Hamás puso en libertad en la mañana del sábado a tres nuevos rehenes israelíes en el marco de la primera fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza. A cambio, en lo que ha supuesto el quinto intercambio de prisioneros desde que el pasado 19 de enero entrara en vigor la tregua, Israel ha excarcelado a otros 183 presos palestinos, 111 de los cuales fueron detenidos en el transcurso de la guerra en la Franja.
Los israelíes puestos en libertad son Eli Sharabi, de 52 años, Or Levy, de 34, y Ohad Ben Ami, de 56, tal y como adelantó Hamás esta semana. Los tres hombres civiles –vestidos con camisas y pantalones marrones, y visiblemente demacrados– abandonaron Gaza tras ser entregados a los vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja en la localidad de Deir al-Balah, un emplazamiento nuevo, dado que las liberaciones previas tuvieron lugar en Jan Yunis y Ciudad de Gaza.
Pese a las advertencias de las autoridades israelíes, la milicia islamista palestina repitió la puesta en escena de hace diez días durante la liberación de Arbel Yehud y Gadi Moses. Un escenario con motivos propagandísticos. Un cartel de un puño con una bandera palestina, y las palabras “victoria total” escritas en hebreo en la parte inferior sobre una imagen del primer ministro Benjamin Netanyahu, que ha prometido que la guerra no terminará hasta que Israel logre la “victoria total” sobre Hamás.
Un grupo de personas observa una transmisión en directo en una pantalla gigante en la que se informa de la liberación de los tres rehenes israelíes Eli Sharabi, Or Levy y Ohad Ben Ami
Decenas de palestinos se agolpaban en la plaza de Deir al-Balah, ubicada en el corazón de la Franja, para presenciar la ceremonia de entrega de los secuestrados. Destacó una vez más la fuerte presencia de milicianos armados del denominado Movimiento de Resistencia Islámico. Una nueva demostración de fuerza que no sentó bien a Netanyahu. “Las imágenes chocantes que hemos presenciado hoy no quedarán sin respuesta”, aseguró la oficina del primer ministro, que sigue de viaje en Estados Unidos.
Después de que la Cruz Roja entregue a los rehenes a las Fuerzas de Defensa israelíes, el Ejército los escoltó hasta sus instalaciones en el kibutz Re’im para someterles a un chequeo físico y mental inicial antes de reencontrarse con sus familias.