Los ojos del mundo están puestos en Líbano, donde los ataques de Israel se han intensificado en las últimas horas. Se trata de un intento del Gobierno israelí para desmantelar el grupo terrorista Hizbulá, que ha lanzado repetidos ataques desde el sur del país hacia territorio israelí. Sin embargo, a pesar de que los israelíes afirman haber acabado con la cúpula terrorista, siguen atacando. La situación sigue escalando y la violencia se ha extendido a otras partes de Líbano, particularmente en Beirut, donde los bombardeos han causado gran destrucción.
En respuesta a esta escalada de violencia, la Unión Europea ha anunciado la asignación de 10 millones de euros adicionales en ayuda humanitaria para apoyar a las personas afectadas por el conflicto. Esta ayuda está destinada a cubrir las necesidades más urgentes, como la protección, la asistencia alimentaria, el refugio y la atención sanitaria, con especial atención a los desplazados internos y los refugiados. Se ha informado de que más de 200.000 personas han sido desplazadas dentro del Líbano desde el inicio de los combates.
Por su parte, Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, ha convocado varias reuniones de emergencia para abordar la crisis. La UE está movilizando todos los mecanismos de respuesta de emergencia disponibles, incluido el Mecanismo de Protección Civil, para ofrecer más apoyo en caso de que la situación continúe deteriorándose. Los ministros de Exteriores europeos también han celebrado videoconferencias para discutir posibles acciones diplomáticas que contribuyan a reducir la tensión en la región.
Líbano, en crisis
La crisis humanitaria en Líbano se ha agravado debido a que el país ya enfrentaba una profunda crisis económica y social desde 2019. Casi dos millones de libaneses y refugiados sirios padecen inseguridad alimentaria, y esta cifra continúa creciendo a medida que la violencia destruye infraestructuras clave y agrava la escasez de recursos básicos. Frente a esta situación, la UE ha proporcionado un total de 74 millones de euros en 2024 para apoyar a las poblaciones más vulnerables de Líbano.
Borrell ya ha advertido sobre el riesgo de que el sur del Líbano se convierta en un nuevo campo de batalla similar a Gaza, debido al conflicto entre Israel e Irán, que apoya a Hizbulá. Además, ha señalado que la confrontación actual podría tener repercusiones más amplias en la región si no se logra contener. A pesar de los esfuerzos internacionales por frenar la violencia, hasta el momento no se ha logrado un cese al fuego.
El control de Hizbulá
“Israel puede reducir el poder de Hizbulá militarmente, pero solo las fuerzas internas libanesas pueden eliminar realmente la influencia de Hizbulá”, afirmó el general retirado y analista israelí Yaakov Amidror, durante su panel en la conferencia organizada por Europe Israel Public Affairs (EIPA) en Bruselas.
Amidror destacó el control arraigado de Hizbulá en Líbano y los límites de las soluciones militares externas, como la israelí: “Muchos consideran si Israel debería atacar instalaciones gubernamentales libanesas. Pero yo estoy en contra de esto. ¿Por qué? Porque sé que Líbano es un estado violado. Un estado es un estado. Hizbulá es otra cosa. Creo que, si se celebraran elecciones libres reales y democráticas mañana, probablemente el 65 o 70% de los libaneses votarían en contra del liderazgo de Hizbulá”.
“Hizbulá ha secuestrado a Líbano y lo está utilizando”, lamentó el general. “No creo que la disminución de la fuerza de Hizbulá por parte de Israel disminuya su autoridad lo suficiente para que los libaneses dejen de tener miedo. Eso no lo puede hacer Israel. Solo lo pueden hacer los propios libaneses”.
En la misma conferencia, el experto y analista Gaith al Omari, que fue exasesor del equipo negociador palestino y ha trabajado en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina y como asesor de la oficina del primer ministro palestino, destacó la necesidad de intervención internacional para frenar a Hizbulá.
“Los israelíes solos no pueden hacerlo, pero hay otros que pueden ayudar en este proceso. Miro a Europa… Francia, por ejemplo, tiene un papel muy especial. Pero también es importante involucrar a algunos de nuestros aliados en la región, particularmente a los saudíes, para que vengan y desempeñen su papel”, afirmó al Omari.
Crisis entre los civiles
Los bombardeos israelíes han afectado tanto a áreas urbanas como rurales, destruyendo edificios residenciales y obligando a cerrar más de 20 centros de atención primaria. Las organizaciones humanitarias advierten sobre una crisis sanitaria inminente, ya que más de 300.000 personas carecen de acceso a agua potable. La situación en Beirut, donde se han registrado los ataques más recientes, es particularmente grave, con cientos de víctimas entre la población civil.
En paralelo, Hizbulá ha continuado lanzando ataques con cohetes contra ciudades israelíes en respuesta a los bombardeos, intensificando aún más el conflicto. En las últimas horas, Hizbulá lanzó una andanada de misiles sobre Safed, en Israel, en lo que describió como una acción defensiva frente a las “violaciones bárbaras” de Israel contra la población civil libanesa.
La comunidad internacional, incluida la ONU, ha hecho repetidos llamamientos para que ambas partes respeten el Derecho Internacional Humanitario. No obstante, los esfuerzos diplomáticos para mediar un alto el fuego se han visto complicados por la falta de consenso entre las principales potencias mundiales, en particular por el papel que juega Irán como aliado de Hizbulá y la continua negativa de Israel a frenar sus operaciones militares hasta desmantelar completamente las fuerzas del grupo terrorista.