Entrevista / Juan Pablo Guanipa

Juan Pablo Guanipa: “La detención de María Corina Machado refleja contradicciones importantes en el chavismo-madurismo”

"Soy consciente de que es clave que Machado siga conduciendo el proceso. Doy gracias a Dios de que ella siga en su puesto", admite a Artículo14 el líder opositor de Zulia, Juan Pablo Guanipa

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María Corina Machado saluda a sus seguidores junto al exdiputado venezolano Juan Pablo Guanipa el jueves, en la manifestación en Caracas EFe

La última vez que se vio a María Corina Machado en público, tras 133 días en la clandestinidad, fue en la manifestación de Caracas el jueves 9 de enero, víspera de la toma de posesión de Nicolas Maduro, a contravía de los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde salió ganador el retador, Edmundo González Urrutia, con el 70% de los votos, como lo demuestran las actas conservadas por la oposición.

La otra gran figura de esa tarde fue el dirigente político Juan Pablo Guanipa (60 años), quien también interrumpió su escondite para dar la cara ese día y acompañar a los miles de venezolanos que decidieron arriesgar para estar. Machado y Guanipa nunca han militado en el mismo partido, ni siquiera hace muchos años que se conocen y, sin embargo, este último, quien ha hecho su carrera en el Zulia, estado occidental de donde es oriundo, es hoy su gran aliado y apoyo.

Al inicio de esta conversación, sostenida por Zoom, Guanipa a la pregunta de cómo está, responde: “I’m doing my best…”. Resulta que está aprovechando las escasas horas libres que le deja la clandestinidad como estudiante de inglés.

—Yeah, I bet so -le digo. Y de inmediato, profundizo en lo que quiero saber…

—Los venezolanos -responde- hemos luchado mucho. Mucho. Todo lo que un pueblo puede luchar. Y, al ver a Maduro posesionándose de un mandato que perdió en las elecciones del 28-J pasado, algunos experimentan frustración y desánimo; y algunos opositores exacerban esos sentimientos porque ven en el abatimiento de un país muy duramente oprimido y castigado la ocasión de una “sustitución de liderazgo”… Mentalidad pequeña, sin duda. Esta es la hora de confirmar el compromiso de la dirigencia con el cambio hacia la democracia en Venezuela. Y con semejante objetivo no cabe un instante de debilidad ni de vacilación. Seguimos en la lucha y seguimos dando pasos en esa dirección.

“Seguimos con más fuerza”

—Yo no vi nada absolutamente del secuestro de María Corina. Yo había llegado al acto de masas en Caracas del jueves 9-E, el día antes de la farsa de juramentación de Nicolás Maduro, cuando el evento ya estaba empezado y ella estaba hablando. Subí a la plataforma de la camioneta donde ella estaba, nos dimos un abrazo, ella me dio el micrófono, yo hablé, mientras observaba la inmensa cantidad de gente que había vencido el hostigamiento, las amenazas, para estar allí, lo cual me entusiasma mucho y en ese momento me llenó de fuerza, como era evidente que le estaba ocurriendo a María Corina. Estaba claro que el venezolano mantiene un talante muy firme y que se mantiene incólume en el logro del objetivo supremo que nos convoca, el de acabar con la tiranía.

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María Corina Machado junto al exdiputado venezolano Juan Pablo Guanipa el jueves, durante una manifestación en Caracas, antes de ser interceptados

“Al final del acto, ella sale primero y después salgo yo. Ambos en destinos distintos, porque tenemos resguardos diferentes. Yo sé lo que ella me contó el sábado al mediodía, cuando hablamos por teléfono alrededor de 40 minutos. Cuando se alejaba de la zona de la protesta, ella fue interceptada por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), uniformados; nadie puede decir que esa acción fue perpetrada por algún colectivo o por criminales espontáneos. Ella ha dicho que fue tratada con violencia y por eso tiene contusiones, que fue arrancada con saña de la motocicleta donde se trasladaba para ser pasada a la de los funcionarios. Es verdad que todavía hay cosas que no sabemos respecto del secuestro, ya ella aludirá a esto cuando llegue el momento. Lo importante es que, cuando volví a hablar con ella ese mismo día, en la noche, una vez descansada, yo volví a escuchar a la misma María Corina de siempre, con actitud rebelde, triunfadora, con la disposición de persistir en la lucha, de desafiar al régimen y atender al más mínimo detalle de sus estrategias”.

