La reunión ‘informal’ del 17 de junio no fue definitiva, pero sí decisiva para Ursula von der Leyen, que espera repetir como presidenta de la Comisión Europea durante otros cinco años. Von der Leyen daba por sentada su candidatura, ya que su partido, el Partido Popular Europeo (EPP), fue quien ganó las elecciones europeas del pasado 9 de junio.
Para su reelección, necesita primero el apoyo de los líderes del Consejo, y después la mayoría de votos de los eurodiputados del Parlamento. Tras la victoria del EPP, Von der Leyen daba por hecho lo primero y sentía incertidumbre por lo segundo. Pero la cena del lunes, en la que los líderes debatieron hasta pasada la medianoche los próximos ‘top jobs’ de la Unión Europea, no dio frutos y no hubo consenso. Ahora, se intensificarán las negociaciones de cara a la cumbre del 27 y 28 de junio, donde sí tendrá que decidirse la candidatura oficial de von der Leyen.
¿Qué salió mal? El camino hacia la reelección ha sido espinoso desde el principio, en gran parte debido al auge de la ultraderecha en las últimas elecciones. Los partidos pertenecientes a los grupos Identidad y Democracia (ID) y los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR) llevan meses haciendo campaña contra Von der Leyen.
También en clave ultraderechista, von der Leyen suscitó la furia de sus aliados en la izquierda al intentar ganarse el apoyo de Giorgia Meloni, líder del ECR. Los Socialdemócratas (S&D), los Verdes, y la Izquierda, cuyo apoyo en la Eurocámara es clave para que salga reelegida, no vieron con buenos ojos esta tentativa de “pactar con la extrema derecha”. En vista de las circunstancias, se predecía un consenso difícil entre los eurodiputados — pero resulta que antes lo hubo entre los 27 líderes de los países del bloque.
Lista preliminar
Los negociadores parecen haber acordado tres nombres, pero los líderes seguirán debatiendo. Estos candidatos son António Costa, de Portugal, como presidente del Consejo Europeo; Roberta Metsola, de Malta, como presidenta del Parlamento Europeo y Kaja Kallas, de Estonia, como alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
“Es más una cuestión de equilibrio de poder entre el EPP y el S&D lo que ha impedido que se anunciara un acuerdo esta noche”, según fuentes diplomáticas. Para conseguir el respaldo de los líderes de la UE, von der Leyen necesita el apoyo de una “mayoría cualificada” de 15 de los 27 países, que representen al menos el 65 por ciento de la población del bloque.
Doce líderes pertenecen al grupo político de von der Leyen, el EPP, pero también necesitaba ganarse a Macron, del grupo centrista Renew Europe, y al canciller alemán Olaf Scholz del S&D. Y ambos líderes del eje franco-alemán en el núcleo de la Unión Europea han salido debilitados tras ser superados por partidos de extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo.
Demasiadas exigencias
Sediento de poder, el EPP tuvo una idea arriesgada y propuso a los socialistas que el mandato del presidente del Consejo Europeo se dividiera en dos periodos de 2,5 años, y que los socialistas obtuvieran solo uno de esos periodos. Hay cuatro cargos principales en juego, y ahora el EPP quiere que sus candidatos ocupen tres de esos cuatro roles en algún momento de los próximos cinco años.
Además de asegurar un segundo mandato para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otros 2,5 años para Roberta Metsola como presidenta del Parlamento Europeo, el EPP quiere parte de la presidencia del Consejo, actualmente en manos del belga Charles Michel, según informaron seis funcionarios. El mandato del presidente del Consejo Europeo es oficialmente de 2,5 años y luego debe ser renovado por los líderes de la UE, aunque típicamente, el presidente es respaldado para los dos mandatos.
La idea de dividir el cargo de presidente del Consejo Europeo fue sugerida por el primer ministro croata Andrej Plenković en una reunión interna del EPP, según comentaron dos funcionarios al medio Politico. El propio Plenković también había sido mencionado anteriormente como una alternativa potencial a von der Leyen como presidente de la Comisión, dado que él también es del EPP y los crecientes llamados a que Europa del Este obtenga un cargo principal.
