Matanzas en Siria

Haivy Bouzo: “Siria no es libre por ahora”

La periodista sirio-estadounidense, que huyó de su tierra natal durante la guerra civil por temor a ser asesinada, exige al mundo levantar la voz por las mujeres de Siria

Siria
La periodista siria Hayvi Bouzo Cedida

Para la periodista sirio-estadounidense Haivy Bouzo, seguir desde la distancia las horríficas escenas llegadas desde Siria, donde se estima que unas 1.200 fueron asesinadas a sangre fría, le hizo revivir fantasmas del pasado. Desde Washington, donde se instaló tras huir de la guerra civil que arrasó su país natal, la presentadora de televisión pronosticó que la toma del poder en Damasco por parte de fuerzas islamistas acarrearía dramáticas consecuencias.

Bouzo impulsó su carrera periodística informando sobre el terreno de las protestas surgidas en 2011, que exigían el fin de la tiranía de Bachar al Asad. Pero recibió un ultimátum: la habían incluido en la lista negra de los Mujarabat, los servicios de inteligencia sirios, conocidos por hacer desaparecer personas de la faz de la tierra. Huyó de inmediato a EE.UU., donde ya había residido en el pasado.

Nacida en Damasco

La informadora, nacida en Damasco, creció en una familia de raíces kurdas (padre) y turcas (madre). Ambos musulmanes, pero alejados de la tradición religiosa. “Mis padres son muy intelectuales y liberales, algo poco común en el mundo árabe”, cuenta por videoconferencia a Artículo14. Su madre creció en pleno barrio judío de Alepo, cuando la numerosa e influyente comunidad judía local todavía no huyó del antisemitismo promovido por el partido nacionalista sirio Ba’ath. “Crecí escuchando historias de conflictos, y con los lamentos de mi madre sobre las tragedias que sufrieron sus vecinos judíos”, dice.

La Siria de Asad

En una férrea dictadura “corrupta y sangrienta” que alimentaba el belicismo y el odio a Israel, sus padres le inculcaron pensamiento crítico, inexistente en los medios de comunicación árabes. “Mi padre defendía que debíamos tener libertades y estaba contra los Asad”, pero le exigía guardar silencia sobre sus ideas. Cualquier comentario en el colegio o la calle podía ser reportado a agentes de inteligencia, y poner en peligro la integridad de la familia.

En su casa no ayunaban por Ramadán, e incluso ponían un árbol durante la Navidad. Era un rincón de santidad, alejado de los omnipresentes carteles “glorificando el régimen de los Asad, a Hizbulá, al Ba’ath, o promoviendo el terrorismo y el antisemitismo”. Frente a esta narrativa dominante en las calles de Damasco, se sentía como una extraña en su propio país.

El sueño americano

“Jamás planeé abandonar Siria, remarca Bouzo. De adolescente, acompañó a su padre a cumplir el sueño americano, cuando recibió la residencia permanente en EE.UU. para trabajar en una universidad. La joven siria obtuvo la nacionalidad estadounidense, se graduó en comunicación, y volvió a su patria natal. “Empecé a trabajar en televisiones, y fundé el primer programa de radio en inglés en Siria. Cuando empezaron las protestas antigubernamentales, empecé a postear sobre las maldades del régimen en Facebook. Al ser una cara conocida, me alertaron: la inteligencia no solo te matará a ti. También a tu madre y a tu hermana”, recuerda.

Toda la familia logró huir a tiempo a Estados Unidos, desde donde siguió denunciando las atrocidades de Asad y sus aliados. “Fue muy duro, soy una mujer muy empática y sensible, lloro con facilidad. Pero soy periodista y debía contar la situación. No era una guerra civil, sino el régimen y sus aliados de Rusia e Irán contra el pueblo sirio”, aclara. En algunos directos de televisión, no pudo contener las lágrimas al conocer detalles de las masacres. Desde el programa “Yalla – Las buenas noticias”, del que es cofundadora, promueve conexiones entre pueblos históricamente enfrentados de Oriente Medio.

Conexión Israel

Alejada de los medios árabes “llenos de propaganda”, se interesó por la historia de Israel y del pueblo judío, de un “país rodeado por un océano de regímenes dictatoriales, corrupción y violaciones de derechos humanos. Entendí que es un país democrático, donde los árabes viven mejor que en cualquier país de la zona”, considera. En los videos que circularon esta semana en redes sociales, donde islamistas sunitas radicales sirios -afines al nuevo régimen de Ahmed al Shaara – masacraban a civiles alauitas y cristianos, Bouzo estableció paralelismos con la brutalidad empleada por Hamás el 7 de octubre de 2023.

Siria

Cadáveres en una carretera tras los actos de violencia ocurridos en los días anteriores durante enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y partidarios del antiguo régimen sirio, en Jableh, Latakia

“Hay dobles estándares e hipocresía”, protesta. Pese a las evidencias de civiles siendo cargados en furgonetas, apaleados y asesinados, las calles de Occidente no levantaron la voz por sus compatriotas. Pese a que el nuevo régimen sirio trató de venderse como moderno y defensor de las minorías, “todos los grupos yihadistas siguen presentes”, así como “elementos del antiguo régimen de Assad y del régimen iraní”. Las escenas de la pasada semana en Tartus y Latakia le hacen temer que resurja el conflicto civil, en un país con unas autoridades inexpertas, incapaces de contener las tensiones sectarias.

Desconfianza en Ahmed al Shaara

“De repente, vimos como una escisión local de Al Qaeda tomó el poder en Damasco, con todos los riesgos que ello supone”, dice en referencia a la facción Hayat Tahrir al-Sham (HTS), del presidente interino Ahmed al-Shaara. Recuerda que, tras la caída de Assad, el líder rebelde fue abrazado por Occidente. Bouzo, como la mayoría de la diáspora siria, experimentó sentimientos contradictorios. Por un lado, el alivio de ver caer al régimen sanguinario de Assad; por otro, la incertidumbre sobre como será la nueva Siria.

“La realidad es que Irán, Turquía o Qatar, fomentan a islamistas de distinto signo en la región”, recuerda. Y precisa: “que el reemplazo de Assad sea un grupo yihadista es muy desafortunado. Lamentablemente, se cargaron a todos los moderados del Ejército Libre Sirio”, dice en referencia a la coalición armada que combatió contra las fuerzas de Assad.

¿Reconstrucción?

“Nuestra felicidad por la caída de Assad se esfumó, al asumir que estos grupos yihadistas no serán capaces de reconstruir el país. Aunque traten de ser pragmáticos, ya vimos como actuaron durante las matanzas en la zona costera”, recuerda sobre los asesinatos de esta semana. Además, Bouzo cuenta que islamistas se dedican a “dar pequeños pasos” para fundar un estado islámico, paseando por calles y cafés para tratar de convertir a los sirios de otras confesiones al islam fundamentalista.

Las mujeres de Siria

Como mujer siria, tiene muchos motivos para preocuparse. Siente que el mundo tiene que hablar y apoyar más a sus compatriotas femeninas. “Se debe presionar al nuevo gobierno, y que las mujeres sirias de todas las minorías, incluidas las kurdas, se unan”, reclama. En los pogromos de esta semana, familias enteras, incluidas mujeres y niños, fueron brutalmente asesinadas.

Siria

Los sirios celebran el derrocamiento de Bachar al Asad, en la plaza de los Omeyas de Damasco

Para la periodista, empoderar a las mujeres es la clave para una Siria viable. Tras reafirmar que continuará trabajando por la paz en su país y la región, Bouzo concluyó: “Siria no es libre por ahora”.

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