Cuando se echa un vistazo a la realidad de Argentina, sobresale un enigmático contraste. Por un lado, el 40% de la población bajo de línea de pobreza y una sociedad derruida por el desempleo y los sueldos atrasados, aun cuando el Gobierno de Javier Milei viene logrando desacelerar la inflación (cuyo nivel interanual, no obstante, superó en mayo el 270%). Por el otro, un presidente que viaja seguido por el mundo, algunas veces para recibir premios.
Es el caso de lo que ocurrirá este viernes cuando el Jefe de Estado argentino ponga otra vez los pies en España. Será -como suele ser- sin otra mujer en la comitiva oficial más que su hermana, la secretaria general de la Presidencia (virtual primera ministra y virtual primera dama) Karina Milei.
El libertario sobrevolará la batalla retórica bilateral que en mayo protagonizó con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y aterrizará en el (autodenominado “think tank” libertario) Instituto Juan de Mariana para recibir un galardón; el Premio Instituto Juan de Mariana 2024, que esa entidad solo otorga a quienes hacen “una defensa ejemplar de las ideas de la libertad”. El acto será este viernes, durante la llamada -valga la redundancia- “Cena de la Libertad”, en el Casino de Madrid.
Pero antes de esa comida con festejo, Milei hará una escala técnica en la que se ratificará una práctica usual en él. España ya la conoce: el realzamiento de interlocutores selectivamente “validados”. En las antípodas están los otros, que el presidente argentino señala con afirmaciones, generalmente, desembozadas.
En este último grupo se ubica el presidente español, explícitamente detestado por Milei. Entre los primeros -los “validados”- hay figuras como el líder de Vox Santiago Abascal, a quien el argentino visitó con dedicación en mayo, y también a quién irá a ver ahora: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que le concederá la Medalla Internacional de la comunidad, aclara la agenda oficial del viaje.
Lluvia de premios internacionales
El recorrido no termina ahí. Milei hará otras escalas para más reconocimientos. El sábado irá a Hamburgo (Alemania), ya que la Sociedad Hayek, una institución que homenajea al polémico economista austríaco liberal Friedrich August von Hayek, le dará un galardón. Y el lunes viajará a Praga, capital de República Checa. Tomará contacto con autoridades locales y recibirá un galardón que anualmente otorga el Instituto Liberal de esa ciudad.
¿Cómo pueden “leerse” estas travesías internacionales tan alejadas de las tradicionales relaciones diplomáticas, motivadas, en cambio, por lo que parece ser una urgencia de reconocimiento?
Milei, de Wikipedia al mundo
Manuel Llamas, director del Instituto Juan de Mariana, plasmó unas palabras en la página oficial de esa entidad, con las que buscó justificar el premio. Dice que Javier Milei “logra difundir con éxito y eficacia las ideas de la libertad, en un país arruinado por el socialismo durante décadas, además de contribuir enormemente a la divulgación del liberalismo a nivel internacional”.
Esa difusión, acaso una cruzada, va trazando un sendero con postas. Las detalla bien la página personal de Wikipedia del presidente argentino, que su equipo de comunicación actualiza obsesivamente. Tanto es así que este miércoles por la noche (cuando se cierran estas líneas en Argentina), los premios que Milei no recibió todavía en España y en Alemania ya están detallados por adelantado en su perfil.
A diferencia de sus antecesores en el poder local, Milei dedica un apartado en Wikipedia (se titula “Distinciones y condecoraciones”), que quizás otros jefes de Estado en actividad hubieran considerado reconocimientos menores, o por lo menos irrelevantes a la hora de plasmar una definición de sí mismos.
A las ya distinciones mencionadas se suma que Milei es “Embajador Internacional de la Luz” por la sinagoga The Shul de Jabad-Lubavitch, dado “su incondicional apoyo a Israel en el marco de la guerra que enfrenta contra Hamás”. También es “Huésped Distinguido” por la alcaldía de San Salvador Centro “en el marco de su visita oficial a San Salvador como invitado a la segunda investidura presidencial de Nayib Bukele”.
Y -sigue Wikipedia- recibió la “Orden de la Libertad” del Estado de Ucrania, por “sus contribuciones personales en el fortalecimiento de las relaciones entre los estados de Argentina y Ucrania y en la defensa de la integridad de la soberanía del territorio de Ucrania”.
