Testimonios

La alternancia de poder, algo que la nieta de Dolores nunca ha conocido

A sus 87 años, ella ha conocido la alternancia de poder, algo que que su nieta Isabel jamás ha visto en sus 21 años de existencia. Las dos han votado por el cambio: "No queremos emigrar", coinciden ambas

Venezuela
Ciudadanas venezolanas posan con la bandera de su país frente al puesto de votación en las elecciones presidenciales de Venezuela Efe

Dolores e Isabel están separadas por 400 kilómetros de distancia. La primera es mujer de 87 años que reside en Cumaná, una ciudad costera al este de Venezuela; mientras que la segunda tiene 21 años y por primera vez ha votado en una elección presidencial.

Las une no solo su deseo de escoger a la opción que representaría la salida del chavismo después de 25 años en el poder, sino también lazos de sangre: son abuela y nieta.

La primera vez: en 1952

Cuando Dolores comenzó a votar en unas elecciones presidenciales, en Venezuela había la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, que en 1952 se hizo del poder después convocar un plebiscito en el que hizo un fraude y desconoció la voluntad popular.

Recuerda que no lo hizo por el Pérez Jiménez sino por el político Jóvito Villalba, cuyo resultado desconoció el militar y llevó a la última dictadura en Venezuela durante el siglo XX. Trabajaba desde entonces en el sector educativo y le exigían como constancia llevar las tarjetas de los colores de los otros partidos para constatar que lo había hecho por el general.

Votaciones en la jornada electoral venezolana en el Centro Cultural Fernández de los Ríos de Madrid, este domingo. Cerca de 25.000 venezolanos están inscritos en España para votar en las elecciones presidenciales de su país.

Dolores no lo hizo y seis años después, con el derrocamiento de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, enumera algunos de los presidentes que tuvo el país y varios de los comicios en los que participó: Rafael Caldera, Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi, la mitad de los seis jefes de Estado venezolanos antes de la llegada del chavismo.

Ni Chávez ni Maduro

Confiesa que desde hace cinco lustros no sufragó ni por Hugo Chávez ni por Nicolás Maduro. La única presidencial a la que ha faltado es la de 2018, que marcaron el segundo mandato del líder chavista y el desconocimiento internacional a esas elecciones, lo que profundizó en el plano interno la crisis política, social y económica.

“He votado porque ya estoy obstinada de este gobierno porque no me alcanza ni la pensión ni la jubilación para comprar nada. Hay que buscar la paz, el amor, la convivencia. La verdad es que ellos (el chavismo) hablan mucho de paz y siembran más odio que otra cosa”, explica Dolores a Artículo14.

Isabel se estrena

Desde Caracas, Isabel cuenta cómo quiso votar en las regionales y municipales de noviembre de 2021, en las que la Unión Europea participó con una misión de observación electoral que enfureció al chavismo, y los obstáculos que le impidieron participar en ese proceso.

Acudió a las jornadas especiales del Registro Electoral para inscribirse en el padrón. Luego, cuando se verificó en el sitio web de la autoridad electoral, su nombre no aparecía. Entre 2022 y 2023 escribió un reclamo vía correo electrónico, pero la respuesta nunca le llegó.

Elecciones

Máxima expectación en Venezuela en esta elecciones

Ante la incertidumbre y la desconfianza volvió a intentarlo cuando se llamó, entre marzo y abril de 2024, para la inscripción de quienes iban a participar en las presidenciales de este 28 de julio.
Isabel ya está en la universidad, casi por culminar su carrera de Relaciones Industriales. Aprovechó que jóvenes de una casa de estudios privada -los jóvenes del Centro de Estudiantes de Derecho- promovieron la actividad.

A las urnas con desconfianza

“Durante este proceso me sentía preocupada de no poder ir a votar, ya que me interesa ejercer este importante derecho como ciudadana, estudiante universitaria y que ha formado parte de la representación estudiantil de su universidad”, admitió la joven a Artículo 14.

Al cerrar el lapso de verificación que hace el Consejo Nacional Electoral (CNE), Isabel se sintió aliviada porque aparecía como votante y pudo sufragar este domingo.

Venezuela

Una ciudadana venezolana se manifiesta este domingo durante la jornada de votaciones en Venezuela

Ha ido con recelo; en especial porque la oposición venezolana no participó en 2018 y después, cuando lo hicieron en 2021, el caso Barinas no se ha borrado de la memoria: un opositor ganó en la cuna de Chávez; el Tribunal Supremo de Justicia desconoció los resultados y ordenó una nueva elección en la que por segunda vez el chavismo salió derrotado en el feudo más simbólico para los herederos del creador de la llamada “revolución bolivariana”.

“No quiero emigrar”

“Mi optimismo me hace pensar que el proceso será transparente y que podremos cambiar de gobierno, pero otra parte de mí recuerda aquellas veces donde me sentí engañada y viví la angustia de los disturbios de años pasados. Por supuesto, en cualquiera de los dos casos, me preocupa enormemente qué depare el futuro del país, sobre todo porque nunca he tenido intenciones de emigrar y todavía tengo fe en poder tener una buena vida aquí con mi familia”, resume Isabel.

Venezuela

Una mujer camina sobre el puente internacional Francisco de Paula Santander que une la ciudad de Cúcuta (Colombia) con Ureña (Venezuela)

Las venezolanas acuden a las urnas en medio de una crisis social y política. La Encuesta de Condiciones de Vida 2023 (ENCOVI) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) reveló que en 2023 la emigración cambió de destinos, con Estados Unidos y España con los más preferidos, en disminución de Colombia y Chile.

La migración femenina

“Otro dato que destaca es la emigración reciente de mujeres con fines de reagrupación familiar, hecho que podría significar mayor estabilidad de la emigración venezolana en los diferentes destinos”, menciona el estudio.

Y quienes se quedan, el 88 % de los participantes de la Encuesta ENCOVI vive en inseguridad alimentaria; en parte porque la mitad de los hogares no percibe los ingresos suficientes para costear la cesta alimentaria, lo que los ubica en pobreza extrema.

Venezuela

Fotografía de una vendedora ambulante junto a los productos que ofrece en Caracas

Pero Dolores e Isabel buscan ser parte de un grueso número de venezolanos que no quiere irse del país, que espera un cambio y tiene la esperanza de la salida de Maduro del poder y con él del chavismo como la primera fuerza política y de gobierno, algo que la abuela conoció en el pasado como alternancia de poder y que su nieta jamás ha visto en sus 21 años de existencia.