La Agencia Nacional de Policía de Japón ha decidido eliminar las faldas del uniforme de las agentes femeninas, marcando el fin de una era de casi medio siglo. La decisión responde a la evolución de las funciones de las mujeres en la fuerza policial y la necesidad de mejorar su movilidad y comodidad en el desarrollo de su labor.
El diseño, color y materiales del uniforme están determinados en la normativa para garantizar la fácil identificación de los agentes de policía. Actualmente, las mujeres policía deben llevar camisa, chaqueta y falda o pantalón.
Un cambio histórico
Desde la estandarización del uniforme femenino en 1976, las agentes podían elegir entre faldas o pantalones. Sin embargo, en los últimos años, la falda se había convertido en una prenda cada vez menos utilizada. Según la agencia, 26 departamentos de Policía ya habían dejado de emitirlas debido a quejas sobre su incomodidad y limitaciones en el campo.

La Agencia Nacional de Policía de Japón ha decidido eliminar las faldas del uniforme de las agentes
El cambio, que entrará en vigor el 1 de abril, busca unificar los uniformes en todo el país y adaptarlos a las exigencias actuales del trabajo policial. A partir de ahora, todas las oficiales llevarán pantalones como parte de su uniforme estándar.
El rol de las mujeres en la Policía japonesa, en continuo avance
La eliminación de las faldas no solo es un cambio estético, sino que refleja una transformación en la percepción del papel de las mujeres dentro de la Policía Nacional. Tradicionalmente, las mujeres en la policía japonesa desempeñaban roles limitados. Durante décadas, las agentes femeninas fueron relegadas a tareas administrativas o de apoyo, pero hoy en día participan activamente en patrullas, operativos de seguridad y situaciones de alto riesgo.
La Agencia Nacional de Policía también unificará los tamaños de las insignias de clase, que actualmente difieren entre las mujeres y los hombres.
Japón ocupa una de las posiciones más bajas entre las naciones desarrolladas en términos de igualdad entre hombres y mujeres, según el Foro Económico Mundial. Por lo que con esta reforma, el país busca enviar un mensaje de inclusión e igualdad en sus instituciones públicas.
Además de la eliminación de las faldas, la nueva política introduce ajustes en los uniformes de verano para hacer frente a las altas temperaturas. Se sustituirá la tradicional camisa de vestir por un polo transpirable, tanto para hombres como para mujeres. Asimismo, las gorras de los agentes serán modificadas con una parte superior de malla para mejorar la ventilación, y podrán quitárselas cuando estén en espacios cerrados dentro de las comisarías.