Polémica en Alemania
No sólo en España Milei da titulares. La presidencia argentina anunció que el domingo 23, el presidente argentino se reuniría con el canciller alemán, Olaf Scholz. En teoría iba a realizarse una recepción con honores militares y una posterior rueda de prensa que este jueves se cancelaron. “Se han producido cambios de última hora. En realidad se trata sólo de una breve visita de trabajo, es decir, un encuentro entre el canciller y el presidente argentino con sus delegaciones respectivas. No está previsto ningún otro programa. Siempre se producen cambios de última hora en los programas de las visitas, y eso es exactamente lo que ha ocurrido en este caso”, aseguraron en una rueda de prensa desde el Gobierno germano.
En el Gobierno alemán promueven las conferencias de prensa y les “interesa mucho” que tras el encuentro entre mandatarios se realice una rueda de prensa conjunta.
Milei, demiurgo de un nuevo orden político
Carla Yumatle es una reconocida filósofa política argentina. Tiene un doctorado por la Universidad de Berkeley, California, Estados Unidos, y será profesora visitante en el David Rockefeller Center for Latin American Studies, de la Universidad de Harvard, durante la temporada 2024-2025. Cuando Artículo14 le pidió una mirada sobre el fenómeno de “los premios de Milei”, introdujo la cuestión con unas pocas palabras. Habló de un presidente que “se ve a sí mismo como el hacedor de un nuevo orden político”.
“Desconozco las motivaciones reales por las que el presidente Milei viaja en exceso, comparativamente con otras presidencias. Sin embargo, es claro que él se ve a sí mismo como el hacedor de un nuevo orden político que deje atrás un supuesto keynesianismo con un Estado interventor-garante de la justicia social”.
Busca, en cambio, reforzar el orden político libertario. Pero no lo hace solo: es “con una red de donantes, think tanks, entrepreneurs billonarios, corporaciones, gigantes tecnológicos de internet, líderes religiosos, etc., aliados en su visión moral libertaria y a los que necesita para obtener inversiones en dólares”.
Para Yumatle, “el accionar presidencial reduce el orden internacional principalmente a esta red de poderosos actores transnacionalizados del Norte Global”. Ese contacto con actores individuales parece interesarle más que “doblegarse al juego clásico de las relaciones internacionales interestatales”.
La diplomacia argentina, en su menor expresión
Milei y Sánchez se subieron hace algunas semanas a un extraño ring en el que la diplomacia -al menos desde el lado argentino- brilló por su ausencia. Quedó atada de pies y manos la ministra de Exteriores Diana Mondino, presenciando estérilmente las acusaciones del libertario argentino hacia el socialista español y su esposa, Begoña Gómez, todo tras las polémicas declaraciones del Ministro de Transporte Oscar Puente, quien había afirmado que Milei ingiere “sustancias”.
Diana Mondino fue reducida en ese momento, pero también después. De muestra basta el revés que sufrió el 10 de junio, día en que presidencia argentina informó que su ministerio dejaría de albergar la Agencia Nacional de Promoción de Exportaciones e Inversiones, un área central para el programa económico del Gobierno. El área pasaba a manos de Karina Milei.
Todo apunta a que Mondino no acompañará a Milei a España pero sí lo hará a Alemania. La ministra de Exteriores no estará en la comitiva del presidente argentino durante su estancia en Madrid. La canciller argentina se unirá a la delegación directamente en Alemania, en la “visita de trabajo” con Scholz.
Si bien Yumatle destacó que “recientemente y luego de varios tropiezos, el presidente parece dar señales de que su estrategia requiere de una política exterior que incluya las relaciones con diversos Estados, a pesar de su utopía anarquista”, la experta remarcó que, “en lo que va de su Gobierno, tanto la política exterior como la diplomacia clásica entre Estados vino quedando relegada y disminuida a lo que (el especialista argentino en Relaciones Internacionales) Juan Tokatlian llamó “hiperoccidentalismo”.
¿Qué significa ese concepto? Es básicamente “una lógica de aquiescencia irrestricta, principalmente con Estados Unidos e Israel, en desmedro de otras potencias internacionales”.
Y se suman los avales de los otros actores poderosos favoritos de Milei. Esos que, “supeditados a los imperativos competitivos de los mercados globales”, definió Yumatle, se rigen “supuestamente por las fuerzas impersonales del mercado”. Ciertamente, “dominan las agendas políticas, sociales y económicas del Estado”.