Escalada

Israel se prepara para la venganza de Irán, Hamás e Hizbulá

Cuando se cumplen 300 días de guerra en Gaza, Netanyahu advierte a los israelíes de que "se avecinan días difíciles"

Iraníes sostienen fotografías del difunto líder de Hamás, Ismail Haniyeh, durante una protesta en la plaza Palestina en Teherán, Irán EFE

El asesinato de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, en la capital de Irán, ha vuelto a subir la tensión en Oriente Medio varios grados más. La muerte de Haniyeh se produce además, horas después del ataque aéreo israelí contra el comandante de Hizbulá, Fuad Shukr, en Beirut, Líbano.

Son dos figuras claves tanto para Hamás como para Hizbulá, y por tanto, para Irán. Shukr era el comandante militar de más alto rango de la milicia chíi. Mientras que Haniyeh era el rostro internacional de Hamás. Era el máximo dirigente de Hamás en el exilio y mantenía los vínculos del grupo terrorista con aliados de toda la región. Aunque no participaba directamente en operaciones militares, Israel lo puso en su lista de objetivos para matarlo tras los ataques de Hamás del 7 de octubre.

Consecuencias dentro de Hamás

La muerte de Haniyeh podría acelerar una batalla interna dentro de Hamás sobre su sucesión. Todo apunta a que Jaled Mashaal podría suceder a Haniyeh. La Constitución de Hamás impide a cualquier jefe de gabinete político ejercer más de dos mandatos, y estaba previsto que se eligiera a un nuevo candidato en 2025. Su muerte podría provocar un vacío de poder y luchas internas en la organización.

Por otro lado, su asesinato tendrá consecuencias en las negociaciones de alto el fuego: Haniyeh era un interlocutor clave en las negociaciones de alto el fuego en Gaza mediadas por Qatar, Estados Unidos y Egipto. Su asesinato podría dañar gravemente los frágiles esfuerzos por negociar un alto el fuego en Gaza.

Además, según algunos analistas internacionales, el asesinato del líder de Hamás podría considerarse como una prueba de que el Gobierno de Netanyahu no tiene ninguna intención de alcanzar la paz, lo que podría aumentar, aún más, las tensiones en la región.

Irán promete venganza

Por último, estarían las represalias. Varios altos cargos ya han prometido venganza. Irán ha advertido de que Israel “pagará un alto precio” tras la muerte de Haniyeh, y su martirio podría aumentar la motivación y los deseos de sangre.

“Con este acto, el criminal y terrorista régimen sionista (Israel) ha preparado el terreno para un duro castigo y consideramos que es nuestro deber vengar el asesinato en el territorio de la República Islámica de Irán“, advirtió el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, según informó la agencia estatal IRNA. Y es que Haniyeh ha sido asesinado en su residencia en Teherán, en pleno corazón de Irán.

Asesor de Nasrala

En cuanto al comandante de Hizbulá, Shukr era un alto mando y asesor principal de Hasan Nasrala, el líder de Hizbulá. Fue responsable de la obtención de la mayor parte de las armas más avanzadas del grupo. Se había unido a la milicia chií en 1985 y llevaba más de 30 años planeando atentados terroristas. Fue uno de los fundadores del ala militar de Hizbulá. Shukr fue responsable de un ataque con drones que causó la muerte de 12 niños y adolescentes el fin de semana en el norte de Israel. Shukr desempeñaba un papel decisivo en el desarrollo de misiles guiados de precisión, que pueden poner en peligro la vida de millones de civiles israelíes.

Asimismo, el comandante desempeñó un papel crucial en el atentado de 1983 contra el cuartel de los marines estadounidenses en Beirut, que se cobró la vida de 241 soldados. Teniendo en cuenta estos factores, la muerte de Shukr se considera un acontecimiento importante en el actual conflicto entre Israel y Hizbulá. Su eliminación podría afectar a la capacidad operativa y la planificación estratégica de la milicia. Sin embargo, también podría agravar las tensiones y provocar más violencia en la región. Hizbulá no ha atacado el norte de Israel en las últimas 24 horas. Podría producirse un ataque después del discurso de Nasrala este jueves, con motivo del funeral de Shukr.

Netanyahu advierte a los israelíes

En este contexto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a los ciudadanos en un discurso televisado desde el cuartel general del Ejército en Kirya de que “se avecinan días difíciles”. “Desde el ataque en Beirut, suenan amenazas de todas partes”, reconoció Netanyahu. “Estamos preparados para cualquier escenario”, añadió antes de prometer que “nos mantendremos unidos y decididos contra cualquier amenaza”.

“Israel se encuentra en una guerra existencial” contra Irán y su eje y le esperan “días difíciles”, explicó el primer ministro, quien sacó pecho por los “golpes demoledores” que ha asestado Israel a sus tres principales enemigos: los hutíes, Hamás y Hizbulá. Sin embargo, no mencionó el nombre ni la muerte de Haniyeh. Sí admitió que se pagará “un alto precio por cualquier agresión” contra Israel. “Ajustaremos cuentas con quien nos haga daño”.

Netanyahu no cede

Cuando se cumplen 300 días desde el ataque de Hamás a Israel y la guerra en Gaza, Netanyahu hizo hincapié en que la guerra llevará tiempo y demando “resistencia” a los ciudadanos de Israel. El “premier” reconoció que ha estado sometido a presiones, tanto de dentro como de fuera del país para que ponga fin a la guerra. Algo que el mandatario rechaza. “No cedí a esas voces entonces, y no cedo a ellas ahora. Si las hubiera escuchado, Israel no habría eliminado a dirigentes y combatientes de Hamás, destruido infraestructuras, tomado la zona fronteriza entre Gaza y Egipto o creado las condiciones que nos acercan a unos términos que no sólo nos devolverán a nuestros rehenes, sino que también nos permitirán alcanzar todos nuestros objetivos de guerra”, se justificó.

Para Netanyahu, “todos los logros de los últimos meses se alcanzaron porque no cedimos. Y les digo que no fue fácil”, concluyó.