Elecciones en EE UU

Harris promete mano dura con la inmigración para frenar a Trump

La candidata demócrata se defiende de las críticas republicanas en el asunto clave de estas elecciones: la inmigración

México
Un grupo de mujeres cargando a sus hijos cruzan el Río Grande para intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos Shutterstock

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, se ha volcado en los últimos días en promesas de mayor rigor en la frontera de Estados Unidos con México para poner bajo control la migración clandestina que llega por ella al país.

La inmigración ilegal es el gran tema de la campaña de su rival, el republicano Donald Trump, que busca asociarla con lo que ha bautizado como la “crisis fronteriza” provocada por la Administración Biden. El expresidente se refiere a Harris como la “zar” de Biden en la frontera y la culpa de que, según él, “criminales y enfermos” de todo tipo tengan acceso franco al país.

Asunto clave para los estadounidenses

Las encuestas muestran que efectivamente la mayoría de los votantes desean que se ponga orden en el asunto y Harris busca aprovechar el ímpetu con el que ha entrado en la campaña después de que Biden le cediera la candidatura para mejorar su imagen en el punto débil de la inmigración.

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La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, durante un mitin en Las Vegas

La vicepresidenta ha intensificado sus mensajes en los últimos días. En un mitin la semana pasada en Arizona, uno de los estados fronterizos más afectados por la migración clandestina y en el que las encuestas muestran gran igualdad entre ella y Trump, reivindicó su trayectoria. Refiriéndose a su pasado en California, dijo: “Fui fiscal general de un estado fronterizo. Perseguí a las mafias transnacionales, los carteles de la droga y los traficantes de personas. Los perseguí caso por caso y gané”.

Harris no “tiene credibilidad”

Pero su mensaje no convence a todos. Ron Vitiello, ex jefe de la Patrulla Fronteriza, le dijo a la cadena Fox News que Harris “no tiene credibilidad” en el tema de la inmigración y denunció que los agentes están desbordados ante el número de llegadas.

La candidata demócrata intenta contrarrestar las promesas de cerrojazo fronterizo de Trump, que ya hizo de la construcción de un muro entre Estados Unidos y México el mantra de la campaña que lo llevó a la presidencia en 2016. Ella propone destinar más recursos a la vigilancia fronteriza pero también establecer un camino a la ciudadanía para las decenas de miles de extranjeros indocumentados que ya viven en el país.

“Trump no quiere solucionar este problema”

La vicepresidenta también recordó que fueron los republicanos quienes frenaron una propuesta legislativa del Gobierno de Biden para endurecer significativamente la seguridad fronteriza.

Kamala

La vicepresidenta, Kamala Harris, junto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden

Donald Trump no quiere solucionar este problema. Este año tuvimos la oportunidad de aprobar la legislación de seguridad fronteriza más dura en decenios, pero Donald Trump hizo fracasar el acuerdo porque pensó que eso le ayudaría a ganar la elección”, aseguró Harris.

Está por ver si a Harris le sale bien la apuesta de llevar al centro de la campaña un asunto en el que para la mayoría de analistas tiene una posición más vulnerable. En cualquier caso, supone un ejemplo más de que está decidida a arrebatarle toda la iniciativa a su rival, que desde la irrupción de Harris en la carrera se ha visto relegado a un papel secundario y reactivo.

Cierre de la frontera

En realidad, Harris es la vicepresidenta de un gobierno que ya ha dado pasos significativos para hacer más difícil el periplo de los extranjeros que intentan entrar ilegalmente en Estados Unidos.

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La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, durante un mitin en Atlanta

Biden firmó en junio una orden ejecutiva que impide que los inmigrantes soliciten asilo en Estados Unidos si se supera un determinado número de entradas clandestinas en el país. Si las autoridades detectan una media diaria superior a las 2.500 diarias, se activará automáticamente el cierre de la frontera a los solicitantes de asilo. La medida entró inmediatamente en vigor ya que en la frontera con México se superan ampliamente esas cifras.

Mismo mecanismo que Trump

El presidente demócrata recurrió así al mismo mecanismo excepcional que ya aplicó Trump para, por ejemplo, impedir la entrada en Estados Unidos de los nacionales de determinados países musulmanes o de ciudadanos de la zona Schengen durante la pandemia de covid, y por lo que él mismo le criticó en su día.

Funcionarios federales señalaron que solo casos excepcionales en los que pueda acreditarse que se está en un peligro cierto e inminente podrán optar al asilo con la entrada en vigor de la orden e indicaron que quienes entren ilegalmente en Estados Unidos a partir de ahora serán deportados “inmediatamente”.

Trump

El candidato republicano y expresidente, Donald Trump, en un mitin en Van Andel Arena, en Grand Rapids, Michigan

Aunque el presidente intentó subrayar sus diferencias con Trump y dijo que él “no hará una instrumentalización” de la situación en la frontera ni criminalizará a los extranjeros que tratan de buscarse la vida en Estados Unidos, no tardaron en surgir las voces que denunciaron las semejanzas de su nueva política con las aplicadas por el republicano durante su mandato.

“Era ilegal con Trump”

Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Migrantes de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), dijo que negar a los migrantes la posibilidad de solicitar asilo en Estados Unidos “era ilegal cuando Trump lo hizo y no es menos ilegal ahora”. La ACLU fue una de las organizaciones que presentaron recursos en los juzgados para frenar la medida cuando la adoptó Trump y varios jueces federales fallaron en contra, obligando a suspenderla.

Las cifras oficiales indican que las nuevas restricciones ya han empezado a surtir un efecto disuasorio y el número de sin papeles que cruzan irregularmente la frontera con México ya ha empezado a disminuir, un tanto que Harris podría estar tentada de apuntarse.

El drama de las mujeres migrantes

Bajo la estadística se esconden a menudo las historias de muchas mujeres procedentes de América Latina y expuestas a peligros como la explotación sexual y la violencia en el ecosistema del lado sur de la frontera, donde las mafias de la trata de personas y los “coyotes” imponen su ley.

inmigración

Migrantes transitan por una carretera este sábado en Chiapas (México) en su ruta hacia Estados Unidos

La colombiana Fernanda es una de las que logró llegar a Estados Unidos tras atravesar a pie la peligrosa selva del Darién y le contó a Artículo 14 lo que vio en su largo viaje. “Lo que se vive es una crisis de migración en toda regla. Yo logré pasar, pero ves toda esa gente, de toda procedencia y condición, que lo arriesgan todo con tal de pasar y no se dan cuenta de que al otro lado las cosas no son tan lindas ni tan sencillas”.

El eslabón más débil

Fernanda, que prefiere no dar su nombre real, está ahora embarazada y espera que estar en situación irregular en Estados Unidos no le dificulte el acceso a un parto seguro. Está a punto de convertirse en una más de las madres solteras extranjeras en un país en el que, según Ann Marie Benitez, del Instituto Nacional de Latinas por la Justicia Reproductiva, se vive “una crisis humanitaria con miles de personas que llegan en busca de seguridad” en el que las latinoamericanas son el eslabón más débil.

“Estados Unidos debería dar la bienvenida a las solicitantes de asilo con dignidad y respeto”, asegura, al tiempo que denuncia que la orden ejecutiva recuperada por Biden pone en peligro los derechos reproductivos de las migrantes. No parece que Harris esté dispuesta a atender a protestas como la suya. No al menos hasta que hayan pasado las elecciones.