Elecciones EE UU

Harris frente al espejo: “Ha estado condenando a hombres involucrados en agresiones sexuales, nada le asusta”

El experto Steven Fein, profesor de psicología en la Universidad de Williams, Massachusetts, analiza para Artículo14 la personalidad de Kamala Harris

La noche del debate presidencial fue un triunfo para Kamala Harris, que empezaba la carrera presidencial con desventaja. Además de haber sustituido a Joe Biden tarde en la campaña, se enfrentaba a un candidato popular y consolidado como es Donald Trump. Pero, frente a las cámaras, hizo gala de una elegancia y autoridad que animaron a diplomáticos internacionales a confiar en ella como líder. Y, tras una preparación exhaustiva, dejó por los suelos a su contrincante, a quien los fact checkers llamaron la atención un total de tres humillantes veces. De esta manera, salvó las distancias que la separaban de Trump e igualó la carrera de manera magistral.

Pero, ¿qué tiene Kamala Harris que seduce al votante medio americano? Según la agencia de encuestas Ipsos, un 53% de los espectadores consideran que ganó el debate, y actualmente lidera las encuestas electorales con un 47% del voto frente al 43% del voto.

Trump

La candidata Kamala Harris saluda al republicano Donald J. Trump en el debate en Filadelfia

Confianza y aplomo

“Una de las grandes fortalezas de Kamala Harris, excepcional entre los recientes candidatos demócratas, es que parece muy cómoda en su propia piel. Tiene mucha confianza, mucho aplomo. Lo lleva de manera muy natural, lo cual es un mérito. Debatir contra Donald Trump es extremadamente difícil, no porque sea un buen ponente, sino porque es agresivo, y no se le aplican los mismos estándares que a cualquier otra persona”, explica a Artículo14 el experto Steven Fein, profesor de psicología en la Universidad de Williams, Massachusetts.

“Cuando debates con alguien como Trump, es como intentar razonar con un gato salvaje. No es un proceso racional, y eso puede desconcertar. Lo que Harris hizo muy bien fue no dejarse abrumar, no dejarse desconcertar. Sabía lo que quería hacer, sabía con qué quería derrotarlo, y se mantuvo en esas sin parecer alterada. Fue Trump quien pareció desconcertado durante gran parte de la noche. Creo que eso habla de [la] fortaleza, aplomo y confianza [de Kamala].

Autoridad accesible

Se trata, pues, de una candidata sólida y profesional; Harris comenzó su carrera política como fiscal de distrito en San Francisco, para luego convertirse en Fiscal General de California. Posteriormente, fue elegida como senadora de los Estados Unidos y, en 2020, se convirtió en la primera mujer y persona afrodescendiente y asiático-americana en ocupar la vicepresidencia del país. Es una trayectoria que, según Fein, informa su manera de comportarse y reafirma su autoridad — pero también la convierte en alguien accesible para el público.

La candidata presidencial demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, habla durante un mitin de campaña en el Fiserv Arena en Milwaukee

“Articula muy bien. Tiene una buena cadencia al hablar, lo cual es importante porque, a veces, especialmente en el lado demócrata, los políticos hablan con un ritmo muy político, casi como senadores en una audiencia del Congreso. Harris, aunque tiene un vocabulario muy inteligente, es capaz de hacer su discurso accesible a la gente, usando un estilo de habla natural y conversacional”, explica el experto. “Cuando la comparas con alguien como, no sé, Al Gore, un tipo brillante, o incluso Hillary Clinton, otra mujer brillante, a veces parecían un poco rígidos o incómodos, esforzándose demasiado por proyectar fortaleza o concentración. A pesar de lo inteligentes que eran, parecían estar esforzándose demasiado por ser accesibles. Pero Harris, desde que entró en la campaña, no hace eso. Se muestra natural, y eso es muy efectivo”.

La primera mujer en liderar Estados Unidos.

De ganar las elecciones, Kamala Harris se convertiría en la primera mujer en liderar Estados Unidos, un hito histórico que sentará un precedente importante. Y es que el país no ha tenido apenas candidatas femeninas: tan solo Hillary Clinton, que fue la primera mujer nominada como candidata presidencial por uno de los partidos principales (el Demócrata) en 2016. Otras mujeres – Victoria Woodhull en 1872, Margaret Chase Smith en 1964 y Shirley Chisholm en 1972 — lo intentaron sin ser nominadas como candidatas por ninguno de los dos partidos principales.

