Provocación

Indignación en Groenlandia ante la visita “agresiva” de la segunda dama de Estados Unidos

Groenlandia y Dinamarca aseguran que no han invitado a esta delegación estadounidense. Trump insiste en que logrará anexionarse la isla "de una forma u otra"

Usha
Usha Vance, esposa del candidato al vicepresidente JD Vance, durante la convención Efe

El primer ministro de Groenlandia, Mute B. Egede, ha criticado la visita a la isla por parte de funcionarios estadounidenses, incluida la segunda dama Usha Vance, de “altamente agresiva”, reavivando así las tensiones entre Estados Unidos, Groenlandia y Dinamarca.

Un viaje inesperado

La visita, programada para el próximo jueves en territorio groenlandés, ha causado un profundo malestar en el gobierno de Groenlandia. La Casa Blanca aseguró que el viaje tenía un carácter privado y cultural, y dijo que la segunda dama “viajará a Groenlandia con su hijo y una delegación de Estados Unidos para visitar sitios históricos, aprender sobre la herencia groenlandesa y asistir a la Avannaata Qimussersu, la carrera nacional de trineos tirados por perros de Groenlandia”.

La segunda dama Usha Vance y la primera dama Melania Trump

“La señora Vance y la delegación están entusiasmados de presenciar esta carrera monumental y celebrar la cultura y la unidad groenlandesas”, afirma el comunicado de la Casa Blanca.

Sin embargo, la presencia de altos funcionarios estadounidenses en la delegación, como el del asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, ha generado sospechas entre los altos cargos del gobierno de la isla más grande del mundo, sobre las verdaderas intenciones de Washington.

“¿Qué hace el asesor de seguridad nacional en Groenlandia? El único propósito es demostrar su poder sobre nosotros”, aseguró Egede. “Su mera presencia en Groenlandia sin duda aumentará la confianza estadounidense en la misión de Trump, y la presión aumentará”.

El persistente interés de Trump por Groenlandia

Las tensiones entre Estados Unidos y Groenlandia se han intensificado desde que el presidente Donald Trump reavivó su interés en adquirir la isla. En 2019, durante su primer mandato, Trump propuso la compra de Groenlandia a Dinamarca, argumentando que la isla tenía un gran valor estratégico y de seguridad nacional. Su oferta fue rechazada rotundamente tanto por el gobierno danés como por los líderes groenlandeses, quienes calificaron la propuesta de “absurda” y “ofensiva”.

Ahora, en su segundo mandato, Trump ha vuelto a insinuar la posibilidad de intentar anexionar Groenlandia de alguna forma, lo que ha generado preocupación e indignación entre los groenlandeses. Esta idea de Trump de hacerse con el control de la isla ha puesto el foco internacional en el territorio, que alberga vastas reservas de tierras raras cruciales para las industrias de alta tecnología. “Creo que lo lograremos de una forma u otra”, señaló Trump en una sesión conjunta del Congreso a principios de este mes.

Ciudadanos groenlandeses protestan frente al consulado de EEUU tras las declaraciones de Trump de su interés en anexionar la isla

Groenlandia “no está en venta”

El Gobierno de Egede ha reiterado en múltiples ocasiones que Groenlandia no está en venta ni tiene intención de modificar su relación con Dinamarca, su país administrador. “Hasta hace poco, podíamos confiar en los estadounidenses como aliados y amigos, pero ese tiempo ha terminado”, agregó el líder groenlandés.

“La presión muy agresiva de Estados Unidos sobre la sociedad groenlandesa es ahora tan grave que el nivel no puede subir más. Mantenerse unidos en Groenlandia no ha servido de nada, alzar la voz tampoco, y los intentos diplomáticos de diálogo han sido en vano. Ahora la comunidad internacional debe reaccionar”, declaró.

El primer ministro de Groenlandia, Mute B. Egede

“Hemos intentado todas las opciones diplomáticas y democráticas, pero todo rebota en Donald Trump y su administración en su misión de poseer y controlar Groenlandia. Por tanto, debemos afrontar los hechos y reconocer que cada minuto cuenta para evitar que el sueño de los estadounidenses de anexionarse nuestro país se haga realidad”, concluyó Egede.

El partido izquierdista de Egede, Inuit Ataqatigiit (IA), perdió en las elecciones parlamentarias a principios de este mes, pero permanecerá en el cargo como primer ministro hasta que se establezca una nueva coalición de gobierno. Jens-Frederik Nielsen, quien probablemente asumirá el liderazgo de Groenlandia tras la victoria de su partido en los comicios, afirmó que el momento elegido para la visita de la delegación estadounidense refleja “una falta de respeto”.

“Los estadounidenses saben perfectamente que aún estamos en una situación de negociación y que las elecciones municipales aún no han concluido, pero aprovechan la oportunidad para venir a Groenlandia, una vez más, lo que demuestra una falta de respeto hacia la población groenlandesa”, declaró Nielsen al periódico local Sermitsiaq.

Dinamarca “se toma muy en serio” la visita estadounidense

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, también reaccionó a la visita de la esposa del vicepresidente de EE UU, J.D. Vance, y enfatizó que la soberanía de Groenlandia no está en discusión. “Esto es algo que tomamos en serio. Cualquier intento de presión o injerencia por parte de Estados Unidos será rechazado de manera firme”, declaró Frederiksen a Reuters.

Estatua de Dannebrog y Hans Egede en Nuuk, Groenlandia

De hecho, el portavoz principal de la policía nacional de Dinamarca, ha anunciado que se van a enviar refuerzos a Groenlandia en vistas de la visita estadounidense. Personal de policía adicional y perros rastreadores formarán parte de la seguridad del territorio groenlandés.

Groenlandia es considerada parte de Dinamarca desde 1953, y ha estado en vías de independencia desde 2009, cuando el Gobierno de Copenhague reconoció su derecho a la autodeterminación en virtud del derecho internacional, concediéndole mayores competencias en materia de minerales, policía y tribunales, pero los daneses aún controlan la seguridad, la defensa, la política exterior y la política monetaria.

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