridad, comercio, cooperación al desarrollo y asistencia humanitaria. Su papel principal es asegurar que la acción exterior de la UE esté unificada y coordinada, en cooperación con la Comisión Europea y con la participación del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Generalmente, se reúnen una vez al mes.
Desde Alemania
“Nos estamos preparando para todas las posibilidades imaginables y ahora tenemos que esperar y ver primero, tanto en lo que respecta a la decisión de los demócratas como a las elecciones estadounidenses”, indicó la portavoz adjunta del Ejecutivo alemán, Christiane Hoffmann.
Recordó que ahora son los demócratas los que deben elegir a un candidato y añadió, al ser preguntada por la candidatura de la vicepresidenta, Kamala Harris, que es buena práctica del Gobierno alemán no evaluar ni hacer comentarios al respecto.
Respecto a Harris se limitó a señalar que Scholz coincidió en varias ocasiones con ella, también junto al presidente Biden, por lo que existe “una cierta cercanía” y “familiaridad”, y que la considera “una política experimentada y competente”.