Análisis

La ambiciosa agenda del “Make Europe Great Again”

Los nacionalistas de Europa se miran en el espejo de la ultra Marine Le Pen, quien tiene un tercio de los diputados de la Asamblea francesa y aspira a convertirse en la presidenta de Francia en 2027

Tras la entronización del “emperador” Trump, sus admiradores y aliados ideológicos en Europa –partidos políticos populistas de extrema derecha de todo signo- se reunieron en Madrid bajo el lema «Make Europe Great Again» (MEGA), en alusión a «Make America Great Again». El denominador común de estos euroescépticos -cuyos puntos de vista divergen regularmente- es la lucha contra el dominio de los conservadores y los socialdemócratas en el Parlamento Europeo. Casi todos los partidos que integran los Patriots sintonizan plenamente con la línea política nacionalista del líder estadounidense y desean importar a Europa la visión y la metodología de Trump.

El partido Vox, de Santiago Abascal, preside el primer cónclave de «Patriotas por Europa», que aspira a convertirse en una fuerza política europea consolidada en Estrasburgo y Bruselas. Con el telón de fondo de los turbulentos acontecimientos de las últimas semanas (Canadá, Groenlandia, el aumento de los aranceles estadounidenses y, ahora, el proyecto de construcción de Trump en Gaza), los líderes de la ultraderecha europea definirán la estrategia a seguir en los próximos meses para consolidar la posición de los Patriotas en el Parlamento Europeo.

El presidente de Vox, Santiago Abascal Vox, junto a la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen

El presidente de Vox, Santiago Abascal Vox, junto a la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen

Le Pen, la estrella invitada

Numerosas personalidades de la extrema derecha nacional y europea estuvieron presentes. Los focos se centraron en el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que tiene experiencia en el poder, pero también y sobre todo en Marine Le Pen, que aspira al mandato presidencial francés a más tardar en 2027, mientras que un tercio de la Asamblea Nacional está compuesto por representantes de su partido.

Detrás de «Make Europe Great Again» (MEGA), ¿qué pretenden Abascal y sus amigos más allá de reducir la izquierda y la derecha europeas? ¿Buscan participar en la gobernanza europea? ¿O son simples «relevos» de Trump y Musk, cuya misión es contribuir al desmantelamiento de la primera potencia reguladora del mundo? El déficit comercial de Estados Unidos con Europa y la regulación europea de las redes sociales irritan a los dos empresarios, que han desarrollado un gusto por la política como si fuera un pasatiempo. Sin embargo, MEGA se ha convertido en mucho más que un eslogan. Encarna una auténtica estrategia electoral, liderada por Elon Musk.

El auge de la extrema derecha en la UE

En la UE, la extrema derecha se ha establecido en varios gobiernos. Encabeza los gobiernos italiano, húngaro y belga, mientras que participa en coaliciones gubernamentales en Países Bajos, Finlandia y Eslovaquia. También es partidaria no participante del Gobierno sueco. En los últimos años, muchos Estados miembros de la UE han visto cómo los partidos políticos de extrema derecha ganaban terreno en las urnas.

En algunos países, los partidos nacionalistas han llegado incluso al poder por primera vez, participando en coaliciones de gobierno. Es el caso de Bélgica, donde el 3 de febrero de 2025, Bart De Wever tomó el timón de un gobierno de coalición. Dirige el N-VA, partido nacionalista flamenco afiliado a los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).

Bélgica

El nuevo Gobierno belga, con el primer ministro Bart De Wever y el rey Felipe de Bélgica y la falta de paridad

En Italia, la extrema derecha dirige el Gobierno desde octubre de 2022. Giorgia Meloni, líder del partido posfascista Fratelli d’Italia, ganó las elecciones generales y se convirtió en presidenta del Consejo de Ministros.

En Hungría, el partido Fidesz de Viktor Orbán está en el poder desde 2010. En abril de 2022, el primer ministro fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo. Mascarón de proa de la extrema derecha europea, el líder húngaro defiende enérgicamente su modelo de «democracia iliberal», opuesto a las democracias liberales occidentales. Acusado regularmente de excesos autoritarios, Orbán ha mantenido a menudo tensas relaciones con las instituciones europeas. Su Gobierno ha sido acusado de numerosas infracciones del Estado de Derecho, así como de adoptar un enfoque especialmente estricto en cuestiones migratorias y obstruir las políticas de apoyo a Ucrania.

Meloni

Giorgia Meloni y Javier Milei, este viernes por la noche en Roma

En Países Bajos, el nacionalista, islamófobo y eurófobo Partido por la Libertad (PVV) ganó las elecciones generales de noviembre de 2023 por un amplio margen. En Finlandia, la extrema derecha no lidera el gobierno, pero forma parte de él. Una de las principales características del Partido de los Finlandeses es su promoción de una visión de la sociedad finlandesa basada en la identidad. Por último, en Eslovaquia, la coalición con la extrema derecha, que incluye a varios ministros prorrusos, se apresuró a anunciar la interrupción del suministro de armas a Ucrania.

Matteo Salvini, Harald Vilimsky, Geert Wilders, Marcus Pretzell, Marine Le Pen y Frauke Petry

Los líderes Matteo Salvini, Harald Vilimsky, Geert Wilders, Marcus Pretzell, Marine Le Pen y Frauke Petry

La derecha dura europea no está unida bajo la misma bandera en el Parlamento Europeo. Los italianos de Fratelli d’Italia y los polacos de PiS son miembros del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Al igual que los miembros electos del Partido Finlandés. Los eurodiputados italianos afiliados a la Liga y sus homólogos holandeses del Partido por la Libertad se sientan en el grupo Patriotas por Europa, junto con los eurodiputados franceses de la Agrupación Nacional y Vox. Por último, al inicio de la actual legislatura (2024-2029), se formó un tercer grupo de extrema derecha: Europa de las Naciones Soberanas (ENS). La mitad de sus miembros son de AfD (Alternativa para Alemania). Este mosaico político europeo de la extrema derecha refleja las dificultades para lograr una cohesión real incluso en un proyecto de gobernanza minimalista.

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