Irán se ceba con la premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi: sexta condena y un año más de cárcel por defender la libertad de las mujeres

La activista se ha pasado gran parte de las últimas tres décadas entrando y saliendo de las temibles cárceles del régimen de los ayatolás

La ceremonia de entrega del Nobel de la Paz de 2023 a Narges Mohammadi en Oslo EFE/EPA/JAVAD PARSA / FUERA POOL NORUEGA

Un tribunal de Teherán condenó este martes a la premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi a otro año de cárcel por “propaganda contra el sistema”, criticar la imposición del velo y llamar al boicot de las elecciones parlamentarias, en la sexta sentencia contra la encarcelada activista desde 2021.

“Según el veredicto emitido por la sala 29 del Tribunal Revolucionario de Teherán, la señora Narges Mohammadi fue condenada a un año de prisión por propaganda contra el sistema”, informó en X el abogado de la activista Mostafa Nili. El juicio ha durado diez días: Mohammadi no asistió al mismo aunque exigió vistas públicas con la presencia de “periodistas independientes, activistas por los derechos de las mujeres, defensores de los derechos humanos”. Algo que el régimen no estaba dispuesto a aceptar y no sucedió.

Antes de la última sentencia, Mohammadi, de 52 años y encarcelada en la prisión de Evin de Teherán, había sido sentenciada en seis ocasiones a un total de 31 años y tres meses de prisión y 154 latigazos, entre otros castigos, desde 2021. La activista iraní se ha pasado gran parte de los últimos treinta años entrando y saliendo de las prisiones de la República Islámica por su incansable lucha por la libertad, y de manera especial, la de las mujeres.

Estando en la cárcel -cumplía una condena de diez años por “la difusión de propaganda contra el Estado”, lo que a juicio de las autoridades supuso el libro Tortura Blanca sobre la situación de los presos en Irán—, fue galardonada en octubre de 2023 con el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su labor por los derechos de las mujeres y la democracia, así como su rechazo de la pena de muerte o a la obligatoriedad del velo islámico.

A pesar de las condenas y el encarcelamiento, la activista ha continuado denunciando las violaciones de derechos humanos en Irán, entre ellos la aplicación de la pena de muerte o la violencia contra las mujeres que no usan el velo islámico.

No en vano, Mohammadi denunció el pasado mes de abril la nueva campaña del régimen de los mulás para reimponer el uso del hiyab, denunciando que las autoridades de su país habían convertido las calles del país en “un campo de batalla contra las mujeres”. Entonces, la activista denunció la agresión que sufrió la joven Dina Qalibaf, quien fue detenida a mediados de aqpor la denominada policía de la moral por no llevar puesto el velo islámico y denunció haber sido abusada y torturada en la conocida cárcel de Evin en Teherán.

Asimismo, Mohammadi llamó al boicot de las elecciones parlamentarias del marzo de 2024, en las que se registró la participación más baja (41%) de los 45 años de la Revolución Islámica. A finales del año pasado, envió una carta a los Parlamentos de Noruega y Suecia en la que afirmó que la República Islámica no representa al pueblo de Irán, motivo por el que ahora también ha sido condenada.

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