La oposición de los Socialistas
Esta propuesta irritó a los Socialistas y Demócratas, que esperaban asegurar el puesto para Costa. Poco después de que las conversaciones se estancaran, comenzó el reparto de culpas. “Esto fue en parte arrogancia del EPP”, criticó un funcionario de la UE. “Al pedir un mandato de solo 2,5 años, se creó un gran problema de percepción con los socialistas, que se verían en una posición difícil. El EPP no manejó bien esta situación. Esto será difícil de resolver”.
El funcionario añadió que Michel no ayudó en las discusiones. “En lugar de ayudar a encontrar un acuerdo, siguió planteando otros temas y echando culpas”, señaló la fuente de Politico.
El papel de Meloni
Otra razón por la que las conversaciones fracasaron fue porque la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, no estaba contenta con el desarrollo de la noche, según varios diplomáticos de la UE. Meloni, una de las pocas líderes que salió victoriosa en las elecciones europeas, estaba molesta por los intentos de otros líderes de la UE de excluirla de las negociaciones.
La primera ministra italiana “cuestionó el enfoque de la discusión”, según un funcionario. Ella partió “del supuesto de que la reunión informal de hoy debía ser el momento para discutir qué hacer a la luz de las señales de las elecciones europeas y luego, desde ese punto de partida, comenzar la discusión sobre los nombres para los cargos principales, y no al revés“, añadió.
Según habría expresado a sus colegas, “sabe que está llegando a Bruselas cuando los demás ya tienen un entendimiento claro de la distribución de los nombramientos, y lo ha dicho claramente: ‘El método está mal, no estoy dispuesta a aceptar un paquete preestablecido de nombramientos, las soluciones que se están discutiendo no están acordadas con todos. Pero sobre todo, no tiene sentido hablar de nombres sin antes llevar a cabo un análisis serio y profundo del voto’”.
Rechazo de Hungría
Hungría ha decidido no respaldar la reelección de von der Leyen, aunque no tiene objeciones con respecto a los otros candidatos propuestos para los altos cargos de la Unión Europea, según informó un alto funcionario húngaro. En una entrevista con Politico durante la reunión, János Bóka, ministro de la UE de Hungría, declaró que “sería muy difícil para Hungría apoyar a Von der Leyen para un segundo mandato“.
“La voluntad de la gente se ha ignorado hoy en Bruselas. El resultado de las elecciones europeas ha sido claro, los partidos de derechas son más fuertes mientras que la izquierda y los liberales pierden terreno”, protestaba Orbán abiertamente en X.
Sin embargo, Hungría no se opone al resto de las propuestas, que incluyen a António Costa de Portugal como presidente del Consejo Europeo, Roberta Metsola de Malta como presidenta del Parlamento Europeo, y Kaja Kallas de Estonia como principal diplomática de la UE. Bóka mencionó que la relación entre la presidenta de la Comisión y Hungría no ha sido ideal, lo que complica el apoyo a su reelección.
Todavía queda tiempo
El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, señaló que la cena había sido “una buena ocasión para intercambiar puntos de vista” sobre los resultados de las elecciones y para preparar la cumbre formal de la próxima semana, en la que los líderes deben llegar a un acuerdo sobre la renovación institucional.
“Estaba claro desde el principio que el objetivo hoy no era tomar una decisión, eso está planeado para la próxima semana. Esta reunión estaba destinada a tener un intercambio de puntos de vista en profundidad, ser transparentes entre nosotros, compartir preocupaciones, prioridades y expectativas de manera que todos nos escuchemos”, subrayó Michel.
A la salida del encuentro, el primer ministro de Países Bajos en funciones, Mark Rutte, reconoció que a nivel europeo “todo puede ir en una dirección diferente” cuando los acuerdos no quedan completamente cerrados, pero aseguró que “todo está mucho más claro” que en 2019, durante la última renovación institucional, cuando “todo estuvo en el aire durante tres días”.
También fuentes diplomáticas españolas indicaron que, a pesar de que hay “candidatos claros”, no ha sido posible cerrar el acuerdo y que “todavía hay tiempo” para seguir negociando.
Con todo, von der Leyen y Metsola parecen ser los elementos más estables en la lista de candidatos. Hay más dudas con Costa -a quien los populares italianos, parte de la coalición de gobierno en Roma, critican por no apoyar suficientemente a Ucrania- y con Kallas, sobre quien tienen reservas los gobiernos europeos más cercanos al Kremlin, como Eslovaquia o Hungría.