Crisis en Oriente Medio

Irán aumenta la represión contra las mujeres tras el lanzamiento del ataque a Israel

En plena escalada de tensión con Israel, Irán intensifica la imposición del velo a las iraníes. La Policía de la Moral vuelve a atemorizar a las mujeres y niñas del país

Mujeres en Irán protestan tras el ataque
Mujeres iraníes protestan contra Israel en Teherán Efe

Mientras resuenan los tambores de guerra con el enemigo “número uno” del régimen de los ayatolás, las iraníes denuncian una nueva oleada de represión. La temida Policía de la Moral, sobre todo por las más jóvenes y modernas, ha estado muy presente y activa estos días en las calles de las principales ciudades iraníes.

Al preguntar a las propias ciudadanas de Irán sobre esta nueva campaña, el móvil se llena de atroces vídeos grabados por valientes transeúntes que ven a diario el acoso que sufren las iraníes, por no vestir con el decoro marcado por los fundamentalistas. Cuando estos días una hija no vuelve a casa, el principal temor de sus madres es que hayan sido capturadas por los polémicos agentes y acaben siendo golpeadas y detenidas.

De negro, con el chador hasta los pies, las detenciones se vuelven de lo más arbitrarias. Ataques de pánico por las malas formas, bloqueos en plena calle por la dureza de los agentes, e incluso resignación y entereza… Cada una se enfrenta a la Policía de la Moral como puede. Algunas les piden clemencia, se puede ver que ha sido el flequillo que asoma del hiyab el motivo de tal reprimenda y encierro en la furgona. “¡Por favor, mañana tengo un examen!”, grita una joven dentro del vehículo, para después romperse a llorar.

Apartheid de género

“La escalada de violencia y represión del Gobierno iraní contra las mujeres y niñas que se niegan a cumplir la ley estatal del hiyab obligatorio exige una respuesta internacional firme, que incluya la codificación del apartheid de género en el derecho internacional como crimen de lesa humanidad”, denuncian desde el Centro de Derechos Humanos de Irán (CHRI, por sus siglas en inglés).

“En medio del aumento de la disidencia en el país y de la atención internacional centrada en las tensiones regionales, la República Islámica está aprovechando la oportunidad para intensificar su campaña de represión contra la disidencia”, afirma el director ejecutivo del CHRI, Hadi Ghaemi.

“Las mujeres y las niñas de Irán ya están sometidas a una grave discriminación, pero estas acciones aumentan significativamente la amenaza de violencia estatal descontrolada contra ellas”, añadió.

Advertencia de Jamenei

Antes de lanzar el ataque contra Israel, el líder supremo Alí Jamenei hizo hincapié en que en la República Islámica se debe aplicar la normativa sobre el hiyab. Según denuncian los iraníes, desde el pasado sábado aumentó la presencia de los agentes de la Policía de la Moral, que vigilan que las mujeres y niñas cumplan con las leyes de obligatoriedad del velo islámico. No sólo en Teherán se ha intensificado la actividad de estas patrullas, también en lugares como Bushehr, se ha puesto un listón más estricto en cuanto a la política del hiyab.

De acuerdo con el medio IRAN International, las últimas advertencias se suman a otro reciente discurso de Jamenei, cuando criticó la desobediencia civil de las mujeres e instó a las autoridades de la República Islámica a tomar “medidas legales y a aplicar la sharía”. Para el líder supremo iraní, la oposición al hiyab forma parte de la “agenda extranjera”.

Incremento de la persecución

Ryma Sheermohammadi, conferenciante y activista de los derechos humanos, confirma a Artículo14 que “se está intensificando la persecución a las mujeres” desde el ataque del pasado sábado. Sheermohammadi lo achaca a varios factores.

Tensión en Oriente Medio

Una mujer iraní pasa junto a una pancarta antiisraelí con imágenes de misiles iraníes, en Teherán

Por un lado, recuerda que hace un par de meses hubo elecciones parlamentarias y al Consejo en Irán. Unos comicios que no lograron salvar la cara del régimen, pues acudió a votar menos iraníes de lo que esperaban. Incluso, “en más de 15 grandes ciudades y 21 colegios electorales del país, el total de votos nulos fue superior al de los válidos”. Así, los iraníes que acudieron a votar obligados supieron cómo mostrar su rechazo en las urnas. En Teherán, por ejemplo, “sólo hubo una participación del 15%”. Y ahí reside la clave de la ola de represión contra las mujeres. Los que sí acudieron a votar, esa “minoría”, fueron los más conservadores, que ahora demandan que la República Islámica haga honor a su nombre y no consienta la falta de decoro entre las iraníes.

