Con cada vez más y cada vez más influyentes, y, aunque muchos de ellos aún no lo saben, los dos candidatos a la Casa Blanca, no tienen la menor duda de ello y se han lanzado a seducirlos. Son los latinos, un colectivo que en los últimos días ve a Kamala Harris y Donald Trump dirigirse a ellos cada vez más en su idioma y que según muchos pronósticos puede jugar un papel decisivo en la apretada elección presidencial del próximo 5 de noviembre.
Este martes, Harris anunció una agenda para hacer que los latinos alcancen el “sueño americano”. Esta nueva “agenda de oportunidades para los hombres latinos“, según la campaña de Harris, “reducirá los costos, aumentará la propiedad de viviendas y ampliará las oportunidades laborales, y garantizará que los hombres latinos y sus familias puedan alcanzar sus aspiraciones y lograr su sueño americano”.
Las medidas de Harris
Entre las medidas que la candidata demócrata ha prometido están: eliminar los requisitos de titulación para latinos sin título universitario para 500.000 empleos federales, aumentar la financiación inicial para los latinos que inicien o amplíen sus propios negocios con un millón de préstamos de hasta 20.000 dólares o ayudas para comprar viviendas con la construcción de más viviendas accesibles, entre otras medidas. La candidata a la Casa blanca lo anunció durante una entrevista con Telemundo.
También el aspirante republicano necesita seducir a los latinos. Trump publicó un vídeo en el que la popular canción de salsa “Juliana, qué mala eres” se ha convertido en “Kamala, qué mala eres”, un ritmo caribeño que se monta con imágenes haciendo algo parecido a bailar en distintos mítines. La música, una adaptación de una canción del dominicano Cuco Valoy, que dice que nadie le ha consultado, supone un nuevo esfuerzo por captar a los votantes latinos por parte del candidato republicano.
Doble mensaje
Su rival también lo viene intentando, aunque de manera algo más elaborada. Harris se dirigió el mes pasado al Caucus de Congresistas Hispanos en Washington, a los que trató de convencer después de que algunos demócratas hayan mostrado dudas tras el giro hacia una mayor firmeza hacia la inmigración adoptada por la Administración Biden en los últimos meses.
Harris les dijo que Estados Unidos puede asegurar la frontera con México a la vez que ofrece una vía hacia la ciudadanía a los cientos de miles de extranjeros en el país. “Podemos hacer ambas cosas y debemos hacer ambas cosas”, afirmó.
El aborto, prioridad para las hispanas
La vicepresidenta también trató de movilizar el voto femenino recordando el peso de las restricciones al acceso al aborto iniciadas en un gran número de estados por la ofensiva republicana. “Un 40% de las latinas vive hoy en estados donde el aborto está prohibido”, denunció. Se trata de un asunto capital para las votantes latinas, que según las encuestas lo citan como uno de los temas prioritarios para ellas junto con la economía.
Los recientes guiños y apelaciones de los candidatos a los latinos tienen una explicación en la estadística. Son el grupo demográfico que más ha crecido desde las últimas elecciones en 2016 y sus más de 36 millones de votantes suponen el 14% del censo electoral, un pedazo nada desdeñable de la tarta, cuya importancia aumenta en algunos de los estados-péndulo, en los que las encuestas dibujan una igualdad extrema entre Harris y Trump que serán decisivos para elegir al nuevo presidente, como Arizona, donde son un 25% de los votantes, o Nevada, donde son un 22%.
Menos involucrados
Tradicionalmente, han sido un sector mayoritariamente afín a los demócratas, aunque su participación en las elecciones y su interés por la política han sido menores que los de otros. Solo en la última década los políticos estadounidenses han empezado a hablar de ellos y de lo que les preocupa y solo entonces ellos han empezado a prestar atención a lo que se decía. Y todavía hoy muchos no se toman la molestia de registrarse como votante o de tramitar los documentos de identificación que se requieren para hacerlo.
Trump parece haber logrado sintonizar con muchos de ellos. Pese a que sus promesas de deportación masiva de inmigrantes ilegales tienen como blanco principal a gentes procedentes de países de habla hispana, muchos descendientes de familias de inmigrantes ya asentadas en el país ven a los recién llegados como una amenaza y compran la retórica xenófoba de Trump.
Popular entre cubanos y venezolanos
El candidato republicano es, además, especialmente popular en el Estado de Florida, donde viven un gran número de cubanos y venezolanos desplazados por los regímenes autoritarios de Cuba y Venezuela a los que el trauma del exilio hace particularmente receptivos a los mensajes anticomunistas de Trump.
Sin embargo, la retirada de la candidatura del presidente Joe Biden y la irrupción en la campaña de Kamala Harris parecen haber reactivado el interés por la política y las simpatías de los votantes latinos por la causa demócrata, especialmente entre los más jóvenes.
Eso es al menos lo que se desprende de los datos de la organización Voto Latino, que dice haber registrado 112.000 nuevos votantes desde que se anunció el relevo de Biden por Harris. Un 56% de estos nuevos votantes inscritos son jóvenes y la mayoría son mujeres. Otro dato que debería preocupar especialmente a Trump: Voto Latino apoya a Harris y es en dos de los estados-péndulo (Arizona y Carolina del Norte) donde ha recibido más peticiones de ayuda de latinos que querían registrarse como votantes.
Asimismo, en un sondeo realizado por la Hispanic Federation and Latino Victory Foundation muestran que, en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada, Harris tiene el respaldo del 56% del voto latino, mientras que Trump solo cuenta con el 31%.