El presidente argentino Javier Milei ha dado un paso contundente en su cruzada contra lo que él llama “la voracidad fiscal”. Esta semana, el gobierno anunció la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el organismo encargado de la recaudación de impuestos en Argentina. Será reemplazado por la nueva Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Con esta reforma, el presidente apunta a reducir la burocracia, reestructurar el sistema tributario y modernizar los controles aduaneros. Provocará un impacto enorme en la economía y la política fiscal del país.
La medida de Javier Milei en Argentina, que ha provocado diversas reacciones en el ámbito político y económico, pretende eliminar lo que el gobierno considera una estructura inflada e ineficiente. Según las autoridades, la AFIP no había logrado responder de manera adecuada a las demandas del sistema tributario argentino, afectando la administración de los recursos públicos y el control de las actividades aduaneras.
Los cambios estructurales de la reforma
La ARCA, que reemplazará a la AFIP, tendrá una estructura mucho más simplificada. El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que “habrá una reducción del 45% en las autoridades superiores y un 31% en los niveles inferiores”. Esta disminución de personal, que afectará principalmente a los cargos jerárquicos de Argentina, forma parte del esfuerzo por hacer más eficiente el aparato recaudatorio. Según Adorni, con esta reforma de Javier Milei e busca eliminar los “ravioles”, una referencia a la forma en que se representan los cargos en los organigramas burocráticos.
Uno de los puntos más sensibles de la reforma es la reubicación y el pase a disponibilidad de 3.100 empleados que, según el gobierno, ingresaron de manera irregular durante administraciones anteriores. La Casa Rosada estima que esta reestructuración permitirá un ahorro anual de 6.400 millones de pesos.
El presidente de Argentina, Javier Milei, pronuncia un discurso en el acto por el Día de la Bandera | EFE
La reforma también incluye un ajuste salarial significativo para las máximas autoridades del nuevo organismo. La actual administradora general de la AFIP, que percibía un sueldo cercano a los 32 millones de pesos al mes, verá reducido su salario a 4 millones. Hablamos del equivalente a lo que cobra un ministro. Los directores de las áreas impositivas y aduaneras, quienes ganaban 17 millones, recibirán un salario igual al de los secretarios de Estado.
Nuevas autoridades al frente de la ARCA
En cuanto a la nueva estructura de la ARCA, el gobierno ha designado a dos figuras clave para dirigir las áreas más importantes de la recaudación y el control aduanero. Andrés Edgardo Vázquez estará a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI), encargada de la fiscalización de los impuestos nacionales y la administración de los contribuyentes más importantes del país. Vázquez, un Licenciado en Administración y Contador Público con una sólida trayectoria en control financiero y prevención del lavado de dinero, ha sido formado en instituciones internacionales, lo que lo posiciona como un referente en temas de transparencia financiera.
Javier Milei, participa en un acto recordatorio del 42° aniversario de la guerra de Las Malvinas | EFE
Por otro lado, la Dirección General de Aduanas (DGA) será liderada por Andrés Velis, un veterano del sistema aduanero argentino con más de tres décadas de experiencia. Velis ha sido un pionero en la modernización del control aduanero en Argentina, participando en la implementación de sistemas informáticos clave como el Sistema Malvina y liderando proyectos de vigilancia avanzada con drones en las aduanas portuarias. Con su enfoque técnico y especializado, Velis estará al frente de los desafíos que plantea la aduana argentina de Javier Milei en un contexto de creciente globalización y digitalización del comercio.
La visión liberal de Javier Milei detrás de la reforma en Argentina
El gobierno de Javier Milei ha dejado claro que esta reforma es parte de una transformación más amplia orientada a reducir el tamaño del Estado y promover la libertad individual. En su defensa de la medida, Adorni afirmó que “la Argentina de la voracidad fiscal se terminó”. Según el vocero, la intención es que los argentinos puedan disfrutar de sus bienes sin que el Estado intervenga de manera excesiva. “Ningún burócrata del Estado tiene por qué delegarse el poder de decirle a un argentino qué hacer con su propiedad”, agregó.
Este enfoque está en línea con la filosofía política de Javier Milei, quien en su discurso de asunción destacó el liberalismo como “el respeto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión”. Para el presidente, este modelo es el que llevó a Argentina a ser una de las principales potencias del mundo a finales del siglo XIX y principios del XX. Y es hacia esa Argentina a la que desea regresar.