Melania Trump entró vestida de rojo y con una gran sonrisa en el Fiserv Forum de Milwaukee justo a tiempo para el cierre de la Convención Nacional Republicana en la noche del jueves. Pausadamente, mientras la Novena Sinfonía de Beethoven sonaba de fondo, Melania caminó bajo el lente de las cámaras hacia el escenario donde la esperaba su marido, Donald Trump.
El encuentro cara a cara entre ambos resultó algo extraño. Él se mostró sorprendido cuando ella se dispuso a darle un beso que no fue a los labios sino a la mejilla y no dudo en dedicarle algunas palabras al oído durante varios segundos.
Donald Trump y la exprimera dama Melania Trump
Para decepción de público y periodistas, Melania no habló. Al cierre de la Convención se la vio junto a su esposo, sonriendo siempre y acariciándole el brazo ocasionalmente. Él se veía satisfecho con la imagen. Toda su familia reunida, incluso su hija Ivanka, que, como Melania, se ha mantenido alejada de la campaña de este año.
“Mi increíble esposa”
En el discurso previo, el ex mandatario ya se había volcado en agradecimientos a su mujer. “En este viaje, me siento profundamente honrado de que me acompañe mi increíble esposa, Melania”, dijo el ahora confirmado candidato del Partido Republicano en medio de un prolongado aplauso. “Y Melania, muchas gracias”, concluyó.
Trump destacó el apoyo que recibió de parte de Melania después del atentado en su contra ocurrido el pasado sábado y que terminó con él herido en una oreja que sigue vendada. “Melania, muchas gracias, tú también hiciste algo hermoso, una carta llamando a la unidad del país. Fue algo hermoso”.
El nominado republicano Donald J. Trump junto a su esposa Melania al terminar el discurso
Tras el atentado, la ex primera dama describió como “una máquina política inhumana” al autor del intento de magnicidio, de quien dijo que ”intentó aniquilar la pasión de Donald: su risa, ingenio, amor por la música e inspiración”.
“Cuando vi esa violenta bala impactar a mi esposo supe que mi vida estaba al borde de un cambio devastador”, dijo la exmodelo en su carta. Pero en el gran acto de Milwaukee no hizo ningún comentario público.
La cita de Milwaukee fue uno de los días grandes de Trump. Aceptó oficialmente la nominación como candidato a la presidencia de Estados Unidos y recibió la ovación de un Partido Republicano rendido a sus pies, aún más desde que sobreviviera por centímetros a los disparos de un francotirador de 20 años que actuó por motivos aún desconocidos.
En los tres días de fiesta en el pabellón Fiserv Forum de Milwaukee estuvieron la mayoría de los integrantes del clan Trump: su hijo Don Jr y su prometida, la expresentadora de Fox News Kimberly Guilfoyle; Eric Trump y su esposa, Lara, que tiene un papel político cada vez mayor; y su hija Tiffany, que acudió acompañada de su marido, el empresario Michael Boulos.
Donald Trump, acompañado por su familia, al terminar su discurso en la Convención Nacional Republicana
Pero Melania no apareció allí hasta el último día. Y a pesar de las expectativas de algunos de los asistentes, no pronunció palabra alguna en público. Se limitó a subir al escenario, donde besó recatadamente en la mejilla a su marido. Eso fue todo de Melania.
Su discreta aparición parece confirmar lo que muchos observadores y personas de su entorno han apreciado en los últimos meses. La señora Trump apoya el intento de recuperar el poder de su marido, pero no tiene interés en implicarse demasiado en él ni someterse al escrutinio mediático que eso implicaría.
No es la única integrante del clan Trump que ha preferido alejarse de la batalla política en la que está embarcado su líder. Jared Kushner, su yerno y una de las figuras claves en el diseño de su política exterior en los años que pasó en la Casa Blanca. Quien no se dejó ver fue el joven Barron, el único hijo en común de Donald y Melania.
La de Melania era una de las presencias más reclamadas por los fieles republicanos en Milwaukee, hasta el punto de que “¿dónde está Melania?” se convirtió en la pregunta general. También en Google, donde esa búsqueda se disparó a medida que se acercaba el final de la Convención.
Finalmente, para deleite general, la señora Trump apareció, presentada por el locutor del evento como “la próxima primera dama de Estados Unidos”. No aclaró por qué tardó tanto en hacerlo y se mostró tan aparentemente tibia con su marido. Muchos simpatizantes de Trump dijeron que su esposa estaba aún recuperándose del impacto de haber estado a punto de perderlo. Otros dijeron que ella es una mujer familiar e intenta siempre explotar al máximo el tiempo con el joven Barron, que pronto dejará el hogar para iniciar sus estudios universitarios. Ninguno mencionó el recuerdo de Stormy Daniels, la actriz porno que aseguró haber tenido un encuentro sexual con Trump y contó los detalles en el juicio en el que este fue condenado el pasado mayo.