La gira asiática de Pedro Sánchez concluye este viernes con el plato fuerte: una reunión con el presidente de China, Xi Jinping, que ha tenido lugar a las 5.00 de esta madrugada (hora española). La visita, planificada desde hace meses, ha coincidido con la guerra comercial desatada por Donald Trump y las advertencias lanzadas por su administración a España por acercarse a Pekín.
“No estoy seguro si ha sido el presidente o el ministro de Economía de España quienes han comentado que ‘bueno, quizá nos tenemos que alinear más con China‘. Eso sería como cortarse el cuello“, advirtió el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en un evento con banqueros.

Pese a las advertencias, el Gobierno ha dejado claro que su intención es abrir nuevos mercados asiáticos a las empresas españolas y el propio presidente, en una conversación informal con los periodistas que siguen su gira, se ha mostrado partidario de que Europa cambie su mirada hacia China y también a la inversa, mostrándose convencido de que España puede jugar un papel de constructor de alianzas más equilibradas entre ambas partes.
“Se adapta a alianzas”
El cambio de mirada que propone Sánchez encaja con la visión que la potente DeepSeek —la potente herramienta china de inteligencia artificial (IA) que compite con ChatGPT— tiene del presidente del Gobierno de España. A la pregunta de qué ideología tiene Sánchez, la IA china responde: “Es un socialdemócrata moderno con toques progresistas, pero pragmático en economía y geopolítica. Su ideología es flexible, adaptándose a alianzas (Podemos, nacionalistas) y contextos (UE, crisis postpandemia)”.
Añade DeepSeek respecto a la política exterior de Sánchez que su vínculo con la OTAN es propio de un “atlantista moderado”. “Apoya a Ucrania, pero evita confrontar directamente a Rusia o China (ej.: no envía tanques Leopard)”, dice. En este mismo sentido, sobresale esta visión: “Ha evitado confrontaciones públicas con Pekín sobre Xinjiang (un territorio autónomo de China con varios grupos étnicos), Hong Kong o Taiwán, a diferencia de otros líderes occidentales“.
De hecho, su percepción es que “prioriza el comercio (exportaciones agroalimentarias), pero con cautela en tecnología (veto tácito a Huawei en redes 5G críticas)”.
Las advertencias de DeepSeek
A la pregunta de si Sánchez debería ser más exigente con China, DeepSeek, sorprendentemente responde que sí. Pero vale la pena fijarse en sus argumentos:
“Sí, pero con pragmatismo. No se trata de imitar a EEUU (que busca la confrontación), sino de aprender de países como Alemania o Italia, que combinan cooperación económica con mayores salvaguardas en seguridad. España puede defender mejor sus intereses sin sacrificar su autonomía, pero necesita una estrategia china más definida y menos reactiva“.
Para llegar a esta conclusión, la IA china advierte previamente sobre “el coste económico de un distanciamiento” que podría tener para España un endurecimiento de su posición con el gigante asiático: “China es el cuarto cliente de las exportaciones españolas (10.400 millones de euros en 2023) y un mercado clave para empresas como Inditex o Mercadona”. Así que —añade— “un tono más hostil (de España) podría provocar represalias (ej.: bloqueo de productos agroalimentarios, como hizo con Lituania)”.
El argumento de DeepSeek para disuadir a España de según qué pulsos también es que “no tiene el peso de Francia o Alemania”. “Sánchez carece de la influencia de Macron o Scholz para negociar de igual a igual con Pekín. Una postura demasiado dura podría dejar a España aislada” sin ganar contrapartidas”, razona.
Finalmente, recuerda que la UE no tiene una postura unificada respecto a China. “Mientras Alemania protege su industria automotriz y Francia su tecnología nuclear, España no tiene sectores comparables. Le conviene más flexibilidad que confrontación“, considera.
Muy probablemente, Sánchez y DeepSeek no están muy alejados. El presidente de ideología flexible ha mantenido también este viernes un encuentro con empresarios chinos, potenciales inversores en España. De informes de Amnistía Internacional sobre la conculcación de derechos en China, un régimen de partido único, difícilmente saldrán a debate público en algún momento. Ya se sabe: “Un tono más hostil (de España) podría provocar represalias”.