Protestas

La primera ministra de Bangladés dimite y abandona el país tras las protestas

Miles de manifestantes asaltan la residencia oficial de Sheik Hasina tras las protestas que se han saldado con al menos 300 muertos. El Ejército anuncia la formación de un Gobierno interino

Bangladés
La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, durante un discurso en abril Efe

La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, dimitió este lunes y abandonó el país, según la televisión Canal 24, tras semanas de violencia generalizada en las calles por las protestas estudiantiles que se han saldado con casi 300 muertos.

Hasina abandonó el país en helicóptero militar a las 14:30 hora local (8:30 GMT), acompañada por su hermana menor Sheikh Rehana, informó el medio local Prothom Alo. Fuentes citadas por el medio dijeron que partieron hacia Bengala Occidental, en India.

El secretario de prensa de Hasina, Naimul Islam Khan, dijo a EFE que no podía confirmar por el momento los acontecimientos.

Asalto a la residencia oficial de Hasina

Durante la mañana de este lunes, miles de manifestantes asaltaron la residencia oficial de la primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina.

El canal bangladesí Channel 24 mostró imágenes de decenas de ciudadanos en la residencia oficial, Ganabhaban, marchando en los salones del edificio y cargando muebles y platos.

El secretario de prensa de Hasina, Naimul Islam Khan, dijo a EFE que no podía confirmar por el momento los acontecimientos.

Miles de personas salieron a las calles de Daca quebrantando el toque de queda impuesto por el Gobierno y uniéndose al llamamiento de las protestas estudiantiles, que pidieron manifestarse en la capital en un claro desafío contra la primera ministra, Sheikh Hasina, y el resto de su gabinete.

Jornada sangrienta

Los manifestantes se dirigían hacía el Monumento al Mártir de Daca, según pudo comprobar EFE, centro de encuentro cargado de simbolismo, ya que rinde homenaje a los estudiantes y activistas que fueron asesinados en una serie de manifestaciones en 1952 cuando la Policía de la entonces Pakistán Oriental abrió fuego contra ellos.

Esto se produce a pesar del toque de queda que entró anoche en vigor en Bangladés, ordenado por el Gobierno para contener los violentos enfrentamientos que se vivieron ayer por todo el país, en los que murieron 93 personas.

Los choques tuvieron como protagonistas a los estudiantes que exigen la dimisión del Gobierno, y los simpatizantes de la Liga Awami de Hasina.

Paralelamente, el Ejército había pedido paciencia a los manifestantes, a la espera de que el jefe de las Fuerzas Armadas, Waker-Uz-Zaman, realice una declaración a las 14:00 hora local (8:00 GMT).

Este acontecimiento levantó los ánimos entre varios de los manifestantes, después de que Zaman dijera el pasado fin de semana que el Ejército siempre estaría de parte de la gente por el bien del país.

Bangladés

Soldados del Ejército de Bangladé patrullan en la calle después de que el Gobierno impusiera un nuevo toque de queda, en Daca

Zaman confirmó la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina y anunció la formación de un Gobierno interino, tras varias semanas de violencia generalizada en las calles y que han concluido con la huida del país de la mandataria.

“Se formará un gobierno interino y a través de este gobierno se llevarán a cabo todas las actividades del país”, dijo Zaman en una declaración oficial a la prensa.

Zaman pidió el cese de la violencia y aseguró que ahora se discutirá con el presidente del país, Shahabuddin Chuppu, la formación del Gobierno temporal.

Además, aseguró que se juzgará “a los asesinos” y los responsables “de las injusticias” cometidas contra los estudiantes en el marco de las protestas.

El inicio de las protestas estudiantiles

Las protestas estudiantiles comenzaron a principios de julio para exigir el fin de unas cuotas al empleo público que consideran discriminatorias en uno de los países más pobres del mundo.

Sin embargo, se tornaron violentas a mediados del mes pasado, desatando una ola de enfrentamientos por todo el país que se ha cobrado hasta el momento la vida de casi 300 personas, la mayoría estudiantes y civiles, entre denuncias del uso de fuerza desmedida cometido por las fuerzas de seguridad para contenerlas.

Pese a que los estudiantes recibieron el respaldo del Tribunal Supremo, que ordenó abolir la mayor parte de las cuotas, ahora piden justicia para las víctimas y la dimisión completa del Gobierno.

Ademas, rechazaron una propuesta de diálogo de la primera ministra.

Estas manifestaciones se han convertido en el mayor desafío al que se enfrentaba Hasina desde que asumió su cuarto mandato consecutivo el pasado enero, en unas elecciones que fueron boicoteadas por la oposición.

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