Antes de la llegada de una delegación de oficiales estadounidenses a Groenlandia, encabezada por el vicepresidente JD Vance, la primera ministra de Dinamarca Mette Frederiksen quiso apoyar públicamente a los residentes e la isla. Ante la gran atención mediática que ha adquirido este gélido territorio de apenas 60.000 habitantes, la premier alabó el carácter de los groenlandeses, a quienes agradeció “no haberos doblegado” ante Donald Trump.
JD Vance y su comitiva desembarcarán este viernes en una base militar al norte de la isla, en una visita con un claro mensaje de fondo: EE.UU. está dispuesta a usar todos los medios a su alcance para adquirir la isla. Groenlandia, que cuenta con una ubicación estratégica clave y es rica en recursos naturales, se convirtió en uno de los primeros objetos de deseo de Trump tras su vuelta al poder.
Looking forward to visiting Greenland on Friday!🇺🇸 pic.twitter.com/p3HslD3hhP
— JD Vance (@JDVance) March 25, 2025
Presión mediática
“La atención y la presión son enormes. Pero en tiempos como estos, demostráis de que estáis hechos. Os mantenéis firmes en vuestra condición, y demostrasteis vuestros valores. Todos mis respetos”, escribió la primera ministra danesa. La isla es una ex colonia de Copenhague, y todavía sigue vinculada al país, ya que es un territorio autonómico. Dinamarca ha sido un aliado histórico de EE.UU., y pese a su desencuentro con la Casa Blanca por la soberanía de Groenlandia, la premier evita subir el tono de las acusaciones.
Frederiksen insiste en que la voluntad de Trump sigue intacta, y que sigue defendiendo lo que “dijo públicamente en varias ocasiones, la más reciente el miércoles”, cuando defendió nuevamente en una entrevista radiofónica que adquiriría la isla. La Casa Blanca no descarta usar todos los mecanismos a su disposición, sea por vías militares o presión económica, para anexionarse el territorio.
“La isla no está en venta”
“Saben que la isla no está a la venta. Y que Groenlandia no quiere ser parte de Estados Unidos. Se lo hemos comunicado inequívocamente en público y en privado”, prosiguió la dirigente danesa. En los comicios celebrados a principios de marzo, los groenlandeses votaron por una coalición de gobierno alternativa, con partidos favorables a independizarse de Dinamarca. Pese a que Copenhague aprueba la celebración de un referéndum si así lo desean los residentes de la isla, ningún gobierno ha convocado la votación, que genera incertidumbre por las consecuencias económicas que afrontaría el territorio.
La visita de JD Vance y su equipo, que finalmente se centrará en la base espacial de Pituffik -al norte de la isla-, reemplazó el plan original, en que la mujer del vicepresidente, Usha Vance, pretendía acudir a la capital Nuuk para una carrera de trineos impulsados por perros. El plan fue modificado, tras la indignación mostrada por oficiales daneses y groenlandeses, que criticaron el plan de la Casa Blanca de visitar la isla, cuando todavía no se cerraron las negociaciones para formar coalición de gobierno.
Protestas
Para recibir a la comitiva estadounidense, los groenlandeses han convocado protestas, que ya habían ocurrido tras los pronunciamientos de Trump. Para Frederiksen, la llegada de JD Vance supone una “inaceptable presión” para la isla. Según Vance, el plan es “comprobar lo que ocurre ahí con al seguridad”. Y añadió: “líderes de América y Dinamarca ignoraron a Groenlandia por mucho tiempo. Esto fue malo para la isla, y para la seguridad de todo el mundo”.
Según el canal danés TV2, oficiales de EE UU visitaron Nuuk en las jornadas previas a la vista, en un intento de reclutar a ciudadanos dispuestos a encontrarse con Usha Vance. Al parecer, la negativa de los residentes en dar la bienvenida a la visitante, forzaron la cancelación de sus planes. No obstante, Trump insistió esta semana que “el pueblo de Groenlandia nos reclama que viajemos ahí”.