Por primera vez en unos cuatro meses, el grupo islamista Hamás lanzó una salva de proyectiles hacia el centro de Israel. Sobre las 14:00, las alarmas antiaéreas volvieron a activarse en la región del “Gush Dan”, que incluye a Tel Aviv y otros suburbios densamente poblados. Según los servicios de emergencia hebreos, dos mujeres resultaron heridas leves, en un ataque lanzado por los islamistas desde Rafah. Las sirenas alteraron la “rutina de guerra” en el corazón del estado judío, donde la mayoría de la población retomó sus vidas sin sentir la amenaza de los misiles.
En Rafah, la urbe más al sur de la Franja de Gaza y último bastión bajo control islamista, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) libran combates -con limitaciones- para tratar de desarticular las capacidades militares y los túneles de Hamás. “Ocho proyectiles fueron identificados cruzando desde Rafah hacia territorio israelí. Varios fueron interceptados por las baterías antimisiles”, comunicó el portavoz de las FDI. No se produjeron grandes daños materiales como consecuencia de los lanzamientos, solamente afectaciones leves en un hogar en Herzliya.
Hamás lo “justifica”
“El bombardeo sobre Tel Aviv es una respuesta a las masacres de civiles de los sionistas”, alegó un portavoz islamista. Según cifras de la ONU, unos 800.000 civiles ya habrían huido de Rafah ante la perspectiva de una invasión total por parte del Ejército israelí.
Pese a que el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu insiste en la necesidad de ocupar Rafah para lograr la “victoria total” en la guerra, la Administración de Joe Biden, la ONU y grupos de derechos humanos siguen alertando que la operación militar pondría en serio riesgo a los cientos de miles de civiles que se encuentran en la zona.
El viernes, la Corte Internacional de Justicia ordenó aparentemente que Israel detenga la ofensiva en Rafah, aunque algunos jueces aclararon que operaciones puntuales podrían continuar pese al dictamen. Durante el fin de semana, las FDI mantuvieron continuos choques en la zona con milicianos de Hamás.
Pasados más de siete meses de guerra en Gaza, el grupo islamista demostró que todavía almacena proyectiles de medio alcance capaces de golpear el corazón de Israel. También durante la mañana del domingo, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Ubaida, aseguró que un comando islamista logró capturar soldados israelíes en una emboscada en Jabaliya, al norte de la franja. Poco después, las IDF respondieron que “no se produjo ningún incidente en que algún soldado fuera abducido”. En zonas urbanas de Gaza donde las tropas israelíes se retiraron, células de Hamás han vuelto a tomar el control.
Esfuerzos diplomáticos
El ataque de Hamás ocurrió en plenos esfuerzos diplomáticos para retomar las negociaciones para un alto al fuego y la liberación de los rehenes israelíes cautivos en Gaza. Tras la publicación del vídeo de las “observadoras” capturadas por el grupo islamista durante el ataque del 7 de octubre en la base de Nahal Oz, el Gobierno israelí aprobó volver a enviar a sus negociadores a El Cairo. Según un oficial israelí (bajo anonimato) citado por Reuters, “en la próxima semana se reanudarán las negociaciones bajo nuevas propuestas planteadas por los mediadores de Egipto, Qatar y EE.UU.”.
En Israel, miles de ciudadanos despidieron a Hanan Yablonka, cuyo cadáver fue encontrado en Gaza el pasado viernes y fue enterrado en la mañana del domingo. El Foro de Familias de los rehenes expresó un grito unánime para “el retorno inmediato del resto de rehenes”.