La tumba del patriarca de la ultraderecha francesa, Jean-Marie Le Pen, situada en la zona oeste del país, ha amanecido este viernes con graves daños en su parte exterior, aparentemente por golpes, sin que esté claro en un primer momento las circunstancias de este acto de vandalismo.
Le Pen fue enterrado el 11 de enero, cuatro días después de su muerte, en el cementerio de La Trinité-sur-Mer, su localidad natal. El sepelio ya se celebró en la estricta intimidad, ante el temor a posibles disturbios por la controvertida figura del difunto.
Una vecina de la zona ha explicado a la cadena France 3 que la parte exterior ha recibido lo que parecen “golpes de maza”, mientras que un miembro de la familia, Philippe Olivier, ha indicado a la cadena BFMTV que la tumba quedó “bastante dañada” y ha confirmado la rotura de la cruz celta situada en la parte superior.
Pas de mot pour qualifier les individus qui s’attaquent à ce qu’il y a de plus sacré. Ceux qui s’attaquent aux morts sont capables du pire contre les vivants. pic.twitter.com/KjmDrsxOzc
— Marie Caroline Le Pen (@MCarolineLePen) January 31, 2025
“La profanación de la tumba de la familia Le Pen en La Trinité es una abyección absoluta”, ha escrito el ministro del Interior, Bruno Retailleau, en la red social X. “El respeto a los muertos es lo que distingue a la civilización de la barbarie”.
Le Pen falleció el 7 de enero a los 96 años y sus restos reposan bajo una sobria placa de mármol en la que se leen únicamente el nombre y las fechas de nacimiento y muerte, tal como reclamó en vida el fundador del Frente Nacional, reconvertido ahora en Agrupación Nacional.