“Pensé que vendrían por mí”

A Guanipa no le sorprende que se le pregunte por qué no lo secuestraron a él. En cualquier país este planteamiento sería aberrante, pero en la “lógica” del chavismo es la que corresponde.

—Yo tenía la convicción de que irían por mí -confirma-. En esta lucha hemos participado muchos dirigentes políticos de oposición, la gran mayoría de los cuales están hoy presos, escondidos y en el exilio. En las reuniones de preparación de los eventos del 9-E, yo expresé mi percepción de que el más vulnerable de las personas cuyos nombres evaluábamos para aparecer en el acto era yo. En ese momento, yo descartaba de plano la posibilidad de que Machado fuera detenida, por el costo que eso supondría para el régimen; de manera que, por descarte, el candidato más probable era yo, puesto que no implicaba un precio tan alto para ellos, pero sí un fuerte golpe a la Plataforma Democrática, dada la visibilidad que yo había tenido en los últimos meses.

“Aun así, es muy difícil tomar previsiones frente a un régimen, incapaz de ofrecer servicios públicos y el más mínimo bienestar a los venezolanos, pero que destina enormes recursos a la persecución y represión del adversario. Claro, uno tiene un equipo que lo acompaña, que incluye gente encargada de detectar y burlar a eventuales perseguidores. Yo salí de la zona del evento en una motocicleta conducida por un perfecto conocedor de la ciudad y, cuando íbamos a pocas cuadras, vimos venir un grupo de policías en motos. No venían por mí. Se dirigían a la manifestación, que en ese momento se disipaba. El motorizado que me llevaba dio un volantazo y tomó por calles y callejones hasta que estuvimos seguros de que nadie nos seguía. Hicimos los trasbordos previstos y llegué bien al resguardo”.

La disciplina de la lucha

El dirigente zuliano tiene la perspectiva de que el secuestro de Machado ha causado un daño irreversible al régimen, no solo porque ha profundizado su descrédito y consolidado su imagen sanguinaria, sino porque evidencia grietas en la cúpula gobernante.

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María Corina Machado junto al exdiputado venezolano Juan Pablo Guanipa el jueves, en la manifestación en Caracas

—La detención de Machado -explica- refleja contradicciones importantes en el chavismo-madurismo, porque es el caso que a ella la llevaban hacia Boleíta, donde está la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), organización de contrainteligencia militar; y cuando estaban cerca del sitio, hubo una contraorden, que no la llevaran allí ni a ninguna otra parte, que la liberaran. Prueba de lo gravoso que hubiera sido ese secuestro es que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que no se había pronunciado respecto de los hechos de Venezuela en esos días, a raíz del exabrupto escribió en la red social Truth Social un comentario que no dejaba lugar a dudas en cuanto a su certeza de que Maduro perdió las elecciones y en el que exigía que María Corina Machado y el presidente electo González, a quienes calificó de “luchadores por la libertad” no debían sufrir daño y debían permanecer “seguros y con vida”. No fue, desde luego, el único. Muchos mandatarios y líderes del mundo entero respondieron de inmediato y con energía.

Y al preguntarle qué pasó por su mente cuando se enteró de la detención, dice sin titubeo: “Se me impuso la disciplina de la lucha. Con frecuencia, en las reuniones de trabajo, Machado nos ha dicho que en el caso de que ella también sea secuestrada, nosotros tenemos la responsabilidad de continuar. Una cosa está clara, quienes han liderado este proceso son María Corina Machado, en primer lugar, y luego el presidente electo Edmundo González Urrutia; y yo estoy absolutamente comprometido con ellos y soy consciente de que es clave que Machado siga conduciendo el proceso. Doy gracias a Dios de que ella siga en su puesto, porque es ella quien ha logrado movilizar a un país, pero en el caso de que no pueda hacerlo, todos los que estamos en la lucha responderemos al deber de continuarla”.