La noticia se había spoileado con anticipación, pero este miércoles finalmente se concretó: la Justicia difundió el fallo que confirmó la sentencia a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la dos veces Presidenta y ex Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la llamada “causa vialidad”.
La propia CFK (como se la suele abreviar) estaba segura del revés judicial que recibiría por el cargo de “administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”, de parte de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, presidida por el juez Gustavo Hornos e integrada por los magistrados Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña. Tanto que este martes anunció su destino penal -y la persecución política que, entiende, se liga a esa coyuntura- en una carta de protesta de cinco páginas, publicada en redes sociales.
“¿Por qué me condenan ‘los Copitos de Comodoro Py’?”, se preguntó para arrancar, en una doble alusión que cruza a la banda “los Copitos” -acusados de intentar asesinarla en 2022- y “Comodoro Py”, el nombre de los tribunales donde se dirimió el fallo contra ella. Y sigue: “Por un delito que como Presidenta nunca pude haber cometido: el de administración fraudulenta en obras viales, aprobadas por el Parlamento en los presupuestos nacionales, licitadas, ejecutadas y pagadas por el gobierno de Santa Cruz y aprobada su rendición de cuentas por la Auditoría General de la Nación y el Congreso de la Nación desde 2003 al 2015”.
Valen las aclaraciones: 2003-2015 son los años en los que Argentina estuvo gobernada por el kirchnerismo; con Néstor Kirchner, primero, y luego -con dos mandatos-, CFK. “Santa Cruz”, en tanto, es una enorme provincia de la Patagonia argentina, al sur del país. Y es muchas otras cosas que conviene explicar. Es la provincia de nacimiento y de la que fue gobernador Néstor Kirchner (fallecido en 2010) y de la que Cristina Kirchner fue diputada en los 90 y senadora en los primeros 2000. Es la jurisdicción donde el matrimonio crió a su familia, en donde CFK reside parte del año, tiene propiedades y un indiscutible manejo de poder, que entre 2015 y 2023 también estuvo garantizado por las gobernaciones consecutivas de Alicia Kirchner, su cuñada.
Es, por fin, la jurisdicción donde se licitaron, con evidentes favoritismos al empresario (y “socio” de Cristina Kirchner, determinó la Justicia) Lázaro Báez, las obras viales por las que ahora se la condenó.
Qué determinó la Justicia en el fallo contra Cristina Kirchner
El fallo que confirmó la sentencia del tribunal que había condenado a CFK en 2022 no solo se refirió a la ex mandataria. La Justicia investigó si hubo un plan sistemático en las licitaciones de la obra pública, en busca de probar si se cumplió la figura de la “asociación ilícita”.
Aunque dos de los tres camaristas rechazaron que esa circuito de corrupción específico pudiera ser probado, ocho funcionarios nacionales y provinciales -sobre trece acusados iniciales- deberán ir a la cárcel, además de la propia CFK. Entre ellos, el (ya famoso en Argentina) secretario de Obras Públicas de esos años, José López.
Hay que ir a la foja 359 (sobre 1.541) para encontrar este párrafo del fallo de la Cámara, que resume bien lo que ponderaron los magistrados: “… que la base fáctica en todos los casos fue la sustracción de fondos millonarios por medio de la defraudación al Estado Nacional a través de la obra pública vial en la provincia de Santa Cruz; y que la modalidad escogida para la perpetración de los fondos del Tesoro fue adjudicar ilegalmente a las empresas de Lázaro Antonio Báez las licitaciones públicas aquí analizadas. Que al efecto (los juzgadores) valoraron la prueba incorporada al expediente, analizaron las 51 licitaciones y toda la prueba los condujo a diversas conclusiones sostenedoras, en definitiva, de la hipótesis criminal última”.
