Argentina

La declaración de la esteticista de Yáñez, clave en el juicio: “Me contó que el moratón se lo había hecho Alberto”

Con los nuevos testimonios del médico presidencial y de la esteticista de Fabiola Yáñez, la versión de Alberto Fernández de que los golpes se debían a que "bebía mucho alcohol y se caía" o a sus "tratamientos faciales" quedan abatidos

Las imágenes que Fabiola Yañez envió a Fernández a través de su secretaria Infobae

Hace una semana parecía bastante claro que el expresidente de Argentina, Alberto Fernández, había quedado en evidencia tras la declaración del jefe de la Unidad Médica Presidencial, ya que ese testimonio ratificaba varios de los hechos de violencia de género contra Fabiola Yáñez por los que está imputado judicialmente. Este martes volvieron a quedar los hecho comprobados después de que el fiscal Ramiro González escuchara a Florencia Aguirre, esteticista de Yáñez, que negó rotundamente que sus tratamientos pudieran haber causado algún moratón en la ex primera dama.

En conversación con Artículo 14, González compartió lo más relevante de esa declaración y también el testimonio que le tomó este martes a un segundo médico: Federico Alem, hombre que integró el equipo a cargo del cuidado de la salud del Presidente y su esposa entre 2019 y 2023, y quien confirmó lo dicho hace una semana por el médico que lideraba el área, Federico Saavedra, con respecto al golpe en el ojo que se viralizó en dolorosas fotos de Yáñez.

Dijo que “tenía la equimosis a nivel de los párpados”, como había declarado Saavedera, y que -al igual que el último- no recordaba cuál de los dos (si Fernández o Yañez) había dicho que “fue un golpe involuntario en la cama”.

La exprimera dama de Argentina Fabiola Yáñez en el interior de un vehículo tras declarar desde Madrid, de forma telemática

Hay que recordar que desde el momento en que Yáñez decidió denunciar a Fernández por violencia de género, el ex jefe de Estado negó su responsabilidad en relación a esos golpes viralizados en fotos. Como parte de su estrategia de defensa, hizo circular dos versiones sobre la causa de las lastimaduras.

La primera fue hacerle llegar a distintos interlocutores en los medios que Yáñez bebía bastante y que eso le provocaba caídas frecuentes. La segunda, apuntar a los tratamientos y cirugías estéticas que recibía la mujer, como si los moratones pudieran haber sido parte del trauma esperable para esas prácticas.

No solo hizo circular esas versiones sino que en el último momento, la defensa presentó sobres cerrados con manifestaciones de tres mujeres que trabajaron en la Quinta de Olivos (la casa donde viven los presidentes de Argentina), que para resguardar su identidad fueron nombradas como las testigos A, G y D, sin contar un cuarto testimonio (F), que se sumó este martes.

Si bien esos testimonios no tienen validez judicial porque, aunque la defensa lo viene pidiendo, son personas que no fueron citadas todavía por el fiscal, las dclaraciones dieron mucho que hablar en los medios de Argentina.

En línea con lo que Fernández intentó imponer inicialmente, se repiten teorías que matizan toda la denuncia por violencia de género y que ridiculizan a Yáñez, a quien buena parte del público termina imaginando borracha y desequilibrada, o postrada con moratones post quirúrgicos por una ambición de belleza.

Declaración de la esteticista de Fabiola Yáñez

Aunque la Justicia debe probar o refutar los hechos denunciados, las versiones que salen del entorno de Fernández empiezan a caer por su propio peso, frente a los últimos testimonios llegados a la fiscalía. De hecho, cuando en su declaración de siete horas el médico Federico Saavedra manifestó que “nunca hubo que derivar a Fabiola a otro profesional o institución, ni por abuso de alcohol ni por afecciones psíquicas“, terminó relativizando la teoría del alcohol en demasía.

Y ahora Florencia Aguirre, que conoce a Fabiola desde 2016 en un centro de estética, confirmó ante el fiscal que no le hizo ningún tratamiento con plasma rico en plaquetas y, en una entrevista con Infobae, afirmó que “por la fecha era imposible que ella se pudiera hacer algún tratamiento que le dejara algo, un hematoma por ejemplo, porque ella estaba en pleno tratamiento (para quedar embarazada)”. Luego agregó: “Es más, ya lo habíamos hablado anteriormente: no podía usar ácido ni nada que le pudiera hacer mal, y nada que no fuera apto para embarazadas”.

La fiesta en la Quinta de Olivos

Según compartió el fiscal con este medio, Aguirre le explicó que “varios de sus ingresos a Olivos no quedaban registrados y que cuando volvió a ver a Fabiola -post pandemia- estaba muy triste por el tema de la foto de la fiesta de Olivos”.

Para entender esa referencia conviene recordar que entre los “considerados” que Ramiro González incluyó en el escrito que imputa al expresidente de Argentina, uno de los hechos descritos ocurrió el 26 de junio de 2021: “Después de una discusión originada posiblemente por la denominada ‘fiesta de Olivos’, le propinó un puñetazo en el ojo, ante lo cual Yáñez le cuestionó ‘¿qué me hiciste?’. Fernández no le contestó nada. Se dio vuelta y con eso terminó la discusión”.

Alberto Fernández y Fabiola Yáñez - Internacional

Alberto Fernández y Fabiola Yáñez, su exmujer, durante un acto público

Esa fiesta tan comentada fue un escándalo que se dio a conocer ese año, pero que había ocurrido en 2020. Todo por una foto viralizada que reveló que la ex pareja presidencial había celebrado (con numerosos invitados) el cumpleaños de Yáñez, en plena cuarentena estricta por Covid. El enfado de la ciudadanía fue tal que la imagen pública de Fernández se desplomó. La Justicia deberá probar si ese enfado recayó en violencia directa contra su esposa.

En este punto, la esteticista dijo algo importante y es que “Alberto estaba muy enojado porque habían perdido las elecciones (legislativas) de 2021”, que “no le hablaba” y que “ella estaba angustiada por las elecciones porque le echaban la culpa por la fiesta de cumpleaños”.

Los golpes que vio la esteticista

Yáñez le dijo a Aguirre que “se sentía presa” y “que no podía salir” de la quinta de Olivos. Que “tenía que pedir permiso para salir”. Pero el punto central es que, tres días después de la discusión en la cama por la foto viralizada (o sea, el 29 de junio), Aguirre encontró -según su declaración- a la entonces Primera Dama con un hematoma en el ojo. Ella le explicó que “fue Alberto, sin querer”.

Hasta aquí, la teoría del golpe “involuntario” coincide con lo declarado por el médico Saavedra, quien testimonió que esa fue la explicación que recibió del matrimonio presidencial cuando fue a visitar a Yáñez para ver si su ojo se recuperaba.

Pero la esteticista le dio un giro al tema, con una apreciación personal: “No le creí”. Agregó que “por la forma que tenía el hematoma, no parecía un ‘sin querer’”.

Contó que luego volvió a ver otro hematoma, esta vez el del brazo derecho. Y recordó que “Alberto la llamaba a gritos”; que Fabiola le había dicho “qué feo es vivir con alguien que no te habla, no te saluda”.

Aguirre también estaba al tanto de que en el teléfono del expresidente que le prestaron a Francisco (el hijo de la ex pareja, de solo dos años) habían encontrado videos y fotos de mujeres, y manifestó que eso la tenía “muy angustiada”.

Por fin y como dato relevante, la mujer contó que ocasionalmente también había prestado servicios a Alberto Fernández. Dijo que le hizo “tratamientos de piel” y, también, “de pelo”.

TAGS DE ESTA NOTICIA