Mano dura respecto al velo

Este sector más fundamentalista “exige mano dura respecto al velo. Siempre lo han hecho, pero desde que se volvió la tónica común ver a las mujeres más relajadas en el vestir y no sólo en barrios de Teherán”, aún lo reivindican más. Además, las protestas que desencadenó la muerte de la joven Mahsa Amini, que falleció en 2022 a manos de la polémica Policía de la Moral, “no sólo fueron por las libertades de las mujeres, se unió gran parte de la población porque querían un cambio de régimen”.

No eran sólo reformistas, las protestas y demandas “fueron muy contundentes”, destaca. Por lo que, de acuerdo con la activista iraní, las libertades de las mujeres en Irán se relacionan con el fin del sistema actual. Los ultraconservadores, que controlan el poder económico del país, temen que a las autoridades se les vaya de las manos el asunto del hiyab.

Reglas de castidad

Es más, públicamente, Gholam Hossein Mohseni Ejei, jefe del poder judicial iraní, reconoció la “insuficiencia” de los esfuerzos de la República Islámica por mantener “las normas de castidad y del hiyab”. Tal y como recalca Sheermohammadi, estas reglas de castidad “sólo atañen a las mujeres, por si había alguna duda”.

Otro factor que ha coincidido en el tiempo es la petición oficial a que se califique a la Guardia Revolucionaria iraní como grupo terrorista. Unido a que Argentina, “después de 30 años, ha hecho responsable a Irán de ordenar y ejecutar los dos atentados contra la AMIA y el consulado israelí“. La presión internacional va en aumento. También por el atroz acuchillamiento a un periodista opositor iraní en Reino Unido.

Por último, está el ataque de Israel del 1 de abril. Sheermohammadi matiza que el Ejército israelí disparó contra el edificio adyacente al consulado iraní en Siria, y mató a varios altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní. Un cuerpo cuyo objetivo es “asegurarse de que la ideología de la revolución de la República Islámica se mantenga tal cual, dentro y fuera del territorio”. Entre los “altísimos cargos fallecidos está el que para muchos fue el cerebro de los ataques de Hamás el 7 de Octubre”. Irán promete venganza y “no tiene la capacidad de no contraatacar, se lo demanda la misma minoría” que pide mano dura con las mujeres.

Mismo día del ataque

Por lo que a la activista de los Derechos humanos no le sorprende que “el mismo sábado que Irán ataca a Israel, a partir de ese día, se endurecieron las medidas del velo”.

Si hay algo que ha indignado a los iraníes, que no pasan por su mejor momento económico debido a la elevada inflación, y a las sanciones internacionales, es el despliegue de recursos humanos y económicos que se destinan a la Policía de la Moral. “Hay tanta gente acosando a las iraníes, en las patrullas, cobrando por ello… El despliegue para sembrar el miedo en las calles de Irán es enorme”, asevera Sheermohammadi. Por ello, y viendo la represión de estos días, “antes de que queramos salir a protestar nos lo vamos a pensar dos veces”.

Los iraníes, insisten ellos, son un pueblo pacífico que tiene en la memoria los estragos que causaron la guerra con Irak. De ahí que, la mayoría no desee un nuevo conflicto bélico. “Además, no estamos como los israelíes, preparados con búnkers y refugios antimisiles”, recalca la activista. Con la exagerada represión contra las mujeres, las autoridades evitan que la población se manifieste también contra la guerra.

En línea con las explicaciones de Sheermohammadi, el propio régimen afirma que el cumplimiento de la normativa sobre el hiyab es una “demanda nacional y pública”. Bajo una iniciativa denominada como “plan Noor” (luz, en farsi), la Policía de la Moral hace cumplir las leyes a las mujeres.

“A partir de hoy, la Policía de Teherán, al igual que la de otras provincias, aplicará sus medidas contra este tipo de violaciones de la ley relativas al hiyab”, indicó el sábado el jefe de la Policía de la capital, Abbas Ali Mohammadian, en declaraciones recogidas por Iran International.

El sarcasmo entre las iraníes es que ahora hay más posibilidades de morir apaleadas por la Policía de la Moral iraní que por un misil israelí.

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