800 días de invasión rusa

La historia de la ucraniana de 98 años que parece de Hollywood

Lidiia Lomikovska tiene 98 años y ha protagonizado una de las vivencias más inverosímiles desde la invasión rusa

Lidiia Lomikovska - Internacional
El rostro de Lidiia Lomikovska, la heroína ucraniana de 98 años Policía

Para Lidiia Lomikovska, de 98 años, la invasión rusa está siendo peor que la Segunda Guerra Mundial. Un conflicto que ella también vivió. Su vida, marcada por la supervivencia en las circunstancias más adversas, es el testimonio de una fortaleza y una determinación que parecen surgidas de un guion de cine. Pero que, en realidad, son la pura verdad de su existencia.

La supervivencia como forma de vida

Lidiia Lomikovska nació en una pequeña aldea en el este de Ucrania, en 1924. Desde joven, Lidiia aprendió a confiar en sus instintos y en su capacidad para enfrentarse a enormes desafíos- Una habilidad que demostró durante la Segunda Guerra Mundial. Aquellos años de juventud se caracterizaron por la escasez, el miedo y una lucha constante por la supervivencia. De eso hizo su forma de vida, y sigue haciéndolo.

En febrero de 2022, cuando las fuerzas rusas entraron en su pueblo natal de Ocheretyne, Lidiia Lomikovska y su familia entendieron que debían abandonar su hogar. A pesar de su avanzada edad, Lidiia no dudó. Con los intensos bombardeos como telón de fondo, ella se separó accidentalmente de sus seres queridos. Y, sin más opción, decidió emprender un solitario viaje hacia el oeste, llevando como único equipaje su determinación y unas pantuflas.

“Mis piernas me llevaron de alguna manera”, relató Lidia Lomikovska

La historia de Lidiia Lomikovska - Internacional

Las piernas cansadas de Lidiia Lomikovska y su milagro con 98 años

“Cogí un palo y una tabla de madera como apoyo y seguí mi camino”, explicó Lidiia Lomikovska a la BBC. Caminó aproximadamente 10 kilómetros hasta que la policía ucraniana la detuvo. A pesar de los obstáculos físicos y los peligros constantes, su espíritu nunca flaqueó. “Mis piernas me estaban llevando de alguna manera; ¡yo no las estaba moviendo!”. Tiene 98 años de edad.

Mientras Lidiia Lomikovska avanzaba, su pueblo se convertía en un campo de batalla. El constante avance de las tropas rusas intensificaba el fuego de artillería, convirtiendo los bloques de apartamentos y las casas en escombros. “Cuando comencé a caminar, tuve que acostarme un par de veces”, dijo Lidiia, recordando cómo tuvo que dormir en el césped para recuperar fuerzas.

El reencuentro entre abuela y nieta

Después de ser detenida por la policía, Lidiia Lomikovska fue llevada a un refugio donde pudo descansar y, finalmente, reunirse con su nieta, Svitlana. “¡Estoy tan feliz de que mi abuela esté aquí!”, expresó Svitlana a BBC. Aunque el reencuentro fue un momento de alegría, también fue una ocasión para la reprimenda. “¡Oh no, no vuelvas a hacer eso!”, fue la severa respuesta de Svitlana al conocer el peligroso viaje de su abuela.

La historia de Lidiia Lomikovska no es solo un testimonio de supervivencia, sino también un reflejo de la resistencia humana en tiempos de guerra. Su vida, que ha abarcado casi un siglo de historia europea, muestra cómo, incluso en las peores circunstancias, el espíritu humano puede prevalecer. La fortaleza de Lidiia, su sentido del humor en medio del peligro y su incansable búsqueda de seguridad son ejemplos de cómo la vida, a menudo, supera a la ficción.

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