Al menos una persona ha muerto y alrededor de 50 han resultado heridas como consecuencia de los bombardeos que los cazas israelíes han lanzado este viernes contra los suburbios en el sur de Beirut. Con ellos, el Ejército israelí asegura haber alcanzado el cuartel general del grupo chií Hizbulá.
La cadena Al Manar ha indicado que se trata de un “primer recuento” de víctimas, mientras que no se ha pronunciado sobre el estado del líder del movimiento armado, Hasán Nasrala, quien, según fuentes de seguridad citadas por la prensa israelí bajo condición de anonimato, era el objetivo del ataque.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) ha informado de que los bombardeos han provocado una “gran destrucción” y el derrumbe de varios inmuebles residenciales del Dahye, mientras que también han dejado importantes daños materiales en el barrio de Haret Hreik, donde también se han venido abajo algunos edificios, según el medio estatal.
Fuertes explosiones han resonado por toda la capital y poblaciones adyacentes y enormes columnas de humo se han podido ver elevándose desde la zona a grandes distancias, algo que no había ocurrido con ninguno de los seis bombardeos perpetrados contra la zona desde el inicio de los choques.
Cabe recordar que el pasado viernes más de medio centenar de personas murieron en un bombardeo israelí que hizo derrumbarse dos edificios en el Dahye, donde en los días siguientes se sucedieron, además, otras tres acciones contra altos mandos de Hizbulá, una de ellas fallida.
La última ocurrió este jueves y mató al comandante de su unidad aérea, Muhamad Hosein Sarur, así como a al menos otra persona.
Todo ello coincide con una intensa campaña de bombardeos israelíes contra el sur y el este del país, también con gran presencia de miembros y simpatizantes de Hizbulá, que desde su inicio el pasado lunes deja ya más de 700 muertos y unos 120.000 desplazados.