Este jueves se ha presentado el Informe Mundial sobre la Felicidad 2025. Aunque muchos podrían suponer que la riqueza, el crecimiento económico o incluso el PIB son los principales impulsores de la felicidad nacional, las últimas conclusiones indican algo mucho más profundo: la confianza y la amabilidad son los verdaderos catalizadores de una sociedad feliz.
Publicado en el Día Internacional de la Felicidad de Naciones Unidas, el informe revela que la creencia en la bondad de los demás desempeña un papel mucho más importante en la formación de la felicidad de lo que se pensaba. De hecho, los datos mundiales muestran que la gente tiende a subestimar la amabilidad de sus comunidades, y las investigaciones destacan que las tasas reales de devolución de carteras perdidas son el doble de lo que la sociedad espera. Este concepto de amabilidad percibida se ha identificado ahora como un factor crucial a la hora de determinar la felicidad de la población, sugiriendo que cuando las personas creen que los demás se preocupan por ellas, es más probable que declaren sentirse más felices.

Una mujer sonríe mientras sostiene un globito ‘smile’ (Pexels)
El Informe sobre la Felicidad en el Mundo, basado en datos de la Encuesta Mundial Gallup, la Encuesta Mundial de Riesgos de la Fundación Lloyd’s Register y otras fuentes, muestra un cambio significativo en la percepción. Los países nórdicos están una vez más a la cabeza de la clasificación de la felicidad, lo que demuestra que el nivel de confianza en una sociedad está directamente correlacionado con el bienestar general de sus ciudadanos.
El papel de la conexión social: compartir comidas y apoyarse mutuamente
Uno de los temas principales del informe de este año es la idea de cuidar y compartir. Los resultados destacan que compartir las comidas está universalmente vinculado a niveles más altos de felicidad. Este simple acto de comer en común es un poderoso impulsor del bienestar en todas las regiones del mundo. Sin embargo, hay una tendencia notable en algunos países, sobre todo en Estados Unidos, donde el número de personas que comen solas ha aumentado un 53% en las dos últimas décadas. El creciente aislamiento experimentado por muchas personas, especialmente entre los adultos más jóvenes, ha suscitado preocupación por las implicaciones más amplias sobre la salud social. En 2023, el 19% de los adultos jóvenes de todo el mundo declararon no tener a nadie con quien contar como apoyo social, lo que supone un aumento del 39% desde 2006.
Sin embargo, allí donde las conexiones sociales prosperan, también lo hace la felicidad. El informe sugiere que quienes viven en hogares con cuatro o cinco miembros, como en países como México y en gran parte de Europa, experimentan los niveles más altos de felicidad. Esta conclusión pone de manifiesto la importancia de una convivencia unida y solidaria. Sin embargo, en algunas partes de Europa, sobre todo, muchas personas viven solas, lo que puede contribuir a que sus niveles de felicidad sean más bajos y a que aumenten las tasas de desvinculación social.

La oxitocina es la conocida como “hormona del amor” y es una de las que componen las hormonas de la felicidad
El informe también señala que en los países donde los actos de bondad y benevolencia son frecuentes, como en los países nórdicos, hay tasas más bajas de muertes por desesperación, un fenómeno preocupante que se observa cada vez más en países con altas tasas de aislamiento y falta de apoyo social, como Estados Unidos.
El declive de la confianza social en EE UU y Europa
En marcado contraste con la alegría colectiva que se observa en las naciones más felices, Estados Unidos y algunas partes de Europa han mostrado signos alarmantes de declive social. Por primera vez en la historia del informe, Estados Unidos ha caído a la posición más baja de su historia en la clasificación de la felicidad, situándose ahora en el puesto 24. Reino Unido (23) también ha registrado un descenso en la confianza social. Asimismo reportó una disminución de la felicidad, marcando su evaluación de vida promedio más baja desde 2017.

