Las mujeres en Australia no maldicen su suerte porque mineras nacieran. Todo lo contrario. La paráfrasis de esta icónica copla de Antonio Molina cambia el género rápido en el país oceánico y cada vez son más las chicas que dicen con orgullo, que son mineras. Lo hacen a través de las redes sociales y la fórmula funciona: jóvenes dinámicas que cuentan su día a día en la mina a través de publicaciones en TikTok o en Instagram. De esa manera, dan detalles del ‘chollo’ de trabajar en un sector exigente aunque generoso para el bolsillo. El contraste gusta e inspira a los usuarios.
Paula García Medina es de Gran Canaria, tiene 23 años de edad y, desde hace dos meses, cuenta su experiencia desde Australia Occidental. Le llueven mensajes en TikTok de gente interesada en adentrarse en esta industria, muchas de estas personas son mujeres a las que ha inspirado a hacer algo que jamás se habían planteado. Entre su contenido hay varios vídeos en los que explica cómo es buscar trabajo en el sector minero australiano, cuáles son los requisitos y cómo es trabajar allí.
@paugarciamedina Como consegui entrar a las minas✨En poco subo que certifcaciones y visado hacen fakta. Os leo abajo 🥰❤️✨ #australia #españa #grancanaria🇮🇨 #fyp #españolesporaustralia #workandholidayaustralia #workandholidayaustralia #fyppppppppppppppppppppppp #fifo #fifo #fifolife #fifoworker #fifoaustralia #fifogirls #westernaustralia
“Me siento muy orgullosa de que chicas me hablen y me digan: ‘pues voy a intentarlo, me han entrado ganas de probar este sector’”, explica a Artículo14 desde la mina de oro en la que trabaja, ubicada en Kalgoorlie, una ciudad a seis horas y media de Perth. “Creo que no soy solo yo, sino todas las que hacemos vídeos. No solo estamos rompiendo con el estereotipo de que las minas son solo para hombres, sino que trabajar en ellas no es tan malo. Vale la pena, al menos desde mi experiencia”.
Son varias las razones que enumera para que le salga a cuenta trabajar 12 horas diarias limpiando las habitaciones de los mineros, haciendo turnos en el bar o visitando en coche durante el turno de noche las oficinas de las minas repartidas por la zona. “La primera es que se gana una barbaridad de dinero. Yo quería volver con dinero a Gran Canaria y esta es la manera más rápida”, confiesa. Estamos hablando de unos 1.400 euros por semana —se trabajan dos semanas seguidas y se descansa una—. “Además, no se dice todos los días que has trabajado en una mina de oro en Australia en medio del desierto”, apunta. Sus vídeos reflejan cómo es la vida en esta industria.
@paugarciamedina Yo me lo paso pipa aqui 😜 #australia #españa #grancanaria🇮🇨 #fyp #españolesporaustralia #workandholidayaustralia #workandholidayaustralia #fyppppppppppppppppppppppp #fifo #fifo #fifolife #fifoworker #fifoaustralia #fifogirls #westernaustralia
Las ‘influencers’ de la minería
Paula es una de las jóvenes que forman parte de esta tendencia cada vez más extendida entre otras chicas. Son las ‘influencers’ de la minería y no solo hablan en castellano. Las cuentas de chicas anglosajonas y de otros países que cuentan sus experiencias en las minas australianas son muy numerosas. La fórmula de combinar belleza, juventud y valentía en un lugar tan hostil funciona y muchas están monetizando las publicaciones de sus aventuras. En muchos casos, la elección de currar en las minas no es temporal, como sucede con Paula, es tal el retorno económico que muchas quieren hacer carrera en esta industria.
Sienna Mallon es un ejemplo. Esta australiana de 27 años trabajaba en una planta de fertilizantes en el estado de Victoria y ahora es encargada en una mina de carbón en Queensland. Su salario ha pasado de unos 49.000 euros a 122.000 euros anuales. Cuenta con 175.000 seguidores que no pierden detalle de su día a día.
