Israel lanzó ayer la cuarta operación ofensiva de los últimos meses contra los hutíes de Yemen. Una operación en represalia por los recientes ataques con misiles de la milicia proiraní dirigidos contra el distrito de Tel Aviv y otras áreas urbanas del centro de Israel, que no causaron víctimas mortales pero que se saldaron con varios heridos leves.
El ejército hebreo atacó este jueves varios objetivos estratégicos del grupo armado, también conocido como Ansar Allah, que controla el norte y la costa oeste del país. Entre las infraestructuras golpeadas figuran las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib, los puertos de Al Hudayda, Salif y Ras Kanatib, y la joya de la corona: el aeropuerto de la capital, Saná. Objetivos sensibles en manos de los insurgentes.
La OMS en Yemen
El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estaba a punto de embarcar en un vuelo en el momento del ataque en Saná. Él y otros miembros del personal de Naciones Unidas pronto estuvieron a salvo.
“Hace una hora, la fuerza aérea atacó objetivos de la organización terrorista hutí en Yemen, tanto en la costa como en Saná”, confirmó a través de un comunicado la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu. “Estamos decididos a cortar este brazo del Eje del Mal de Irán. Seguiremos hasta completar la tarea”.
Con Hamás desarticulado en Gaza, Hizbulá debilitado en Líbano, Bachar al Asad refugiado en Rusia e Irán atravesando una de sus horas más bajas, Israel coloca la mira en Yemen, un país mutilado por la guerra donde los hutíes consiguieron imponer su ley.
En la tarde del jueves, el portavoz de los rebeldes, Mohammed Abdulsalam, arrojó un balance de víctimas inicial de al menos tres muertos y catorce heridos o desaparecidos, pero dejó claro que “si el enemigo sionista piensa que sus crímenes disuadirán a Yemen de apoyar a Gaza, está delirando”.
Miembro activo del Eje de la Resistencia
Abdulsalam hacía referencia a la campaña de ataques contra Israel –y no solo contra Israel– puesta en marcha por los hutíes en octubre de 2023 en señal de apoyo a Hamás, poco después de que el ejército hebreo respondiera con misiles al salvaje atentado del 7 de octubre.
“Los hutíes también aprenderán lo que Hamás, Hizbulá, el régimen de Asad y otros han aprendido. Y aunque lleve tiempo, esta lección se entenderá en todo Oriente Próximo”, expresó Netanyahu un día antes de la operación.
La pasada semana, la aviación israelí ya respondió a los ataques de los hutíes con varios bombardeos selectivos que, según el canal de televisión yemení Al-Masirah, vinculado a Ansar Allah, acabaron con la vida de nueve personas. Siete en el puerto de Salif, en aguas del mar Rojo, y dos en la cercana terminal petrolera de Ras Issa.