Filósofos como Platón, Descartes o Nietzsche reflexionaron a lo largo de su vida sobre lo que significaba la felicidad
Los expertos sugieren que la disminución de la felicidad y la confianza social en estas regiones contribuyen al aumento de la polarización política y los sentimientos antisistema. El informe llama la atención sobre el vínculo crítico entre la felicidad, la confianza y la estabilidad política, señalando que la desilusión con los sistemas sociales a menudo conduce a la división y el malestar.
La clasificación de la felicidad 2025: una nueva era para América Latina y Europa del Este
La clasificación de este año muestra nuevas tendencias emergentes, en particular con los notables avances de los países latinoamericanos. Finlandia, por octavo año consecutivo, ocupa el primer puesto, con una puntuación media de 7.736 sobre 10. Le siguen Dinamarca y Suecia. Por su parte, Costa Rica (6º) y México (10º) han entrado por primera vez en el top 10, lo que demuestra la creciente atención de la región al bienestar y a los valores comunitarios.

Una madre y su hija se divierten en Laponia, Finlandia
Países como Lituania (16º), Eslovenia (19º) y Chequia (20º) también han registrado tendencias al alza, lo que indica una convergencia de los niveles de felicidad en Europa Oriental, Central y Occidental. Estas naciones en ascenso ofrecen ejemplos prometedores de cómo la inversión en capital social y el fomento de la confianza pueden conducir a mejoras significativas de la felicidad nacional.
¿Y España?
España se colocó en el puesto 38º, con 6.466 puntos. Por detrás de países como Kuwait (30º), Serbia (31º), Arabia Saudí (32º), Francia (33º), Singapur (34º), Rumanía (35º), Brasil (36º) y El Salvador (37º).
Los expertos opinan: la bondad y el capital social en el punto de mira
Lara B. Aknin, catedrática de Psicología Social de la Universidad Simon Fraser y una de las redactoras del informe, explica que la felicidad depende de nuestras relaciones con los demás. “Tanto la inversión en vínculos sociales positivos como la participación en acciones benévolas se corresponden con una mayor felicidad”, afirma. Esto subraya la creciente importancia de la confianza social y la bondad como elementos fundamentales para el bienestar de la sociedad.

Una joven disfrutando de su tiempo libre
Por su parte, John F. Helliwell, editor fundador del Informe sobre la Felicidad en el Mundo y experto en los experimentos con carteras perdidas, señala que los resultados son “tan convincentes porque confirman que la gente es mucho más feliz viviendo donde cree que la gente se preocupa por los demás”. Los datos de la prueba de las carteras, añade, “confirman la realidad de estas percepciones, aunque en todas partes sean demasiado pesimistas”.
Finland, Denmark and Sweden rank among the happiest countries in the world. Lebanon, Sierra Leone and Afghanistan rank among the least happy.
Full global rankings in the World Happiness Report 2025: https://t.co/nibJaSUYA3 pic.twitter.com/5vJ3wgH4r7
— Gallup (@Gallup) March 20, 2025
Para Jon Clifton, director general de Gallup, “la felicidad no es sólo riqueza o crecimiento: es confianza, conexión y saber que la gente te cubre las espaldas”. En la misma línea, Jan-Emmanuel De Neve, director del Centro de Investigación del Bienestar de Oxford, se hace eco de esta opinión y subraya que el acto de compartir las comidas y confiar en los demás se consideran ahora factores de predicción del bienestar más potentes que muchas medidas tradicionales del éxito.
Más allá de la riqueza: un llamamiento a la acción para unas comunidades más fuertes
El Informe sobre la Felicidad en el Mundo 2025 anima a las personas de todo el mundo a reconsiderar los elementos que verdaderamente importan en la vida. Aunque factores como la salud y la riqueza siguen siendo importantes, son las conexiones intangibles que compartimos con los demás las que desempeñan un papel fundamental a la hora de determinar la felicidad general de una población. Si adoptamos los valores de la confianza, la amabilidad y las experiencias compartidas, podemos crear un mundo en el que florezca el bienestar y los lugares más felices del planeta no sean sólo destinos, sino comunidades que construimos juntos.
Como incide Clifton: “Si queremos comunidades y economías más fuertes, debemos invertir en lo que de verdad importa: los unos en los otros“. Las conclusiones del informe de este año demuestran que la felicidad no es un ideal lejano, sino algo alcanzable cuando reconocemos la importancia de la conexión y la benevolencia humanas.