En su carta Cristina Kirchner denunció (como dice hace años) que es víctima de una persecución política y judicial (irónicamente habla del “Partido Judicial de Comodoro Py”), y subrayó que buscan proscribirla, ya que la sentencia incluye su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Pero, ¿quedará realmente vedada en ese sentido? Y, lo más importante, ¿irá a la cárcel?
La sentencia contra Cristina Fernández de Kirchner
Así como el fallo se conocía antes de difundirse y no sorprendió a nadie, tampoco sorprenderá que la jefa de la principal fuerza opositora al gobierno de Javier Milei continúe su batalla judicial del modo que ella misma anunció públicamente: apelando la sentencia en la Corte Suprema de Justicia.
Según quién opine, el dictamen de este miércoles puede saber a poco o a mucho, pero lo que es seguro es que Cristina Fernández no irá presa ni tampoco tendrá limitaciones para asumir cargos por un tiempo prudencial. Todo dependerá de los tiempos en que se expida la Corte Suprema, un órgano judicial que en Argentina ha demostrado tomarse los plazos de resolución a sus anchas.
Hay quienes se preguntan si la envergadura del personaje podría acelerar los tiempos (de años a meses). Sin embargo, el costo político de hacerlo sería enorme para el máximo tribunal del país, explicó Rosario Ayerdi, jefa de la sección Política del diario Perfil, en alusión a las elecciones de medio término, en solo un año.
“Esta discusión va a estar en la campaña electoral. Lo vimos en 2019 y en 2023: la posibilidad de Cristina Kirchner reciba un revés judicial en plena campaña electoral. Mucho después de haber elegido a Alberto Fernández como candidato presidencial, la propia Cristina Kirchner dijo que no había sido candidata porque no quería dejar al peronismo frente a la posibilidad de quedarse sin candidato, si ella misma sufría un revés judicial en plena campaña”, recordó, y aclaró: “Por los tiempos, esta situación es aún más cercana que la de aquel momento. Con la discusión en la Corte, va a ser una posibilidad mucho más certera”.
Cristina frente a la Corte Suprema
Ayerdi aclaró que la ex jefa de Estado argentina “tiene 10 días hábiles” (hasta el 28 de noviembre) para apelar, pero “la Corte no tiene plazos”. Tampoco tiene definidos del todo sus miembros, un tema complejo, que podría resumirse así.
Este año se jubilará el juez Juan Carlos Maqueda -para quien no se consensuó un reemplazo-, pero en paralelo obtuvo media sanción la ampliación de la Corte de 5 a 9 miembros. Esa decisión que impulsa el Gobierno podría sumar jueces con inclinaciones políticas diversas. Todo pende del Senado, cámara en la que el sector que conduce CFK no solo tiene voz y voto sino que tiene mayoría
Pero la pregunta de fondo entonces será otra: “No sé si la Argentina está preparada para que CFK sea candidata; tampoco, si la Corte estará preparada para ratificar una condena de seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos de por vida”.
Como sea, el escenario político actual es intenso y bastante claro: “Hablamos de una Cristina que quiere ser protagonista y recibió estos fallos de Casación estando ‘en la cancha’, a días de asumir como presidenta del partido justicialista. Uno puede discutir si su liderazgo opositor es lo que era; sin dudas fue perdiendo espacio, pero Milei confronta con ella y no hay otra figura emergente a la vista”.
Se trata de una batalla retórica en la que “no caben dudas que Milei y Cristina Kirchner son funcionales mutuamente y se eligen como contricantes”, opinó Ayerdi, y concluyó: “Uno diría ‘está bien elegirla como contrincante porque tiene mala imagen’. Bueno, pero eso no le funcionó al peronismo”.
O, en realidad, “nunca se sabe en política hasta dónde levantar a un opositor puede terminar dando vuelta la elección. El peronismo levantó y sostuvo a Milei como opositor pensando que así dividiría el voto de derecha. Le salió mal. Ya lo decía Perón: ‘No es no que nosotros seamos buenos: el que viene siempre es peor’”.