Desde este miércoles, Alberto Fernández, expresidente de Argentina, está formalmente imputado por violencia de género contra su esposa, Fabiola Yañez. El fiscal Ramiro González, a cargo de la investigación, consideró que los hechos por los que se lo denuncia deben ser calificados como “delitos de lesiones leves y graves, doblemente agravadas, y amenazas coactivas”.
Todo está vertido en un escrito de 16 páginas redactado (y compartido a este medio) por el propio fiscal. El texto contiene numerosos detalles sobre las declaraciones escrita y oral que brindó Yañez en las últimas 48 horas, pero particularmente se centra en la última: la testimonial que este martes le tomó a Yañez, quien desde diciembre reside en Madrid con su hijo de 2 años y su madre.
Es enfático -y desgarrador- el comienzo de ese escrito, cuando González justifica con elocuencia el contexto del “objeto procesal”: dice que “desde fecha incierta, pero desde cuando Fabiola Yáñez comenzó un vínculo de noviazgo con Alberto Fernández, hasta la actualidad, la nombrada sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar (según las etapas temporales de ese vínculo afectivo)”.
Una relación asimétrica
En cuanto a los hechos, opina que “surgen de un relato que revela un contexto de violencia de género asentado sobre una relación asimétrica y desigual de poder, que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como Presidente de la Nación y el ejercicio del cargo”. Y cierra así su introducción: “Bajo esa estructura de asimetría, el Sr. Alberto Fernández habría -como hipótesis delictiva- realizado distintos comportamientos penalmente relevantes”.
Cómo será la investigación del fiscal
El fiscal sistematizó la secuencia de eventos en nueve hechos que describe en el escrito con minuciosidad. Para probarlos, determinó que debe recabar distintas pruebas. Entre ellas, tomarle declaración testimonial a seis personas. Además solicitó que se le entreguen los videos de las cámaras de seguridad internas de la quinta presidencial de Olivos (donde vivía la ex pareja presidencial) y los registros de ingreso, “puntualmente del Médico Federico Saavedra, Director de la Unidad Médica Presidencial y de cualquier otro galeno de esas Unidad entre el año 2021 y 2023”.
También sumó otros pedidos, desde revisar determinadas líneas telefónicas que la presunta víctima parece haber mencionado en su declaración testimonial, hasta que se le informe “la nómina del personal doméstico que cumplía funciones en el chalet y en la casa de huéspedes de la quinta de Olivos entre los años 2021 y 2023”.
O, mismo, que la unidad médica de ese establecimiento entregue “todas las constancias de atención a Fabiola Yáñez”, en el mismo período. En esa misma línea, otros centros de salud en los que Yañez se habría atendido deberán brindar historias clínicas e informes médicos puntuales.
Las seis personas que deberán dar su testimonio
La lista de seis personas que citará el fiscal incluye a Miriam Yáñez Verdugo, madre de Fabiola Yáñez; a Daniel Rodríguez, ex intendente de la quinta de Olivos; a Sofía Pacchi, amiga y ex asistente suya desde la sección Ceremonial hasta agosto de 2021; y a Federico Saavedra, médico de la Unidad Médica Presidencial.
La lista se completa con dos personajes bien distintos. Por un lado, María Cantero, secretaria privada de Alberto Fernández y de cuyo celular salieron las fotos y mensajes que evidenciaron la violencia ejercida contra Yañez. Además, una persona mucho menos conocida: Alicia Barrios, periodista que aparentemente Yañez nombró en su declaración y que recientemente dijo en los medios que “se notaba que era maltratada”.
Los hechos que habría cometido
Los nueve hechos están en el tercer apartado del escrito de Ramiro González. Como “hecho I” el fiscal describe el aborto al que Alberto Fernández “obligó” (textual) a Fabiola Yañez. El fiscal espera que la investigación aclare cómo fueron los hechos y si fue un caso aislado o corresponde a un contexto mayor, justamente aquel que constituye el “objeto” de la imputación.
González destaca que el aborto ocurrió “a través de un plan que constituyó destrato, negación de la palabra, hostigamiento y frases como ‘hay que resolverlo, tenés que abortar’. Incluso “le dijo a su hijo que Yáñez se encontraba embarazada para luego responsabilizarla a ella de ese acto de aborto”. Para González, Yáñez “se vio coaccionada por Alberto Fernández para tomar esa decisión, provocándole un daño psíquico irreparable.
El “hecho II” que describe el escrito habría ocurrido meses antes del 12 de agosto de 2021, cuando el expresidente “sujetó del brazo a Fabiola Yáñez, provocándole las lesiones cuya imagen se observa en la fotografía que la nombrada le envió el 12/8/2021 a María Cantero”.
