El nuevo cónclave de la “coalición de los dispuestos”, el embrión de una nueva alianza occidental que pretende apoyar militarmente a Ucrania tras el “abandono” de Estados Unidos, avanzó en la definición de una posible fuerza internacional que proteja una eventual paz en Ucrania, dentro del objetivo de una treintena de países europeos, Canadá y Australia, de reforzar la posición negociadora de Kiev frente a Rusia.
La reunión de la llamada ‘coalición de voluntarios’, auspiciada por Francia y Reino Unido, dio un paso más con el anuncio del envío a Ucrania de una misión militar franco-británica para comenzar a estudiar posibles modalidades de despliegue.
El encuentro coincidió también en mantener las sanciones económicas a Rusia hasta que se alcance la paz, así como en continuar el apoyo militar y político a Ucrania para que esté en la mejor posición negociadora ante Moscú.
Today, at the Coalition of the Willing meeting in Paris, initiated by President @EmmanuelMacron, I emphasized:
– Negotiations on Russia’s terms would pose a direct threat to the European security architecture.
– Any ceasefire agreement must include strong security guarantees for… pic.twitter.com/OBJOB8bVKf— Gitanas Nausėda (@GitanasNauseda) March 27, 2025
Sin unanimidad
“No necesitamos unanimidad para lograrlo”, avanzó Macron, que insiste en la urgencia de desplegar tropas en Ucrania para evitar que Rusia vuelva a golpear militarmente el país. No obstante, Vladimir Putin ya avanzó que no aceptaría ningún escenario que implique la llegada de fuerzas militares de países de la OTAN junto a las fronteras de Rusia. “Habrá una fuerza de seguridad desplegada por varias naciones europeas”, insistió el anfitrión francés.
En Ucrania “habrá una fuerza de garantía” enviada por “varios países europeos” si finalmente se acuerda el final de la guerra, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, en una conferencia de prensa tras la reunión.
El encuentro de París ocurrió en plenos esfuerzos diplomáticos para intentar acabar con más de tres años de guerra. La Administración Trump ya ha celebrado cumbres bilaterales con oficiales ucranianos y rusos en Arabia Saudí, y trata de acercar las posturas ante las demandas maximalistas de los países enfrentados.
Por ahora, el primer ministro británico Keir Starmer solamente pudo avanzar que los 31 participantes acordaron seguir apoyando a Ucrania para que disponga de suficiente fuerza en las negociaciones, sin precisar más detalles. Y agregó: “Espero que un acuerdo de tregua se pueda lograr en los próximos días y semanas, no meses”.
Cautela con Washington
Los líderes occidentales hacen malabarismos dialécticos, en un intento de no enojar a la Casa Blanca, y para evitar que el Kremlin se retire definitivamente de las mesas de diálogo. En los próximos días, se espera que delegaciones de militares occidentales viajen a Ucrania para estudiar como reforzar al ejército ucraniano. Europa afronta una presión creciente de la Administración Trump, que exige al viejo continente hacerse cargo de sus propios desafíos de seguridad, un reto complicado ante los altos niveles de deuda y el limitado crecimiento de la mayoría de los países.
Para asegurar la implementación de la primera fase de la tregua, que prevé un cese de hostilidades en el Mar Negro, la “coalición de los dispuestos” rechazó la idea de seguir aplicando sanciones económicas a Rusia. Pese a no querer incomodar en exceso al Kremlin, Starmer afirmó que “Rusia está tratando de postergar (la tregua) con sus juegos”.
Presión de Zelenski
Volodomir Zelenski, que aceptó negociar la tregua a cambio de la restitución de la ayuda militar y de inteligencia estadounidense -frenada desde su encontronazo con Trump en Washington-, presionó para imponer más sanciones a Moscú. “Retirar sanciones a Rusia ahora será un verdadero desastre para la diplomacia. Son una de las herramientas útiles que tiene el mundo para presionar a Rusia hacia negociaciones reales”, consideró Zelenski.
Pero Starmer avisó de que el plan requiere “el pleno apoyo de Estados Unidos”. Su socio Macron añadió que “espero que los americanos estén de nuestro lado, incluso jugando un rol activo”. La Casa Blanca ya avanzó que pretende fomentar el reingreso de Moscú al mercado global de fertilizantes y exportaciones agrícolas, aunque sin validar plenamente las condiciones impuestas por el Kremlin.
Francia, al rescate
El anfitrión francés prometió una nueva partida de unos dos mil millones de euros en ayuda militar a Ucrania, que incluirá el envío de tanques ligeros, defensas aéreas y misiles antitanque, así como municiones y apoyo logístico. Desde la diplomacia rusa, la portavoz del ministerio de exteriores Maria Zakharova acusó a Francia y Reino Unido de gestar planes para “intervenir militarmente en Ucrania” bajo el pretexto de una misión de paz, e insinuó que esta medida podría forzar un conflicto militar directo entre Rusia y la OTAN.
Mientras, en el frente las armas no callan: drones rusos hirieron a 18 personas en la región de Jarkiv durante la madrugada del jueves, y los ataques de artillería dejaron sin electricidad ni comunicaciones a parte de la región de Zaporiyia. Desde Kiev, el ejército ucraniano confirmó que el ataque sobre la base aérea rusa de Engels del pasado 20 de marzo logró destruir 96 misiles aire-aire.
- Emmanuel Macron
- Francia
- Keir Starmer
- París
- Pedro Sánchez
- Reino Unido
- Rusia
- Ucrania
- Volodímir Zelenski