Se trata de otro hito en la candidatura de Harris, especialmente contra un contrincante tan machista como Trump, quien estaría “sorprendido de que no se altere con sus ataques”: “Hay un largo historial de Trump reaccionando agresivamente o condescendientemente hacia mujeres fuertes, casi incrédulo de que se enfrenten a él. Así es su actitud hacia Kamala, y por eso la detesta tanto. Sobre todo cuando agregas el hecho de que ella es una mujer de color, capaz de plantarle cara. Debe ser su pesadilla”, explica Fein.

Sin embargo, como candidata, Harris es muy distinta a su predecesora espiritual, Hillary Clinton. Tal vez porque, según Fein, “no le importa rebajarse al nivel de Donald Trump”.

“No es que [Harris y Biden] estén lanzando ataques baratos, pero están más dispuestos a mantenerlo en ese nivel y no intentar mantenerse por encima de la refriega, sino entrar en ella y usar el lenguaje necesario”, explica.

Harris tiene más calle, en parte gracias a su largo recorrido como fiscal. “Ha estado condenando a hombres involucrados en agresiones sexuales, nada le asusta. Así que, cuando Trump ataca por lo bajo, su equipo está listo para atacar. Sabe reaccionar ante lo que tiene delante. En ese sentido, su campaña ha sido diferente de la de Hillary Clinton. Y otra cosa que es diferente esta vez es que tenemos un historial de lo que Trump fue como presidente. No tenemos que suponer cómo sería como presidente. Kamala sabe por dónde debe atacar”, explica Fein.

Una candidata con confianza

A nivel personal, Kamala Harris puede tener éxito en el ámbito diplomático, porque “parece humilde y al mismo tiempo segura. No es arrogante, pero es muy segura y articulada. Claramente inteligente. Habla muy clara y correctamente. Eso va a funcionar muy bien con los líderes y comunidades internacionales. Parece alguien que sabe escuchar, lo cual puede ser algo raro entre los líderes y políticos. A la gente le gusta. Es cercana. Hay vídeos donde sale, por ejemplo, rompiendo un huevo con una mano y riéndose. No parece falso. Parece una persona real, alguien que conecta con la gente a su nivel. Viene de un entorno humilde. Y tiene una identidad multirracial, así que tiene competencia cultural. Esas son las cosas que creo que a nivel internacional funcionarían muy, muy bien”, según el profesor.

Harris

La vicepresidenta de los Estados Unidos Kamala Harris interviene ante la convención de la Federación Americana de Profesores en Houston, Texas

Sin embargo, estas aptitudes no tendrán el mismo efecto domésticamente. Sobre todo, no será capaz de resolver el grave problema de la división estadounidense. Según Fein, “lamentablemente no veo cómo alguien en este momento va a poder solucionarlo. Es muy deprimente y aterrador lo dividido que está Estados Unidos. Para mí, Trump debería ser considerado como el peor candidato, quizás de la historia, y aun así casi la mitad, sabes, el 40 lo que sea por ciento, lo apoya y lo haría, sin importar lo que haga o diga. Así que me encantaría poder decir que Kamala puede llegar, y con parte de su bagaje, su facilidad para hablar, su humildad y su deseo de llegar a compromisos, comenzar a sanar esa división. Pero creo que sería ingenuo pensar que ella podría hacer eso, y no por nada relacionado con ella, simplemente creo que es una situación imposible en este momento. Y creo que la única manera de que esa división comience a reducirse un poco es que alguien tan agresivamente divisivo como Trump desaparezca”.

Niña no privilegiada

Con todo, si gana las elecciones, Harris traerá al cargo unas aptitudes diferentes e interesantes. “Creo que el hecho de que venga de una clase media, que no haya sido una niña privilegiada, supone una gran diferencia. Cuando no naces con poder y privilegio, tienes que prestar atención a tu entorno. Tienes que saber cuándo es un buen momento para pedirle un aumento al jefe, en qué estado de ánimo debería estar. Tienes que saber que no puedes intimidar a las personas porque no tienes el poder para hacerlo, así que debes lidiar con el compromiso. Y creo que tener un trasfondo multinacional y multirracial también promueve, como dije, la competencia cultural. Ves las cosas desde diferentes perspectivas”.

“Todo eso hace que un líder sea mucho mejor para relacionarse con las personas, para escucharlas e incorporar otras perspectivas. Creo que tener ese trasfondo, y en los trabajos que tuvo, como ser fiscal, por ejemplo—debes basar tus argumentos en pruebas reales. No puedes simplemente inventar cosas. Tienen que ser pruebas que persuadan a la gente. Creo que todas esas cosas están a su favor para crear el tipo de líder que no es autoritario, pero tampoco es débil. Alguien que ha estado negociando durante toda su vida está en una mejor posición para hacerlo como líder”, concluye Fein.