Irene Montero ha sido nominada como la candidata de La Izquierda para la presidencia del Parlamento Europeo, en una decisión principalmente simbólica. Su nominación se produce en un contexto donde ya existe un acuerdo entre los grupos políticos de los populares, socialistas y liberales que asegura la reelección de la actual presidenta, la popular maltesa Roberta Metsola, para la primera mitad de la legislatura.
Hacia la mitad de la legislatura, los socialdemócratas tomarán el puesto de presidencia, con la española Iratxe García entre los nombres considerados para el cargo. Con esta situación, quedan pocas posibilidades reales para la candidatura de Montero, pero la nominación de La Izquierda sigue siendo una decisión prestigiosa.
Una decisión simbólica
¿Por qué se ha decidido presentar a Irene Montero? Realmente, sigue una tradición de utilizar estas nominaciones para visibilizar sus posiciones políticas. En la legislatura anterior, Sira Rego fue la candidata simbólica del grupo. Por eso, Montero ha sido nombrada vicepresidenta del grupo de La Izquierda, ocupando el lugar que dejó Rego tras la ausencia de IU en la Eurocámara, ya que Sumar obtuvo solo tres eurodiputados y Manu Pineda, quien ocupaba la cuarta posición, no consiguió escaño.
“La Izquierda ha decidido lanzar la candidatura de Irene Montero para la votación de este martes, como ya hizo en el caso de Sira Rego en la anterior legislatura,” señalaron fuentes del grupo.
El grupo de La Izquierda tiene tres delegaciones españolas en el Parlamento Europeo. Estas incluyen a Irene Montero e Isa Serra de Podemos, y Estrella Galán de Sumar. Otros miembros de la lista de Sumar, como Vicent Marzà de Compromís y Jaume Asens de En Comú, forman parte de Los Verdes/ALE. También se incluye al eurodiputado de EH Bildu, Pernando Barrena, mientras que BNG y ERC, que formaban parte de la misma candidatura, también pertenecen a Los Verdes/ALE.
“La decisión de presentar a Montero se ha producido por consenso”, según fuentes del grupo, reflejando ese apoyo interno profundo que sin duda se manifestará en la próxima legislatura.
Las reglas para la elección a la presidencia del Parlamento Europeo requieren que las candidaturas sean presentadas por un grupo político o por al menos 35 eurodiputados. Para ser elegido, un candidato debe obtener la mayoría absoluta de los votos válidos emitidos, lo que equivale a la mitad más uno de los votos. La votación es secreta y puede llegar a desarrollarse en hasta cuatro rondas, si en las primeras tres votaciones ningún candidato alcanza la mayoría necesaria.
“La elección se desarrolla por un sistema de vueltas –con un máximo de cuatro– hasta que uno de los candidatos consiga la mitad más uno de los votos emitidos”, según el reglamento del Parlamento.
Nada contra Metsola
Pero la de Montero es una batalla perdida, porque su competencia para la presidencia se limita a la popularísima Roberta Metsola, y se espera que Metsola sea reelegida sin problemas debido al apoyo de populares, socialistas y liberales. Tras la elección de la presidencia, se votarán las 14 vicepresidencias de la Eurocámara. La Izquierda presentará a Younous Omarjee de La Francia Insumisa para una de estas vicepresidencias. Por parte de España, se espera que los vicepresidentes sean Esteban González Pons del Partido Popular y Javi López del grupo socialista.
Luego están los demás puestos de la cúpula parlamentaria, que en esta ocasión baten récords de paridad. Los Verdes han elegido a Bas Eickhout y a Terry Reintke como co-presidentes, y los Socialdemócratas, a la española Iratxe García. Sin embargo, el Partido Popular Europeo mantendrá a Manfred Webber, mientras que Ryszard Legutko, del partido PiS polaco, y Nicola Procaccini, de los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, tendrán la presidencia de los Conservadores y Reformistas Europeos. Jordan Bardella, por su parte, será presidente del nuevo grupo Patriotas por Europa. En cuanto a La Izquierda, su presidencia está compartida por el alemán Martin Schirdewan (Die Linke) y la francesa Manon Aubry (Francia Insumisa). Ya se ha decidido, sin embargo, que Irene Montero obtendrá una vicepresidencia.
El Parlamento Europeo inicia su décima legislatura con 720 nuevos legisladores reunidos en Estrasburgo para la primera sesión plenaria, marcada por un aumento significativo de grupos de extrema derecha y su desafío a los partidos centristas proeuropeos. Entre estos nuevos grupos se destaca Europa de las Naciones Soberanas (ESN), y Patriotas por Europea, que ha reunido 84 eurodiputados convirtiéndose en el tercer grupo más grande. Este cambio pondrá a prueba el cordón sanitario que los partidos mayoritarios han aplicado hasta ahora para evitar que la extrema derecha ocupe puestos de alto perfil en las instituciones.