La Eurocámara vota a favor de la democracia y reconoce la victoria de Edmundo González en Venezuela

La resolución del Parlamento Europeo también insta a la Unión Europea y a sus Estados miembros a unirse en el reconocimiento de González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela

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Edmundo González Urrutia durante un acto de campaña en La Victoria Efe

Tras meses de incertidumbre y una votación tensa en Estrasburgo, el Parlamento Europeo ha reconocido por fin a Edmundo González Urrutia como el presidente legítimo y democráticamente elegido de Venezuela. Esta resolución, de carácter no vinculante, se aprobó con 309 votos a favor, 201 en contra y 12 abstenciones. Los principales apoyos provinieron del Partido Popular Europeo, así como de los grupos ultraconservadores y de extrema derecha.

Es una “resolución durísima” que condena al régimen de Maduro y reconoce a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, según palabras de la eurodiputada del PP Dolors Montserrat. Montserrat también calificó la resolución como “una victoria importantísima para todos los demócratas que defendemos la libertad frente a las dictaduras”. Concluyó su intervención con un mensaje claro: “Ni un paso atrás. Hasta el final”.

De hecho el PP ha criticado abiertamente la postura de los socialistas españoles en relación con la situación política en Venezuela, acusándolos de alinearse con el régimen de Nicolás Maduro en lugar de defender los principios democráticos y los derechos humanos. Destacan que los socialistas, al no reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, han mostrado una actitud que consideran incompatible con la defensa del estado de derecho. Además, han denunciado que en la residencia del embajador español en Venezuela se han producido incidentes de intimidación hacia González por parte de dos dirigentes chavistas, y han cuestionado si esta negativa a reconocer su elección está relacionada con dichas presiones. Según el PP, esta situación es preocupante y requiere una explicación por parte del gobierno y los representantes socialistas en el Parlamento Europeo.

Reconocer la democracia

El reconocimiento a González Urrutia llega en un contexto de alta inestabilidad política en Venezuela, donde las elecciones del 28 de julio de 2024 fueron ampliamente disputadas. Tras el cierre de las urnas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Nicolás Maduro como ganador con el 52% de los votos. Sin embargo, la oposición, encabezada por González Urrutia, rechazó de inmediato los resultados y alegó fraude, presentando cifras propias que aseguraban una victoria aplastante del candidato opositor.

La Eurocámara también reconoció a María Corina Machado, destacada figura de la oposición, como la líder de las fuerzas democráticas en Venezuela. Aunque Machado era la candidata original de la oposición, fue sustituida por González Urrutia tras ser inhabilitada para participar en las elecciones por instituciones cercanas al gobierno de Maduro. Desde entonces, Machado ha permanecido en gran medida oculta, apareciendo solo en algunas manifestaciones organizadas por la oposición.

En cuanto a González Urrutia, su situación se complicó tras la proclamación de Maduro como presidente. Poco después de los comicios, las autoridades venezolanas lo obligaron a firmar una carta en la que supuestamente admitía su derrota. La carta, dirigida a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, contenía la frase: “Respeto la proclamación del CNE que otorga la victoria a Nicolás Maduro”. Sin embargo, González Urrutia reveló que fue forzado a firmarla bajo coacción mientras estaba refugiado en la embajada de España en Caracas.

Refugiado en Madrid

El líder opositor declaró desde Madrid, donde fue acogido tras semanas escondido en Venezuela: “Tuve que firmarla o enfrentar las consecuencias”. Añadió que fue sometido a “horas muy tensas de coerción, chantaje y presión”. Según su versión, las autoridades venezolanas le llevaron la carta a la embajada con la promesa de dejarlo salir del país si la firmaba.

La situación legal de González Urrutia también es compleja, ya que enfrenta una orden de arresto en Venezuela por “delitos graves” relacionados con su negativa a reconocer la victoria de Maduro. El gobierno lo acusa de haber publicado resultados electorales no oficiales, una tarea que, según las autoridades, solo corresponde a las instituciones autorizadas. A su vez, el CNE ha declarado que no puede publicar un desglose detallado de los resultados debido a un supuesto ataque informático, aunque los observadores internacionales han señalado la falta de pruebas de dicha interferencia.

José Vicente Haro, abogado de González Urrutia, calificó la situación de su cliente como “chantaje” y describió los últimos días antes de su salida de Venezuela como extremadamente tensos. En una videollamada antes de su partida hacia España, Haro relató que vio a su cliente “bajo mucha presión, en una situación de coerción, con pocas posibilidades de expresarse libremente”. Añadió que González Urrutia estaba “psicológica y emocionalmente roto”.

Desde Estrasburgo

La resolución del Parlamento Europeo también insta a la Unión Europea y a sus Estados miembros a unirse en el reconocimiento de González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela. Aunque la competencia en política exterior recae sobre los Estados miembros, el texto refleja una postura clara por parte de la institución europea frente a la crisis venezolana.

El reconocimiento de la Eurocámara se produce en un momento clave, en el que la comunidad internacional está profundamente dividida sobre la legitimidad de Maduro como presidente. Mientras que países como Estados Unidos han sostenido que hay “pruebas abrumadoras” de que González Urrutia ganó las elecciones, otras naciones se han mostrado más cautelosas en su respuesta, esperando una aclaración sobre los resultados.

Por su parte, Maduro ha mantenido su postura firme, acusando tanto a González Urrutia como a Machado de ser responsables de la muerte de 25 civiles y dos soldados en las protestas que estallaron tras la proclamación de su victoria. A pesar de las sanciones impuestas contra su gobierno desde su reelección en 2018, que muchos países consideran ilegítima, Maduro ha logrado mantener su control sobre las instituciones del Estado.

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