Cantero es la secretaria privada de Fernández. Yañez le había confiado lo que le pasaba y le había compartido imágenes y comentarios de la violencia que sufría. Pero, en el contexto de una investigación paralela al ex jefe de Estado (por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, y malversación de caudales públicos), el teléfono de Cantero quedó en manos del juez Julián Ercolini y el fiscal Carlos Rívolo, quienes advirtieron que, por fuera de la corrupción, había mucho más.
Presuntas piñas de Alberto Fernández a Fabiola Yañez
Estamos en julio de 2021 y el matrimonio presidencial está en su cama, en la residencia de los jefes de Estado de Argentina: la famosa quinta de Olivos: “Luego de una discusión originada posiblemente por la denominada ‘fiesta de Olivos’, le propinó un golpe de puño en el ojo, ante lo cual Yáñez le cuestionó ‘¿qué me hiciste?’. Fernández no le contestó nada. Se dio vuelta y con eso terminó la discusión”.
Así de breve y conciso es el “hecho III” en este escrito. La fiesta que menciona fue un escándalo ocurrido en 2020, pero se difundió un año después, lo que generó gran malestar en la ciudadanía y un revuelo mediático que derrumbó la imagen de Fernández.
Todo, producto de una foto viralizada en la que se pudo conocer que la pareja presidencial había festejado el cumpleaños de Fabiola, a pesar de las duras restricciones para los encuentros sociales. Fue fatalmente célebre, en ese momento, que Fernández dijera “mi querida Fabiola”, cuando, haciendo de cuenta que él asumía la culpa, en realidad se la echaba a su esposa.
Presuntos zamarregos y patadas
Apenas unas semanas después de la piña en el ojo, el 11 de agosto de 2021, la pareja habría discutido por unos mensajes que el hombre le envió a Sofía Pacchi, la mencionada asistente de Yañez, que ahora el fiscal citará para dar declaración como testigo. ¿En qué consiste el hecho IV? A raíz de esa discusión, “Fernández zamarreó a Yáñez de sus brazos, provocándole una lesión en una de sus extremidades, y la sujetó con sus manos del cuello”.
Al día siguiente, el 12 de agosto de 2021, ocurrió el hecho V: “Alberto Fernández le propinó una patada en el vientre a Fabiola Yánez, conociendo que la nombrada podría estar embarazada en ese momento”.
Cachetazos y un Ministerio de la Mujer pasivo
Del siguiente hecho, el fiscal solicitó una investigación con legajo separado y que Casa Militar informe los datos del personal que acompañó a Fabiola Yáñez en un viaje puntual. Se trata de una visita a las Cataratas del Iguazú, del lado de Brasil, que la ex Primera Dama hizo junto a Ayelén Mazzina, entonces titular del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la Nación.
“Después de una cena, le mostró, a través de su teléfono celular, los golpes que sufrió, causados por Alberto Fernández, expresándole además que se quería ir de la quinta de Olivos, ante lo cual, la entonces ministra se limitó a referirle ‘no lo puedo creer, Fabi contá conmigo y vení al ministerio de la mujer’, sin tomar ningún tipo de medida, conforme al rol que desempeñaba en ese momento”, narra el fiscal, en alusión el “hecho VI”.
Para entender el VII hay que ir a la primera mitad de 2023, el último año de gestión de Fernández. El relato resume presuntos cachetazos del hombre a su esposa: “En horarios de la noche, con habitualidad Alberto Fernández golpeaba con la mano abierta a Fabiola Yáñez, dejándole la mejilla ‘hirviendo’, lo que provocaba que ella se fuera angustiada a la casa de huéspedes de Olivos”.
El fiscal cuenta que “en julio de 2023 le dijo a Fernández que no aguantaba más, que se iba a ir”. Él le dio “otro cachetazo”, y ella decidió instalarse en la casa de huéspedes con su madre y su hijo. Él cada tanto entraba y salía “de manera violenta” y “dando portazos”.
Violencia psicológica contra Yañez
A fines de junio de ese año, el expresidente y un abogado de la pareja, Juan Pablo Fioribello, la llamaron varias veces. Fernández le decía “terminemos con esto lo antes posible”, mientras el abogado la intentaba convencer de que no denunciara. “Si lo hacía se iban a decir cosas sobre ella”, relata el fiscal, retomando las palabras del abogado. Agrega que esos llamados buscaban “aprovechar la situación de vulnerabilidad emocional que estaba atravesando la Sra. Yáñez para que no inste la acción penal en la presente causa”.
En cuanto al último hecho, el IX, son “llamados y mensajes de texto diversos tipo de amenazas, tanto proferidas por Alberto Fernández como de terceros en las últimas semanas”. Entre ellos, Yañez en su declaración y el fiscal en su escrito destacan uno: “Un mensaje o llamada diciendo que Alberto Fernández había muerto”.