En un esperado discurso, el líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, calificó la oleada de ataques de “acto terrorista” y “matanza”. Para el jefe del grupo chií libanés objetivo de las explosiones en ‘buscas’ y “walkie talkies”, Israel ha superado todos los “límites y líneas rojas”. En su opinión, se trata de un acto y una declaración de guerra contra el pueblo libanés y su soberanía.
El ataque a miles de aparatos no ha sido reivindicado por Israel pero ha matado a 37 personas y herido a alrededor de 3.000, la mayoría en bastiones de Hizbulá tanto el sur de Beirut como en el sur de Líbano.
Más de 4.000 dispositivos
Nasrala aseguró que Israel comenzó su ataque apuntando a dispositivos de radiobúsqueda, sabiendo que había más de 4.000 de ellos en uso. “Israel intentó matar simultáneamente a 4.000 personas” así como a las que se encontraban cerca, acusó el líder de Hizbulá.
Asimismo, Nasrala denunció que algunas de las explosiones finalmente se produjeron en hospitales, farmacias, mercados, tiendas comerciales e incluso viviendas, vehículos privados y vías públicas donde se encontraban miles de civiles, entre ellos mujeres y niños. De hecho, al menos dos de los fallecidos son menores. “Quería atacar a los miembros de Hizbulá, pero también tuvo como objetivo a todo el entorno que les rodeaba”.
Brecha de seguridad
Con todo, el líder de Hizbulá asevera que, de momento, no van a sacar conclusiones precipitadas, sino que están investigando lo sucedido y cómo reaccionar. Nasrala reconoce que estos ataques “sin precedentes” han sido un gran golpe para la seguridad de la milicia chií. El clérigo no ofreció una explicación oficial sobre cómo pudieron infiltrar explosivos tanto en los ‘buscas’ como en los “aparatos de radio”, pero se han creado varios “comités de investigación internos, técnicos, de tecnología para estudiar todas los hipótesis y teorías. Casi hemos llegado a una conclusión, pero necesitamos tiempo para asegurarnos de algunos detalles”. Tanto la empresa taiwanesa como la húngara rechazan las acusaciones de algunas agencias de inteligencia que aseguran que fue en algún momento de la cadena de montaje cuando se introdujeron los pequeños dispositivos explosivos.
Así, y a pesar de la humillación, Nasralá explicó que Hizbulá afrontará este difícil momento con “la cabeza bien alta”. “No podemos dejarnos doblegar por este golpe, por grande o fuerte que sea. Y puedo asegurarles fielmente y con confianza que este golpe duro y sin precedentes no nos ha puesto de rodillas, y no lo hará”. El líder chíi reconoce que Israel tiene más capacidad tecnológica, “son lecciones que hay que aprender”, pero prometió que Hizbulá se hará más fuerte.
Pero mientras algunos libaneses seguían el discurso de Nasrala, otros se sacudieron debido a los estruendos de provocados por aviones israelíes. Cazas de las Fuerzas de Defensa de Israel rompieron la barrera del sonido sobre Beirut en coincidencia con la aloución del líder de Hizbulá. Los intensos ruidos provocaron que los cristales y las ventanas temblaran y hasta literalmente, saltaron las alarmas de los coches en plena calle.