@siennamallonn Influencers I cannot stand. #mining #miningtok #fifo #influencers #girls #girlsgirl
Esto es lo que comentó en uno de sus vídeos en abril: “Abrí esta cuenta hace seis meses y hay marcas que me contactan constantemente para trabajar con ellas. He pensado mucho sobre ello y solo trabajaré con las marcas de mis sueños, no lo haré con las que yo no usaría y solo representaré a las que sí. No quiero parecer poco auténtica. Soy muy nueva en el mundo de la creación de contenido y estoy navegándolo como puedo”, reconoce.
El lado gris: el acoso a las mujeres
La Oficina Australiana de Estadística calcula que las mujeres representan el 21% de las alrededor de 300.000 personas que componen la mano de obra en las minas. En torno a 100.000 están bajo el régimen Fifo, acrónimo de fly-in-fly-out, que significa que los trabajadores residen en ciudades y se desplazan en avión a las minas, donde permanecen varias semanas. Paula, por ejemplo, tiene su residencia en Perth y se desplaza en avión a su trabajo. Sus dietas, transporte y alojamiento están incluidos. Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. El acoso laboral por ser mujer no forma parte de la experiencia de Paula —más allá de comentarios “micromachistas” a los que ella misma no da mucha importancia—, sin embargo, para muchas de ellas los abusos forman parte de su día a día.
@siennamallonn Would you listen to me yap? #miningindustry #speaking #leadership #youngwomen #womeninindustry #mining #miningtok #publicspeaking
Mallon publicó un vídeo esta semana sobre este asunto muy extendido en este sector. En él critica a mujeres mineras que sugieren en los comentarios a sus publicaciones que las víctimas de estos abusos deben lidiar con ellos, que lo tienen que normalizar. “Espero de verdad que aprendan que estás contribuyendo a que las mujeres lo pasen fatal en este trabajo”, esgrimió. A Paula no le molestan en exceso e incluso entiende que mineros de otras generaciones se dirijan a ella con algo menos de respeto que otros más jóvenes, pero muchas trabajadoras viven esta y otras experiencias de manera distinta.
En otra publicación, Mallon incide en que “nos asusta que nos traten de forma diferente. Tenemos miedo de ir al baño en el turno de noche. De no sentirnos seguras para ir a la cama porque estamos solas y no tenemos gente a nuestro alrededor que nos haga sentir seguras”, agregó. “No conozco a muchos hombres que se hayan planteado esto cuando han aceptado un trabajo en la mina, pero sé que todas las mujeres que he conocido han tenido en cuenta este detalle”, señala.
Afortunadamente, las vivencias de Paula son en positivo, ya que “el ambiente está bastante bien”, señala. “Somos pocas chicas. Hay algún comentario cuando estás en el bar. No lo hacen a malas”, incide.
De Miss Universo Irlanda a la mina
Aunque algunas influencers mineras tratan el asunto del acoso laboral, hay otras que prefieren no hacerlo. Grainne Gallanagh fue Miss Universo Irlanda en 2018 y en la actualidad trabaja como conductora de camiones en régimen Fifo en una zona remota de Australia Occidental. Tiene 30 años de edad y cuenta con más de 22.000 seguidores en TikTok y 83.000 en Instagram. Sus vídeos son más livianos que los de Mallon. En ellos explota el hecho de haber sido una ‘miss’ y haberse pasado ahora a una industria tan alejada de su profesión de modelo. Se mudó a Australia en 2023 junto a su prometido y también trabaja 12 horas diarias bajo un sol de justicia. Para ella, el salario también es lo más importante.
@ggallanagh Sorry, Wheres the champagne? 🥂 #fifo #weddingplanning #weddingdressshopping #glamorous
La motivación de Paula para contar su experiencia a través de TikTok es porque “me gusta la creación de contenido”. Ha estudiado Marketing Digital y prefiere hacer vídeos para ella que para otros. “Lo hago para mis amigos y para mis padres. A ellos les encanta ver el día a día. Ven que me río, ven mis historias. Me divierto un montón”, confiesa.
Pronto regresará a Gran Canaria unos meses y “luego ya veré si quiero volver a Australia o no”, sostiene. Los jóvenes que tienen la visa de trabajo y vacaciones se enfrentan a la dificultad de que no hay suficientes empleos y las condiciones son difíciles. Decida lo que decida, se llevará a España una experiencia única que guardará en su memoria y, mientras ella quiera, en TikTok.