A las 12:33 del lunes 28 de abril, la Península Ibérica quedó a oscuras e incomunicada en todas las vías de comunicación (acceso a internet, cobertura en la telefonía móvil, fibra óptica, entre otros). Lo que comenzó como una aparente caída de tensión en varios puntos de la red eléctrica pronto se convirtió en un apagón masivo que afectó a España y a Portugal.
En cuestión de segundos, la desconexión dejó a millones de ciudadanos sin luz, transporte, telecomunicaciones y con una gran incertidumbre sobre cuánto duraría el apagón. Este hecho no afectó a los archipiélagos de Canarias y Baleares, ni a Ceuta y Melilla al contar con sistema eléctrico independiente.
En el caso de La Rioja, Andalucía, Murcia, Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad Valenciana, tuvo que activarse el estado tres de emergencia, que supuso que el Ejecutivo central asumiera la gestión y el control de la situación. También la Unidad Militar de Emergencia tuvo que desplazarse para prestar apoyo a los ciudadanos necesitados.
Reacción internacional ante el apagón
La gravedad de los hechos no tardó en hacerse eco en la prensa internacional, que reaccionó con rapidez ante la imagen de dos países europeos desarrollados sumidos en el caos y sin saber si el apagón dudaría horas o días.

The Guardian describió cómo millones de españoles fueron sorprendidos y planteó la posibilidad de cuál podría ser la razón del apagón, abriendo la posibilidad de que fuese un ciberataque. Financial Times abrió su edición digital con el titular “España declara el estado de emergencia eléctrica”, destacando el riesgo sistémico de una caída energética de tal magnitud en plena transición ecológica.
En Italia, Corriere della Sera planteó la posibilidad de si la causa fue una vibración atmosférica extraña.
Desde Alemania, Der Spiegel destacó las dificultades de la situación en “los hogares que se encuentran sin electricidad y probablemente permanecerán así durante horas”. Le Monde alertó de la paralización automática de cuatro centrales nucleares en territorio español.

El apagón, uno de los más graves en la historia reciente de España, provocó la pérdida inmediata de 15.000 megavatios de generación eléctrica, lo que representa cerca del 60% de la demanda del país en ese momento. La magnitud del incidente no solo colapsó servicios esenciales como el metro, los semáforos o las redes móviles, también provocó que muchos ciudadanos quedaran atrapados en trenes, ascensores, metros y sin poder acceder a las ciudades, debido al corte de algunas carreteras.
Al otro lado del Atlántico, NPR informó de la situación con titulares que hablaban de”“apagón masivo”.

En Grecia, la prensa tituló con “los cinco segundos críticos que sumieron a España en la oscuridad” (News247.gr), o “un nuevo mundo inseguro” (diario Estia).
La agencia checa CTK puso el acento en las dificultades para esclarecer las causas que desencadenaron la crisis y plantea la cuestión de si la red checa tiene la capacidad de afrontar una situación de dimensiones similares. Mientras que los medios eslovacos atribuyeron inicialmente la causa del apagón a condiciones meteorológicas, algo que después fue desmentido.
El 99,95% de la demanda eléctrica peninsular ya se había recuperado a las 7:00 horas de este martes, con un total de producción de 25.794 megavatios (MW), según datos actualizados de Red Eléctrica. Las causas del apagón siguen bajo investigación. Red Eléctrica ha descartado un ciberataque y apunta, por el momento, a una descompensación crítica en la red interconectada.
Primeras muertes
Precisamente este martes por la tarde, el diario “The Times” titulaba con “La Policía investiga las muertes tras los apagones en España y Portugal”. Mientras que en su actualización de la noche, el Financial Times apuntaba que “El operador de la red eléctrica española descarta un ciberataque como causa del apagón”.
La cadena CNN informaba en su web que “España y Portugal recuperan el suministro eléctrico, pero persisten las dudas sobre el apagón del lunes”.