Tras seis horas y media de declaración, Cintia Romina Tonietti negó haber visto que el expresidente de Argentina, Alberto Fernández, hubiera pegado a su ex esposa, Fabiola Yáñez. Aunque la mujer -ex empleada doméstica de la quinta presidencial- aseguró no haber visto moratones en el cuerpo de la ex Primera Dama, el fiscal Ramiro González se mostró interesado. Remarcó este jueves -apenas terminada la declaración- que si bien “hay que analizar toda la prueba”, la declaración “corrobora varios puntos” (de los denunciados por la víctima) y afirmó que, en cualquier caso, “nada mejora la situación procesal de Alberto Fernández, en relación a las pruebas ya acumuladas”.
Estas palabras transmitidas a Artículo 14 aluden a una historia que hace ya casi dos meses tiene su título. Se trata de una causa por violencia de género en la que Fernández está imputado por los delitos de lesiones leves y graves, doblemente agravado por el vínculo, más abuso de poder y de autoridad, y amenazas coactivas.
Como parte del desfile semanal de testigos que pasan hace al menos un mes por los Tribunales de Comodoro Py en Buenos Aires, este jueves fue el turno de la primera de las cuatro testigos sugeridas por la defensa de Alberto Fernández. Debían declarar dos de esas personas, pero por el tiempo que llevó la entrevista con Tonietti, al segundo testimonio se le volverá a citar.
Este medio accedió a las 18 páginas de la declaración testimonial de la ex empleada doméstica, un personaje que llegó a estar muy cerca de la ex pareja. Declaró haber comenzado a trabajar limpiando la casa de Fernández en 2018 y, tras la asunción presidencial, en 2019, quedó contratada como personal para desempeñar tareas de limpieza en la quinta de Olivos, la residencia de los presidentes de Argentina y donde, según la querella, se desencadenaron los principales hechos de violencia de género perpetrados por el expresidente.
Esos hechos principales que ahora investiga el fiscal González son la presión para abortar que habría sufrido Yáñez, el hostigamiento psicológico, el maltrato verbal y el maltrato físico, según las denuncias de la ex Primera Dama.
De lo último se destacan, en particular, tres acontecimientos, cuya comisión el fiscal busca probar: un puñetazo en un ojo, marcas en un brazo que le dejaron a Yáñez distintos moratones y una patada en su vientre, estando embarazada de Francisco, el hijo que tiene con el ex jefe de Estado argentino.
Qué dijo la ex empleada doméstica de Olivos
Es muy importante para la querella que Tonietti, una mujer enteramente llevada a esta causa por Fernández, confirmara el punto de inflexión que significó en la pareja la famosa fiesta de Olivos. O para ser más precisos, la foto de la fiesta de Olivos.
Esa reunión social que la entonces pareja presidencial había organizado en 2020 -en plena cuarentena estricta por Covid- para celebrar el cumpleaños de Fabiola, quedó plasmada en una fotografía (viralizada un año después), que terminó en un escándalo público y en el desplome de la imagen de Fernández.
Él siempre consideró que Fabiola había difundido la foto para perjudicarlo y que eso le hizo perder las elecciones de medio término de 2021. El motivo -siguiendo ese razonamiento- son celos, dado que la mujer acababa de enterarse que él había coqueteado con una amiga y asistente suya, que trabajaba en la sección Ceremoniales de Casa de Gobierno.
Esa persona se llama Sofía Pacchi. Ella aparece en la foto de la famosa fiesta (y tiene abierta una causa judicial por ese tema) y además fue citada por el fiscal Ramiro González para declarar en la actual causa por violencia de género.
Hay gran expectativa por su testimonio, pero Pacchi se excusó en varias ocasiones alegando cuestiones de salud, y todavía no hay una nueva fecha fijada para su declaración. A esa mujer, Tonietti dijo conocerla, porque además trabajó para ella, por horas.
Pero lo importante es que la ex empleada doméstica confirmó que “la relación cambió” después de la difusión de la foto. “Estaban nerviosos por la situación mediática. Era un ambiente complicado; asesores yendo y viniendo”, detalló.
Las lesiones en el ojo que confirmó el médico presidencial
Para el fiscal, uno de los testimonios centrales brindados hasta ahora fue el del jefe de la Unidad Médico Presidencial, Federico Saavedra, quien confirmó haber visto el ojo morado de Yáñez y declaró que la pareja le transmitió que había sido un golpe “involuntario”, ocurrido en el lecho matrimonial. Esto fue en contra de la versión que sale desde la defensa, acerca de que lo del ojo fue un efecto adverso de los tratamientos estéticos que se hacía Yáñez.
Como el médico había declarado que alguna de las empleadas domésticas de la quinta lo recibió cuando visitó a la pareja para chequear el estado del ojo de Yáñez, la fiscalía ahora le mostró esa declaración a Tonietti. Sin embargo, la mujer dijo no recordar haber sido ella esa persona, y puso el nombre sobre la mesa de otras testigos que participarán en esta causa próximamente; otras empleadas de la residencia, también llevadas por Fernández a la investigación.
Tonietti apoyó la versión de Fernández en varios sentidos. Dijo que Fabiola “se hacía tratamientos (estéticos) en la barriga, masajes y pinchazos en la cara”. “Yo juntaba el descarte del baño”, agregó. El fiscal entonces le repreguntó (a instancias de la querella) cómo sabía que habían sido pinchazos y ella contesto que “otro tratamiento no se hacía, más que cuidar mucho su cara. Era lo único que tenía de invasivo”. “Los hacía dentro del chalet presidencial. Llegaba la esteticista y se le aplicaba los tratamientos. Yo le armaba todo. Entraba cuando me pedían que les lleve algo para tomar”, refirió.
Los contrapuntos de la declaración de Tonietti
Pero en otros sentidos, la mujer ratificó varios hechos declarados por la ex Primera Dama. Por ejemplo, confirmó que, antes de mudarse definitivamente a la casa de los huéspedes de la quinta de Olivos, debido a los maltratos, Yáñez cada poco se resguardaba ahí, aunque dijo desconocer el motivo.
El fiscal le mostró algunos intercambios de mensajes de Whatsapp presentados por la querella y un audio en el que Fernández, sacado de quicio, maltrata verbalmente a Fabiola. La ex empleada reconoció esto como discusiones “normales” dentro de una pareja, después de confirmar que ese tipo de intercambios existían, pero no delante suyo.
Sin dudas, la defensa de Fernández se agarrará de las veces en que la mujer -en base a preguntas instadas por la defensa del acusado- afirmó haber visto tomar alcohol de más a Yáñez, por fuera de lo razonable, detalló. “Alberto nos pedía que le prestaramos atención a Fabiola cuando estaba embarazada para que no tomase alcohol, pero como niñera de ella no, nunca”.
Pero hay que recordar que el desequilibrio emocional fue reconocido por Yáñez de entrada, quien enfatizó que debió tomar bastante medicación psiquiátrica para mantenerse en pie. Podría haber habido alcohol, desde ya, no sería la causa de ningún golpe.
Tonietti, como era esperable, negó haber visto golpes, por más que la veía “en ropa interior”. Además declaró que su ex marido casi no dejaba salir a Yáñez de la quinta de Olivos, pero que ella, si quería, “llamaba la custodia y se iba”. Aunque ratificó que “ella decía que parecía que estaba presa”. Quizás lo estuviera.